Esta semana, la separacion de poderes ha estado en boca de todo el mundo en Colombia.  

El martes, los magistrados de la Corte invocaron su teoría de la separación de poderes tras su reunión con el presidente Gustavo Petro. Lo mismo habían hecho los miembros del Consejo Gremial la semana pasada cuando llamaron al presidente a “a respetar el equilibrio de poderes públicos”.

El miércoles, en una manifestación sin precedentes de veteranos de la Fuerza Pública en la Plaza de Bolívar, los ex uniformados hicieron un llamado a “defender la institucionalidad”. 

El jueves, la Fundación para la Libertad de Prensa exhortó al presidente a “generar un espacio óptimo para el debate social utilizando las vías institucionales”. 

Y terminó la semana con una avalancha de rechazo a las declaraciones antidemocráticas del exdirector de Acore, quien dijo en una entrevista con la W que “harían lo mejor por defenestrar” al presidente.

“Todo el mundo está reclamando la Constitución, hay una ciudadanía activa reclamando unos derechos, poniendo unos límites.  No solo es llamativo sino muy importante”, dice el analista político Héctor Riveros, quien señala la paradoja de que “por cuenta del temor a que se debilite, la democracia se fortalece”.

Entre el vigor y el temor

La reunión de Petro con las cortes se dio luego de que el presidente dijera en una entrevista en España que como él era el jefe de Estado entonces era el “jefe del Fiscal”.  La declaración es equivocada pues la Constitución establece que la Fiscalía pertenece a la Rama Judicial y prendió las alarmas de quienes ven en Petro tendencias autoritarias.

Horas después de estas declaraciones, la Corte Suprema sacó un comunicado haciendo “un llamado a la sensatez, respeto y cordura que deben prevalecer en el ámbito del principio de colaboración armónica que rige a los poderes públicos”.

El presidente acató a medias el llamado, y pidió a los magistrados una reunión que ellos aceptaron. Fue una reunión marcada por una simbología de sumisión del mandatario.

Lo tradicional es que los magistrados vayan a la Casa de Nariño y no al revés. Pero fue Petro quien llegó al Palacio de Justicia. Y luego, cuando su equipo de comunicaciones iba a desplegar el atril para que el presidente diera sus conclusiones del encuentro desde la Corte, los magistrados lo impidieron y sacaron ellos un comunicado que reiteraba la adhesión a la separación de poderes.  La Corte, a la vez, le envió el mensaje al Fiscal Francisco Barbosa  —quien ha aprovechado políticamente el episodio— de que no se van a meter en discusiones políticas. 

Con su comunicado conjunto y con decisiones como la reciente de la Constitucional, que por primera vez anunció que ejercería la facultad de suspender reformas de manera preventiva mientras las estudiaba si existían razones de peso para creer que violaban la Constitución, la justicia le ha marcado una raya a un presidente que durante su vida ha cuestionado duramente a los jueces pero que a la vez ha acatado sus fallos.

“La actitud de la Corte fue un llamado de atención que permite el reencuentro”, dice el jurista Rodrigo Uprimny.

Acatan el llamado a la calle

Un día después de su reunión con las cortes, la Plaza de Bolívar se llenó de militares y policías retirados. La reunión fue convocada por Fuerza Púrpura, que agrupa a 64 organizaciones de retirados de la Fuerza Pública, y por las promociones de militares graduados en 1986 y 1988.

Lo sorprendente de la reunión fue que la motivación no era demandar una mayor pensión ni protestar por la pérdida de un privilegio, como inicialmente lo quiso interpretar el presidente Petro. “Nos animan preocupaciones superiores de la democracia”, dijo a La Silla el general Guillermo León, actual presidente de Acore.

Según León y otros cuatro oficiales consultados, las motivaciones eran varias: respaldar a la Fuerza Pública a quien ven “humillada” en episodios como su retención ilegal en los Pozos por parte de guardias campesinas hace dos semanas o ayer en Patía, Cauca. “Nos preocupa la suplantación de las autoridades”, dice el general retirado León, haciendo alusión a las guardias campesinas que ha alentado el gobierno.

El coronel retirado Carlos Martínez, vocero oficial de este encuentro, dice que el objetivo de la demostración era “mostrar solidaridad con el concepto de orden y seguridad. Eso va acompañado por el respeto a la separación de poderes.  Ese hecho del presidente con el Fiscal lo consideramos como una alarma inmediata.”

“En este caso defienden valores democráticos, pesos y contrapesos, un muro de contención del ejecutivo que es donde ven el peligro porque es de izquierda. Antes denunciaban la guerra jurídica porque el peligro lo veían en la guerrilla”, dice el experto en temas militares Armando Borrero.

Y ayer jueves, la Fundación para la Libertad de Prensa marcó un nuevo límite a la tendencia del presidente de desacreditar historias o investigaciones periodísticas que no le convienen.

Lo hizo después de que el presidente publicara una serie de trinos: en uno acusaba de forma genérica a “un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio sobre el pueblo”; más tarde, trinó que Caracol Noticias trataba de dividir a la fuerza pública del gobierno como respuesta al registro de la manifestación de los veteranos.

“Gustavo Petro ha atacado de manera reiterada y ha promovido una imagen negativa sobre el periodismo y los medios de comunicación en su conjunto”, denunció la Flip. “Sus mensajes terminan restándoles credibilidad; buscando presionar la agenda mediática para que aborde favorablemente su gestión; alimentando un discurso en el que la prensa es antagonista, y así abre la puerta a la criminalización de los medios.” 

Pero quizás la mayor muestra de defensa de la democracia fue el rechazo frontal a las declaraciones golpistas de Marulanda por parte de personas que han estado en orillas contrarias al presidente. Comenzando por los mismos organizadores de la manifestación de los veteranos como el general León y el mismo Fiscal Barbosa que abrió una investigación contra el coronel Marulanda. 

Es totalmente inaceptable, siquiera insinuar, ideas de golpe de estado en Colombia
Todos debemos rechazar cualquier referencia a ello. El objetivo de contar con una sociedad democrática debe ser un objetivo superior

— Bruce Mac Master (@BruceMacMaster) May 12, 2023

Cualquiera que venga a proponer un golpe de estado contra el Presidente Gustavo Petro hay que rechazarlo de forma inmediata. A este gobierno hay que exponerlo, controlarlo y denunciarlo por las vías democráticas.

— Daniel F. Briceño (@Danielbricen) May 11, 2023

Yo rechazo de forma categórica cualquier alusión que pudiera llegar a hacer alguien con relación a un supuesto golpe de estado al Presidente Petro. Quien solo se atreva a mencionarlo, les da el poder de inventarse uno y así quedarse en el poder.
Por nada del mundo sería…

— Fico Gutiérrez (@FicoGutierrez) May 11, 2023

¿Pronto para cantar victoria?

Que la justicia se reúna con el Presidente para invocar respeto a la división de poderes y no para pedirle más presupuesto o burocracia; que los militares pidan respeto a la justicia en cambio de intimidar a los jueces que los investigan o de decir que son víctimas de una ‘guerra jurídica’; que los periodistas invoquen su independencia frente al poder en cambio de ser su portavoz muestra un cambio saludable pero no quiere decir que la democracia ya esté blindada.

Es un hecho que hay militares jugando con la idea de que su lealtad es a la Constitución y no necesariamente al Presidente e invocando el ejemplo de Perú. Si el éxito de su convocatoria el jueves los hace ilusionarse con la idea de ser los “árbitros institucionales del país” se puede incubar un riesgo muy grande para la democracia, que a su vez alimentaría la paranoia del presidente y su círculo de que existe una conspiración para tumbarlos.

La reconciliación con las cortes por ahora también es frágil. La percepción que tuvieron algunos de los magistrados que asistieron al encuentro —según contó a La Silla alguien que se los escuchó— es que la confrontación del presidente con las cortes se dará apenas fallen algo en su contra.

Y hay varias decisiones en el horno. En la Corte Constitucional hay ponencia frente al proyecto de Paz Total; y hay 18 demandas contra la tributaria, incluida una del senador Miguel Uribe que pide tumbarla toda por vicios de forma. En la Suprema, se acerca la elección del Fiscal General en febrero y algunos de los nombres que han sonado como el de Iván Velásquez generan resistencia en la Corte.

Dado que Petro entiende su rol como el de un “comunicador social”, según dijo en la entrega de los Premios Simón Bolívar, su tendencia a deslegitimar el periodismo que le abre huecos a su narrativa probablemente persistirá. También la tentación de los periodistas de tomarselo personal y perder la objetividad en el cubrimiento.

Pero aún con todos estos riesgos, que tantos sectores claves de la sociedad se pongan la camiseta de la democracia la vuelve más real.

Soy la directora de la Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Después de trabajar en The Wall Street Journal Americas en Nueva York regresé a Colombia a El Tiempo, donde trabajé como editora...