Saúl Cruz lleva 23 años en el Congreso cosechando apoyos regionales, de Senadores, partidos y el Estado, por lo que es difícil que prospere una investigación en su contra en el mismo Senado.
El subsecretario general del Senado, Saúl Cruz, lleva más de 20 años trabajando en el Congreso, pero sólo hasta anoche, cuando Noticias Uno demostró que Cruz se fue a propósito contra la cámara del periodista que lo estaba cuestionando por hacer lobby para luego acusarlo de agredirlo, saltó a la fama nacional.
Poco después del escándalo, el copresidente de La U, Armando Benedetti, pidió su renuncia, al igual que congresistas del partido Verde, como Ángela Robledo. Además, en las redes sociales fue tendencia anoche la etiqueta #saúlcruzrenuncie.
Pero, con un apoyo regional de políticos de su natal Tolima, con la mayoría del Congreso de su lado, y funcionarios en puestos nacionales que le deben más de un favor, lo más probable es que Cruz se mantenga atornillado a su cargo.
Su verdadera labor
Legalmente, su labor es la de asistir a su jefe, el secretario General, Gregorio Eljach, en las plenarias y vigilar por el trámite de los proyectos. Pero en la práctica su poder es inmenso.
Lleva más de 12 años en uno de los cargos más importantes en el engranaje del Congreso, que le ha permitido acumular influencia entre congresistas, partidos políticos y funcionarios públicos.
“Atiende a los congresistas, envía mensajes, ofrece oficinas a los altos funcionarios que van allá (al Senado), para que se queden mientras tanto, es amigo de todos”, nos dijo un senador conservador y en ese sentido también nos hablaron, por aparte, tres senadores más y un funcionario de vieja data del Congreso.
Aunque hoy el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, dijo que los funcionarios no podían hacer lobby, varias fuentes que lo han visto de primera mano le dijeron a La Silla que en las elecciones de altos cargos del Estado que tienen que ver con el Congreso, Cruz aprovecha su cercanía diaria con los congresistas para hacer lobby a favor de uno u otro candidato.
En 2012 contamos que había versiones en el Congreso que lo señalaban como uno de los funcionarios que había hecho lobby a favor del entonces candidato Luis Guillermo Guerrero, quien fue elegido como magistrado de la Corte Constitucional en esa elección.
El año pasado hizo lobby en la campaña por la Procuraduría. Según dos senadores y una fuente de la campaña de maría mercedes López, apoyó al hoy Procuador Fernando Carrillo, pero una persona de la campaña de éste afirma que apoyó López. COmos ea, todas las fuentes coinciden en que intervino en la campaña .
Este año ayudó también a promover la candidatura de Carlos Bernal, uno de los dos magistrados de las ternas del presidente Juan Manuel Santos a la Corte Constitucional y que el mes pasado fue elegido por el Senado.
Y como mostramos acá y en el twitterazo de la semana pasada, fue activa su participación a favor de Álvaro Motta, que por solo 5 votos perdió la magistratura con Diana Fajardo, la candidata del Gobierno.
“Motta era de filiación conservadora y Saúl también lo es, por eso lo apoyó”, nos dijo el senador y director de los conservadores, Hernán Andrade.
El lobby de Cruz es similar: ayuda a los candidatos que apoya a entrar al Congreso, a acceder a la Plenaria y a los salones de apoyo (que normalmente están reservados para los congresistas y asesores), para que hablen uno a uno con los senadores. Previo a la votación de los candidatos, pasa por las curules de los senadores pidiendo su voto.
(De hecho en la votación de Diana Fajardo la semana pasada, el senador de La U, Roy Barreras -que apoyaba a Fajardo- se quejó con el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, del lobby de Cruz. Lizcano lo llamó y le pidió que no volviera a salir de su puesto mientras seguía la votación).
Y aunque Cruz es militante del Partido Conservador (fue postulado por la colectividad para llegar a la subsecretaría), sus más de 23 años en el Congreso lo hacen tener carta blanca para hablar con todos los senadores, sin importar la filiación política.
Ejemplo de ello fue el apoyo que recibió tras la falsa denuncia que hizo contra los periodistas de Noticias Uno el jueves: desde Alexander López del Polo, hasta Thania Vega del Centro Democrático y otros nueve senadores (entre miembros de Cambio Radical, La U y los liberales), respaldaron la labor de Cruz, sin escuchar la versión de los periodistas.
El camino en el Congreso
Saúl Cruz ha hecho su carrera en el Congreso de la mano de senadores y barones electorales del Tolima, de donde es oriundo y muy cercano al poder regional.
“Todo el mundo en Tolima sabe que él es amigo de Alfredo Bocanegra (director de Aerocivil) y Óscar Barreto (ex gobernador del Tolima)”, nos dijo una fuente uribista del departamento.
El primer padrino político de Cruz, que estudió economía en el Externado, fue el ex senador conservador, Guillermo Angulo Gómez, con quien llegó al Congreso a inicios de la década de 1990.
Gómez dejó el Senado y lanzó a Luis Humberto Gómez Gallo (qepd) para reemplazarlo en 1994. Para ese momento, Cruz ya era director de bienes y servicios del Congreso, cargo que mantuvo hasta 2001, cuando el subsecretario del Senado de la época, Luis Francisco Boada, otro conservador, le propuso que lo reemplazara, luego de 18 años en el cargo.
Con el apoyo de Gómez Gallo, quien fue su enlace con el Tolima en el Senado (era el único conservador tolimense para la época en esa cámara), Cruz consiguió la nominación del Partido para que la Plenaria lo eligiera por unanimidad en la plenaria del 20 de julio de 2002.
Desde ese momento, Cruz ha sido reelegido tres veces para el cargo. Los dos primeros, según tres fuentes en el Congreso, fueron con el apoyo de Gómez Gallo. En 2010, cuando ya Gómez Gallo estaba fuera del Congreso y con un proceso de parapolítica encima (que luego fue cerrado), Cruz tuvo de padrino a Juan Mario Laserna, quien tenía lazos fuertes con el Tolima.
En el Senado los cargos en las secretarías son vistos como “eternos” y “parte del mobiliario del Congreso”, por lo que una tercera victoria de Saúl Cruz ya estaba cantada en 2014.
“Para 2014, ya Cruz era de todos y no tuvo padrino para reelegirse, pero tampoco eso fue problema”, recuerda un senador que estuvo en esa plenaria de reelección.
Y a medida en que mantenía su poder en el Congreso, acumuló otros más en la Procuraduría de Alejandro Ordóñez.
El hermano de Cruz, el coronel de la Policía, Héctor Cruz, era el jefe de la división de seguridad del Ministerio Público para cuando Ordóñez estaba en ese cargo. El año pasado, el Coronel fue denunciado por acoso laboral por un subalterno, quien aseguraba que su hermano Saúl era asiduo a la Procuraduría y cercano tanto a Ordóñez como a la viceprocuradora Martha Castañeda, encargada, entre otros, de las relaciones políticas de Ordóñez con el Congreso.
“Ellos dos (Ordóñez y Cruz) son marianos (devotos de la virgen María), tienen afinidad por ese lado”, nos dijo un funcionario de vieja data del Congreso, que trabaja de la mano con Cruz. Otros dos congresistas dijeron, por aparte, que en los pasillos del Congreso a Cruz le dicen ‘camandulero’ por su devoción al rosario y a la virgen.
Cuando Carrillo llegó a la Procuraduría, sacó al Coronel hermano de Cruz del cargo.
El anulado exprocurador le nombró a Cruz varias cuotas en su despacho, como lo contó Noticias Uno, y hace cuatro años, cuando Ordóñez buscaba su reelección (que luego fue anulada por el Consejo de Estado), Cruz hizo un intenso lobby con los congresistas de varias bancadas, incluida la conservadora, a su favor.
Desde la semana pasada, La Silla Vacía ha intentado contactar al subsecretario Cruz para corroborar las versiones reporteadas. Sin embargo no ha respondido a las llamadas y chats.
Mientras el Subsecretario disfruta de cinco días de vacaciones atrasadas (la Secretaría General del Senado nos dijo que las había pedido antes del incidente en la plenaria del jueves y que fueron aprobadas la semana pasada), a Cruz le adelantan una investigación en el control interno del Congreso, por orden de la Presidencia del Senado.
Hoy el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, dijo que mañana irá a la Procuraduría para abrir una indagación preliminar contra Cruz.
Por lo pronto, dijo que no podía pedirle la renuncia a Cruz, ya que su cargo depende de la plenaria, que en 2014 lo reeligió con 100 de 102 votos.
Y que seguramente, por su amistad con él, dejarán engavetar el tema.