La rencilla entre la columnista y la heredera de Sarmiento Angulo, Luz Ángela Sarmiento muestra que los dueños se meterán de frente en el contenido editorial del diario.

Esta mañana la hija de Luis Carlos Sarmiento Angulo, y quien maneja sus intereses en la Casa Editorial El Tiempo, Luz Ángela Sarmiento Gutiérrez, mostró una faceta que no había mostrado antes, al menos no públicamente, y envió una señal que indica de que de ahora en adelante los dueños del periódico se meterán a fondo en el diario más importante de Colombia.

En un escrito firmado por Sarmiento, la hija del dueño respondió a una columna de la escritora y actriz Margarita Rosa de Francisco en la que -sin mencionarlo pero refiriéndose a él como “el innombrable”- acusaba a Luis Carlos Sarmiento de poner presidentes, confeccionar leyes a su medida y abusar de los clientes de sus bancos.

“Todo esto, Margarita Rosa, para decirte que seguirás siendo bienvenida en El Tiempo para expresarte libremente mientras estés dispuesta a respetar la honra y el nombre del resto de colombianos. Las difamaciones vulgares no serán toleradas nunca en este periódico”, dice la respuesta de una de las herederas de Sarmiento Angulo, insinuando que su columna podría ser retirada.

No es la primera vez que hay una rencilla pública entre los directivos de El Tiempo y un columnista. Pero que la reacción sea directamente de Sarmiento y no de quienes manejan la parte editorial, muestra que al menos la apariencia de mantener una independencia entre los contenidos del medio y sus dueños ya dejará de existir.

Es una señal que es particularmente significativa en este momento, cuando acaba de anunciarse la salida del director del diario durante más de una década y se está a la expectativa de qué rumbo tomará el periódico. 

La intervención de hoy de Sarmiento tiene varias consecuencias: la primera es que se convierte en un lente a través del cual se lee la sorpresiva salida de Pombo;  segundo, el sucesor que nombren sabrá a qué atenerse en términos de su margen de acción frente a la familia; y tercero, deja un interrogante sobre si las páginas editoriales del periódico abandonarán su modelo de reflejar la pluralidad de visiones políticas que hay en la sociedad, en particular la del petrismo que representa De Francisco.

Marcando la raya

Como contó La Silla, la salida de Roberto Pombo de la dirección del periódico hace una semana fue sorpresiva pues tanto sus subalternos como miembros de la junta se enteraron por un comunicado de la Casa Editorial que apareció en la versión digital del domingo, y solo un día después, en la página impresa. 

Pombo optó por no hablar sobre su salida, y aunque estará oficialmente en el cargo hasta el 28 de febrero, e incluso la redacción prepara un especial para despedirlo, desde hoy dejó de aparecer en la bandera del periódico.

 

Que la reacción a la columna de De Francisco viniera de una de las dueñas del conglomerado Sarmiento y no de Pombo, que sería el conducto regular, alimenta las sospechas de quienes creen que su renuncia obedece a que si bien estaba dispuesto a hacerle muchas concesiones a los intereses económicos de los dueños, tenía unas “líneas rojas” que no estaba dispuesto a cruzar.

Por eso, la intervención tan abierta y de frente de la dueña en el contenido del diario le deja claro al futuro director o directora de El Tiempo los límites de su autonomía.

Y la tercera, y quizás más grave consecuencia de lo que sucedió hoy, es que refuerza el temor de que las páginas de opinión del periódico pierdan la pluralidad que han tenido en las últimas dos décadas.

¿El preludio de un viraje?

Desde que el diario El Tiempo fue comprado por Luis Carlos Sarmiento Angulo en 2012 fue evidente que el cubrimiento del diario frente a los múltiples negocios de su dueño dejó de ser independiente, como lo contamos aquí y aquí.  

Según lo conoció La Silla de dos personas que lo saben de primera mano a los columnistas que escriben en el diario El Tiempo les explican de antemano que si tienen una columna en contra de Luis Carlos Sarmiento Angulo o sus negocios -que abarcan sectores tan diversos como el financiero, pensiones, turismo, carreteras y la industria agropecuaria- deben tener argumentos sólidos y los elementos concretos que sustenten su denuncia. Algo que no exigen con esa claridad para columnas que son sobre otros temas.  

Por eso, seguramente, Margarita Rosa de Francisco sabía esto al enviar la columna ayer en la tarde. 

Es un escrito que, como lo señala Sarmiento, tiene afirmaciones falsas aunque refleja lo que está en el imaginario de muchos colombianos. 

Por ejemplo, que Luis Carlos Sarmiento tiene un monopolio bancario, algo que no es cierto. El Grupo Aval es el conglomerado financiero más grande del país, medido por sus ganancias, pero compite muy de cerca con otros grupos. Por ejemplo, según datos de la Superfinanciera, Bancolombia tiene una cartera de créditos más grande que la de los cuatro bancos del grupo Aval juntos, lo que de entrada descarta un monopolio.

La actriz tildó también al diario donde escribe desde hace cuatro años de “oficial”, un insulto para cualquier periódico porque implica que El Tiempo es un medio del gobierno, como por ejemplo el Granma cubano, lo que tampoco es cierto.  

A pesar de que su línea editorial tiende a favorecer las políticas oficiales y los intereses del Establecimiento, El Tiempo ha tenido hasta ahora una línea pro Acuerdo de Paz, por ejemplo, que es contrario a la postura del gobierno Duque; ha publicado las historias de la ñeñepolítica y falsos positivos; y en 2019, el diario económico de la casa editorial, Portafolio, cazó pelea con el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla por publicar el borrador no autorizado de la reforma pensional.

De Francisco también insinuó que Sarmiento Angulo es un corrupto que tiene alianzas con políticos gracias a las cuáles el país se mantiene en el analfabetismo y la pobreza. Una acusación muy personal que no sustenta en la columna.

Por otro lado, había antecedentes (muy polémicos algunos de ellos, como el de Claudia López) también para esperar una fuerte reacción, como lo recordó la misma Luz Ángela Sarmiento en su respuesta.

En 2009, cuando El Tiempo era del Grupo Planeta, la hoy alcaldesa publicó una columna en la que criticaba el conflicto de interés entre el medio, que tenía un cubrimiento laxo del Gobierno de Uribe, del que esperaba una concesión para un canal de televisión. Y además porque, según López, el medio era duro con Andrés Felipe Arias, y benevolente con Juan Manuel Santos, cuya familia tenía acciones en el periódico.

Al pie de la columna, se publicó una “nota de la dirección” en la que El Tiempo despidió a López como columnista, o más precisamente dijo que interpretaba su columna como una renuncia.

Y en 2012, cuando ya era Sarmiento el dueño, José Obdulio Gaviria, publicó una columna en la que decía que en las mesas de La Habana el excomisionado de Paz, Sergio Jaramillo acordó la liberación de un secuestrado. Columna contradicha en una editorial de El Tiempo, y por la que el director del medio, Roberto Pombo, le pidió a José Obdulio retractarse porque no tenía pruebas. No lo hizo y lo sacaron.

Pero la diferencia entre esos dos casos y el de De Francisco, es que esta vez la “advertencia” de despido no se da desde la dirección editorial del medio, sino desde los dueños del periódico directamente aludidos con la columna.

Según contaron a La Silla fuentes del medio, aunque en el pasado los directivos opinaban sobre columnistas y contenidos, estas opiniones pasaban por los directores editoriales del periódico. No directamente de los directivos a los columnistas o los periodistas del diario.

Aunque en este momento no es claro quién es la persona encargada de enfrentar este chicharrón pues Pombo en la práctica no está al frente de la parte editorial y no han encargado oficialmente a nadie hasta que nombren su reemplazo. Y los directivos del periódico tampoco acudieron a los demás editores que están a cargo del contenido para mediar en este reclamo.

“Regreso al pasado”

De acuerdo con el analista Germán Rey, el episodio lo que muestra es que El Tiempo está de “regreso al pasado” cuando la familia Santos que no trabajaba en el periódico igual lo usaba para mover sus intereses.   

“Es muy indebido que un dueño, en este caso la hija del dueño, pero además la que lo representa en la junta directiva, proceda a establecer una controversia con un columnista directamente”, dijo a La Silla. “Las controversias son manejadas a través de un editor de opinión o directamente del director del periódico”.

Para el analista este tipo de disputas terminan minando la confianza de los lectores en el periódico, un activo que es la base del modelo de negocios de El Tiempo que a finales del año pasado inauguró su muro de pago. 

La salida pública de Sarmiento llega en un momento en el que, como contamos, existe una incógnita sobre qué rumbo tomará el diario tras la salida de Pombo y si optará por una postura en sus páginas editoriales e informativas abiertamente de derecha como lo ha hecho la Revista Semana.

La reacción ante la columna de De Francisco parecería dar una pista de que irá en esa dirección, sobre todo porque en su respuesta, Sarmiento incluso recuerda la afiliación de la columnista con el petrismo. 

Y esto en últimas termina siendo funcional a la Colombia Humana de Petro.

Un ‘papayazo’ para el petrismo

La Silla supo por dos fuentes del periódico, que al interior de El Tiempo algunos editores vieron la columna de De Francisco como una provocación con intención política.

Esto porque justamente hoy De Francisco fue la encargada de leer públicamente el manifiesto de los partidos de izquierda, Colombia Humana, el Mais, el Polo y la UP, que lanzarán una lista conjunta al Congreso en las elecciones de marzo de 2022 con la meta de ganar 55 escaños en el Senado y 86 en la Cámara de Representantes.

Un evento programado con antelación.

Arrancar el día con un enfrentamiento frontal con los Sarmiento le dio una mayor visibilidad al manifiesto leído por De Francisco, que hasta el cierre de esta nota todavía figuraba entre las tres tendencias más importantes del día en twitter y tanto la polémica por su columna como el video del manifiesto  aparecían dentro de los primeros trinos. 

Aunque De Francisco ha dicho, y reiteró hoy en la mañana que no participará como candidata en las elecciones, desde 2018 cantó su voto por Petro, ha sonado recientemente para integrar las listas del petrismo, y en twitter ha defendido en varias ocasiones sus políticas económicas y sus propuestas de gobierno. 

La pelea de una de sus aliadas más visibles con la familia más poderosa del país también encaja con la estrategia de Petro de cara a las elecciones de 2022, que como contamos apunta a dividir a la ciudadanía entre los “decentes”, que confrontan a los que se benefician de grandes negocios, como Luis Carlos Sarmiento, y los “mafiosos” que son todos los que están en contra de él.

Petro, de hecho, ha criticado directamente a Luis Carlos Sarmiento Angulo; en enero, acusó a los “economistas del establecimiento” de “lamer la mano del poderoso”, por el rechazo que causó su propuesta de que el Banco de la República emitiera dinero para los más pobres.

Un discurso que le sirve para afianzarse en su electorado. Más ahora que el ícono del Establecimiento que quiere enfrentar le responde directamente a una de sus aliadas, rompiendo la tradición básica del periodismo de separar los negocios del contenido.

 

Fui periodista de temas económicos de La Silla Vacía. Estudié periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana. Fui corresponsal de El Tiempo en Bucaramanga y cubro temas económicos desde 2010, primero en Vanguardia Liberal (Santander), y después en el diario Portafolio, donde también fui coordinadora...