La Cumbre Uribista realizada ayer en Casa de Nariño dio pistas sobre los verdaderos planes del Presidente y puso al descubierto el embrión de su proyecto político a futuro.
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Fabio Valencia Cossio, Andrés Felipe Arias, Roy Barreras (arriba), Juan Lozano, Rodrigo Rivera y Luis Carlos Restrepo forman el nuevo círculo político del uribismo. |
La Cumbre Uribista realizada ayer en Casa de Nariño dio pistas sobre los verdaderos planes del Presidente y puso al descubierto el embrión de su proyecto político a futuro.
Lo primero y más importante de esa reunión es que se oficializó que Uribe está jugado a favor del referendo reeleccionista, ya sea para repetir como Presidente o para usarlo como gancho para consolidar una gran coalición uribista que prolongue su legado.
Ayer, Uribe tuvo tres reuniones separadas y luego una en conjunto: se reunió a solas con Andrés Felipe Arias. Se reunió con Roy Barreras y Luis Carlos Restrepo y aparte, con Rodrigo Rivera y Juan Lozano. Después los juntó a todos, con Fabio Valencia y Bernardo Moreno.
En esa mini-cumbre, que estuvo a cargo del Presidente, quedó claro que su Plan A será sacar adelante el referendo. Y hacerlo de afán. La Silla Vacía confirmó que en la reunión quedó claro que si en las dos primeras semanas de agosto no sale la conciliación, se van por el plan B: lanzar un sucesor de Uribe elegido a través de una consulta interpartidista y copar el Congreso con una aplastante mayoría.
En esa reunión, Uribe también “certificó” a los que él considera son los verdaderos uribistas tripleA a sucederlo. Además de los obvios como Andrés Felipe Arias, Juan Manuel Santos y Rodrigo Rivera, incluyó a la conservadora Noemí Sanín.
Con la inclusión de Sanín, Uribe le eleva el perfil a una figura que está relativamente lejana del escenario de la campaña. Fuera de ser mujer –cuando otras políticas como Gina Parody y Marta Lucía Ramírez lo han abandonado- con Noemí, Uribe soluciona varios temas pendientes dentro del Partido Conservador, la fuerza política con los votos más disciplinados. Dados sus buenos contactos con Andrés Pastrana y con el Presidente del Senado Hernán Andrade, a través de ella puede unir la maquinaria del partido con el pastranismo.
Más importante aún, como ella se ha opuesto a la consulta interna del Partido Conservador para elegir candidato propio, a Uribe le conviene amplificar esa voz para bloquear la disidencia conservadora que no está enfilada como un soldado detrás del referendo.
Sanín, además, es junto con Juan Manuel Santos, el personaje con mayor reconocimiento y favorabilidad entre todos los candidatos uribistas en la última encuesta y la que mejores relaciones internacionales tiene. Es una candidata, que siendo conservadora, no representa tanta resistencia entre los uribistas liberales como sí lo hace Andrés Felipe Arias.
Con ella dentro del ‘cuarteto’, pensar que entre los cuatro candidatos, cuyos egos no son despreciables y no son amigos entre sí, escogerán al sucesor por mutuo acuerdo es una ilusión. Si el referendo no sale, lo más seguro es que se escoja al candidato uribista por medio de una consulta interpartidista, en la que estos candidatos se arañarán por cada voto haciendo más eficiente la estrategia de consolidación uribista.
Así como Uribe le puso el “sello original” a estos candidatos, desheredó oficialmente a Germán Vargas, quien lanzará su campaña mañana. “Uribe fue claro en no incluir en las cuentas para esa consulta interpartidista a Germán Vargas, a quien se refirió de manera insistente como un ‘contradictor’ y un ‘opositor’”, dice El Tiempo.
El nuevo círculo uribista
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Es diciente que el Presidente haya discutido su proyecto 2010 con Lozano, Valencia Cossio, Rivera, Restrepo, Arias, Barreras y Moreno, quienes se han convertido en su nuevo círculo político, y que este equipo sea tan diferente al que lo acompañó durante sus dos primeras elecciones.
En la reelección pasada lo acompañaron ex funcionarios suyos cuyo principal interés era reelegir a su jefe: Anny Vasquez, Claudia Jiménez, María del Rosario Guerra, Jaime Bermúdez, Maria Consuelo Araújo y Ricardo Galán bajo la batuta del empresario paisa Fabio Echeverry.
Ahora, el equipo tiene aspiraciones políticas propias. Arias quiere ser Presidente, y si no puede, Gobernador de Antioquia, donde ha hecho más campaña que en culquier otra región, y quien representa el uribismo puro.
Roy Barreras, Juan Lozano y Luis Carlos Restrepo quieren llegar al Congreso y son claves para ayudarle a Uribe a armar una lista fuerte en el 2010 y debilitar a todos los demás partidos.
Restrepo, como presidente de la U, ha demostrado poca habilidad para activar la maquinaria política porque se ha dedicado a cazar peleas con los congresistas. Ahí es donde Rodrigo Rivera entraría a ayudarle.
Aunque Rivera no quiere repetir en el Congreso, sí quisiera ser el líder del nuevo partido uribista que se conforme para atraer a todos los tránsfugas, que sería como una U repotenciada y que será vendida como un partido sin los vicios de la parapolítica. Rivera, es un experto en el manejo de los políticos locales y puede aconsejar muy bien a Uribe en su estrategia para sacar adelante el referendo, tanto en el Congreso, como en las veredas.
Gracias a los cinco períodos que estuvo en el Congreso, tres en la Cámara y dos en el Senado, tiene a amigos parlamentarios dentro y fuera de la coalición. Es un curtido político que sabe cómo mover concejales, diputados y alcaldes y tiene habilidades para “echar discurso” en plaza pública, de las que carece Restrepo.
Sin embargo, votos votos tiene pocos. Los seis parlamentarios liberales que le eran fieles decidieron quedarse en el oficialismo rojo, cuando Rivera no quiso hacer parte de la consulta. Juan Carlos Valencia, Jorge Eduardo Casabianca, Mario Suárez, Guillermo Rivera, Jaime Durán y Germán Olano, lo dejaron y la gran pregunta es si después de haber salido como un “paria” del partido puede cosechar apoyos en la base liberal.
Roy Barreras también llega a ser un reclutador, como lo dice su cargo de Coordinador de Integración de la U. Como él lo ha dicho, Barreras es un “portero”. Su misión es abrirle la puerta a los que, como él, quieran traicionar a Germán Vargas, en Cambio Radical.
Lo mismo hará Juan Lozano. Aunque él, tiene la ventaja adicional de ser una de las pocas figuras de opinión que le quedan a Uribe, con votos en Bogotá, y excelentes relaciones con los medios tradicionales.
Fabio Valencia Cossio y Bernardo Moreno, los otros dos que estuvieron presentes en la reunión, tienen los puestos. Pueden ‘crear los incentivos’ en las próximas semanas para acelerar la conciliación y motivar a los congresistas para que saquen a su gente a la calle el día del referendo.
En conclusión: el referendo no está muerto y por el contrario, mientras los congresistas aprovechan sus vacaciones, Uribe organiza su regreso.