La nueva legislatura del Congreso empieza hoy con los restos del trago amargo que dejó la fallida Reforma a la Justicia. Esta vez la agenda ya no será ambiciosa, pues como el Gobierno de Santos empieza ya su tercer año y tiene la popularidad en su punto más bajo, decidió dejar de presentar grandes reformas legislativas y pasar más bien a ejecutarlas y buscar resultados para mostrar. Como eso deja al Congreso sin armas para negociar con el ejecutivo, probablemente recurrirá más a menudo al control político. Esta nueva legislatura arranca con unos aburridos, un par sacrificados, otros ansiosos y otros convertidos en la nueva oposición del Gobierno. Este es el top del Congreso que arranca hoy:

Los más sacrificados
Juan Ricardo Ortega y Juan Carlos Echeverry
El 20 de julio de 2011 Santos abrió el Congreso anunciando grandes reformas, la Reforma a la Educación Superior, a la Justicia y el Marco Jurídico para la Paz. Esta vez el turno era para la Reforma Tributaria que vienen preparando desde el año pasado Juan Carlos Echeverry, Ministro de Hacienda y Juan Ricardo Ortega, Director de la Dian. Pero con el nuevo clima político y fracturada la confianza con el Congreso, la iniciativa de Echeverry y Ortega terminó sacrificándose. La Silla supo a través de fuentes del Gobierno que no solo no se abrirá el Congreso con este proyecto sino que lo más probable es que ya no se presente.

El más ansioso
Roy Barreras
Del Roy Barreras mediático y participativo que vimos todo este año, poco se ha visto en estos últimos días. Le pidió a sus asesores que no le concedan entrevistas a los medios de comunicación y se instaló en una oficina en el Hotel de la Opera en el centro de Bogotá, desde donde ha venido “atendiendo a los senadores”. Y es que aunque es de lejos el candidato más opcionado a Presidente del Senado y por los pactos iniciales de la Unidad Nacional este es el turno del partido de la U, Roy no tiene asegurado el puesto pues hay algunos congresistas resentidos con el Gobierno que quisieran aguarle la fiesta al Presidente y elegir un presidente menos cercano a Casa de Nariño.

El que más tendrá que esforzarse
Federico Renjifo
Como Ministro del Interior, a Renjifo le corresponde encargarse de las relaciones entre el Congreso y el Gobierno. Y aunque la debacle de la Reforma a la Justicia no le costó el puesto, si lo dejó con la imagen por el piso. En las sesiones extras lo abuchearon en la Cámara y no lo dejaron intervenir -algo que no se había visto antes- por lo que su trabajo de este semestre será difícil y será el que más tendrá que esforzarse por recomponer las relaciones con el Congreso.

El que quedó más aburrido
Emilio Otero
Emilio Otero tuvo que renunciar hoy a su candidatura a Secretario del Senado. Así perdió la oportunidad de ser reelegido por sexta vez, de recibir 360 millones de pesos anuales y pensionarse dentro de ese mismo régimen. Pero no le quedaba más remedio. Con la crisis que le ocasionó al Congreso ante los medios y la opinión pública la Reforma a la Justicia, los micos que se aprobaron al final y en especial el fuero constitucional con el que habría quedado Otero, sus opciones eran muy limitadas. Y adicionalmente, la campaña por parte de la opinión pública y de los medios de comunicación fue creciendo hasta llegar al punto de que en twitter circulaban mensajes con el hashtag #EmilioOtero y #SíHayCandidatos.

El escollo más difícil
La consulta previa
A diferencia de los años anteriores, el Gobierno no va a presentar una agenda legislativa ambiciosa. En el listado que entregó la Presidencia sobre los proyectos que va a poner a consideración del Congreso los más importantes son tres: la reforma de las Corporaciones Autónomas Regionales, el Estatuto de Desarrollo Rural y la Reforma al Código Minero. Estos tres necesitan consulta previa, sobre todo los últimos dos que ya se cayeron en la Corte Constitucional por no haberlos discutido con las comunidades afro e indígenas que se verían afectadas por estas normas. Obviamente, lo que ha sucedido en el Cauca con los indígenas no ayuda a que este proceso -ya de por sí difícil- vaya a ser más fluido ahora. El Gobierno dice que también presentará un proyecto para reglamentar la consulta previa, una iniciativa que es muy necesaria, pero que tampoco será fácil de aprobar.

El fantasma más miedoso
La amenaza de revocatoria de las sesiones extras.
Los congresistas lo supieron desde el primer momento en que el Gobierno apareció con la idea de que se convocara a sesiones extras para tumbar la Reforma a la Justicia, podrían estar prevaricando. Pero como se vió en las sesiones muchos de ellos consultaron a sus abogados de confianza, a famosos constitucionalistas y hasta a los asesores jurídicos del Gobiero y dejaron constancias aclarando quiénes les habían dicho que era posible debatir temas constitucionales en sesiones extras. Pero el fantasma sigue vivo y como hay quienes demandaron ante el Consejo de Estado la Reforma y el procedimiento para tumbarla, los congresistas tendrán que cargar con ese muerto todo el tiempo que tarde el Consejo de Estado en decidir al respecto.

El proyecto más polémico
El del transfuguismo
Como lo contó La Silla Vacía, hay un grupo de congresistas del Polo (de la vertiente Progresista) y del PIN que están impulsando una iniciativa para que se puedan salir de sus partidos y pasarse a otro sin perder la curul. Es decir, que se vuelva a permitir “por una sola vez” cambiarse de partido. Inicialmente la U no apoyaba esta iniciativa porque temía que esto le allanara el camino a una unión entre los liberales y Cambio Radical. Pero ahora, con el surgimiento del Puro Centro Democrático de Uribe, congresistas de la U y Conservadores que les gustaría cambiar de filas también estarían interesados en este proyecto. Al que no le convendría que saliera es al Gobierno.

La mayor incógnita
¿Quiénes se dejarán encantar por Uribe?
Lo más probable es que la Unidad Nacional siga funcionando en el Congreso como lo viene haciendo. Pero a un año de que comience en forma la campaña para reelegirse en el Congreso y la campaña presidencial, la oficialización del Puro Centro Democrático cambiará también la dinámica política. El ex presidente Uribe, ahora con una oposición con marca propia (PCD), ya comenzó a coquetearle a sus aliados en el Partido Conservador y en La U, lo cual representa el mayor peligro para los intereses reeleccionistas de Santos. Si la popularidad del Presidente baja por debajo del 50 por ciento y la seguridad no mejora es muy probable que varios congresistas opten por cambiarse de bando y le aparezca a la Unidad Nacional una fuerza con capacidad de veto. La mayor incógnita será entonces ¿quiénes serán los que se dejarán encantar por Uribe?

El mayor opositor
Juan Carlos Vélez
El semestre pasado en el Congreso ya se empezaron a oir fuertes voces de disidencia de congresistas que a pesar de estar dentro de la Unidad Nacional, hicieron campaña contra iniciativas importantes de Santos. En su momento, Miguel Gómez y Juan Carlos Vélez recogieron firmas contra el Marco Jurídico para la Paz, uno de los proyectos estrella de Santos. Ahora con Uribe dirigiendo la movida, no cabe duda de que a Vélez no le temblará la mano para ser el mayor opositor de Santos desde la U y seguramente una de las figuras de esta legislatura, en la que el control político estará en el orden del día.

El más astuto
El poder ciudadano
La debacle de la Reforma a la Justicia hizo evidente la presencia de un tercer poder. Ni el Gobierno, ni el Congreso contaban con la astucia del poder ciudadano que se hizo sentir con fuerza para exigir que se cayera la Reforma y que Emilio Otero no fuera ni siquiera candidato a Secretario del Senado. Los congresistas ahora saben que no solo contarán con una relación difícil con los medios de comunicación sino que los ciudadanos -a través de las redes sociales- se han convertido en un contrapeso al que hay que ponerle atención.