Ayer, tras la aprobación en cuarto debate de la reforma a la salud, se abrió el debate sobre el lobby de las EPS. Y, según el periódico La República, el lobby de las cajas de compensación fue el gran ganador con el texto que pasó. Los lobbyistas son los sospechosos de siempre, se les señala de decisiones que no gustan y de micos en las leyes. Y es que aunque existen en todas las democracias, el problema en Colombia es que su función no está regulada.
Ayer, tras la aprobación en cuarto debate de la reforma a la salud, se abrió el debate sobre el lobby de las EPS. Y, según el periódico La República, el lobby de las cajas de compensación fue el gran ganador con el texto que pasó. Los lobbyistas son los sospechosos de siempre, se les señala de decisiones que no gustan y de micos en las leyes. Y es que aunque existen en todas las democracias, el problema en Colombia es que su función no está regulada.
Esto podría superarse con un proyecto que discutirá esta semana la Comisión Primera de la Cámara que busca regular el cabildeo. Además, el Estatuto Anticorrupción que está pendiente de segundo debate en la plenaria del Senado también aborda este tema. Aunque esa regulación tendrá efectos en congresistas, gremios, funcionarios públicos y muchos otros interesados, son los lobbyistas los que se verán directamente afectados. Los lobbyistas profesionales, sin embargo, dicen que la regulación que busca transparencia los beneficia.
El eje de la regulación en el Estatuto Anticorrupción es un registro público donde los lobbyistas tendrán que registrar qué audiencias han solicitado, con quién, dónde y cuándo y qué temas quieren tratar con los funcionarios públicos de cualquier nivel y del Ejecutivo o Legislativo. Además, si antes trabajaron en la entidad ante la cual solicitan la audiencia, deben incluirlo. Y esta información debería ser publicada mensualmente en la página web de la entidad.
El representante Simón Gaviria presentó otro proyecto, que solo regula el tema del lobby, que propone que los lobbyistas se registren por Internet antes de su cita y que esta información aparezca inmediatamente en la página web de la entidad. Además, incluye multas, inhabilidades y sanciones penales si se incumple esta ley.
El Estatuto Anticorrupción está más avanzado en su trámite legislativo pero como abarca temas espinosos, que pueden producir debates largos, el proyecto de Gaviria puede terminar saliendo más rápido porque evita las discusiones diferentes a las del lobby y además, porque los mismos lobbyistas no están muy contentos con que su trabajo se regule como parte de la lucha contra la corrupción.
En las fotos aparecen Juan Martín Caicedo, Miguel Silva, Oscar Iván Palacio y un mosaico con (en el sentido de las manceillas del reloj) el logo de Urdaneta, Vélez, Pearl & Abdallah, Nicolás Uribe, Andrés García y Javier Hoyos.
Los institucionales
En el Congreso es famosa la frase de que Javier Hoyos, por muchos años lobbyista de Bavaria, era el “senador 103”. Y como Bavaria, otras empresas mantienen relaciones fluidas y permanentes con el Congreso y funcionarios de la rama ejecutiva, como por ejemplo las grandes empresas mineras en el ministerio de Minas o las operadoras de celulares en la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones. Quizás el lobbyista más conocido de este grupo es Iván Lizcano, quien representa a otro peso pesado, la Organización Ardila Lülle.
En este mismo grupo se pueden incluir a los gremios, sindicatos y otras organizaciones, que representan intereses de un sector específico. Ellos son quizás el grupo más poderoso de lobbyistas. El Consejo Gremial, la Andi y Fenalco suelen participar en discusiones de todo tipo de proyectos. La Cámara Colombiana de Infraestructura, encabezada por Juan Martín Caicedo, es un gremio reciente pero que ha sido muy activo. Lo mismo que Asofondos en pensiones.
Los estrategas de comunicación
Las empresas que se dedican a la comunicación estratégica, en ciertos casos excepcionales, terminan haciendo lobby. Dattis (encabezada por Darío Vargas, hermano de Mauricio Vargas) y Gravitas (con Miguel Silva, ex secretario general de César Gaviria, y Ricardo Santamaría, hermano del Ministro de Protección Social), son algunas de las empresas que tienen este enfoque. Sólo hacen cabildeo marginalmente, porque sus clientes no los contratan para ir a donde unos funcionarios y convencerlos de qué decisión deben tomar pero en algunos casos sí se reunen con funcionarios estatales para explicarles su estrategia de comunicación. Y algunos interpretan eso como lobby.
Según un artículo de El País de Cali, un lobbyista de los oscuros afirmó de manera anónima que “la consecución de una cita de uno de sus clientes con un ministro puede costar entre 8 ó 10 millones de pesos e, incluso, se atreve a decir que en muchas ocasiones hay invitaciones ostentosas para convencer a un congresista”.
Los lobbyistas profesionales
El cuarto grupo son lobbyistas profesionales, que tienen el cabildeo por profesión. Son personas con buenos contactos en el Estado y en empresas privadas, que para tener éxito necesitan entender cómo funcionan los dos mundos. Su labor consiste en traducir los intereses del sector privado para el sector público. Suelen tener experiencia manejando las relaciones públicas de empresas o las relaciones entre los ministerios y el Congreso. Son ellos los principales objetivos del proyecto de ley, y por eso su opinión al respecto es clave. Y entre ellos corre un chiste: aún si se unen para hacen lobby a favor del proyecto de ley, puede que éste se hunda por la presión de los lobbyistas oscuros
Javier Hoyos Arboleda: Tras ser el lobbyista de Bavaria durante 15 años, fundó Gestión Legislativa y Gobierno S.A., como empresa dedicada al cabildeo. Este Economista de la Universidad de Antioquia es especialista en Política Económica de su alma mater. Antes de trabajar en Bavaria, ocupó varios cargos directivos la Andi y fue miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Medellín en representación del gobierno nacional. Ha trabajado para clientes como Fenavi, Bavaria y el Grupo Santodomingo. Para este cabildero profesional, la propuesta de tener un registro previo a todos los encuentros con funcionarios es inaplicable, pues muchos encuentros son casuales o sociales.
Además, afirma que el procedimiento de registro no debe incluir el nombre del cliente para el cual se hace lobby, pues rompería la confidencialidad entre el lobbyista y su cliente. Y no está de acuerdo con que se incluya dentro de el Estatuto Anticorrupción porque el lobby no es una práctica corrupta.
Martha Abdallah Pastrana la firma de abogados Urdaneta, Vélez, Pearl & Abdallah Abogado se encarga de relaciones públicas y de asuntos estrictamente jurídicos, que estaban a cargo del actual Superintendente Luis Guillermo Vélez. De los primeros se encargan William Pearl, hermano del exConsejero de Reintegración de Uribe, y Martha Abdallah. Abdallah es abogada de la Universidad de Los Andes especializada en Legislación Financiera y como dato anecdótico también fue señorita Atlántico y presentadora de televisión, por lo queconoce bien los medios. Además, fue asistente del director de Impuestos de la Dian, secretaria privada del Ministro de Hacienda José Antonio Ocampo y directora por siete años de la oficina encargada de las relaciones con el Congreso de ese ministerio. Entre sus clientes están gremios como Afidro, Asocolflores y la Federeación Nacional de Cafeteros, multinacionales como Microsoft, Dupont y Sodhexo y empresas nacionales como Bancolombia, Caracol Televisión y Sumatoria. Abdallah y sus socios se han mostrado a favor de la regulación del tema, para alcanzar mayor transparencia. Entienden el lobby como un derecho ciudadano, necesario en una democracia. Y están de acuerdo con que no pueda ser ejercido ante los jueces.
Nicolás Uribe Rueda: este abogado de la Universidad de Los Andes con Maestría en Acción Política y Participación Ciudadana está iniciando su proyecto empresarial. Uribe, quien fue director del Programa Presidencial Colombia Joven entre 2002 y 2006, se quemó en el intento de saltar de la Cámara de Representantes al Senado en las elecciones de marzo de este año. Está montando una compañía que ofrece servicios de evaluación de riesgo en asuntos como regulación, socialización de proyectos con las comunidades y relacionamiento público. Afirma que el sólo ayuda a las empresas cuando su interés está alineado con el interés público. Por ejemplo, dice “no ayudaría a crear un monopolio, sino, más bien, a tratar de desmontarlo”. Está de acuerdo con el proyecto. De estos cinco, Uribe es el primíparo, pero dada su trayectoria, exposición en medios y cercanía a Uribe, las fuentes lo ubicaron entre los lobbyistas a tener en cuenta.
Andrés García Carvajal: este politólogo uniandino es el fundador de Sed Nove, compañía dedicada al cabildeo, donde trabaja también su esposa Camila Urrutia. García trabajó como enlace entre la Cancillería y el Congreso hasta 1998, y desde entonces se ha dedicado a hacerlo de forma independiente. Está totalmente de acuerdo con el proyecto de ley, porque cree que la transparencia en el lobby es necesaria. Afirma que el lobby con argumentos y no con prebendas es bien recibido en el Congreso. Dice que la mayoría de los parlamentarios se han acostumbrado a verlo a él y a sus colegas llegar con documentos en los que explican los motivos por los que se deben adoptar las decisiones, y que en el fondo su trabajo nutre los debates en el Congreso. La Silla Vacía no pudo obtener información sobre a quién representa.
Mario Acevedo Trujillo: es uno de los tres socios de la compañía de comunicación y relaciones púbicas Jimeno Acevedo & Asociados. El área de comunicación de la firma lo maneja el periodista Ramón Jimeno y Acevedo la parte del lobby. Este abogado externadista fue Subdirector del DAS de 1996 a 1998, y desde entonces trabaja como lobbyista. Entre los clientes de Jimeno Acevedo para temas de comunicación y no necesariamente de lobby, están Mc Donald’s, Carrefour, Alpina y Proactiva (filial de la francesa Veolia, que manejaba el relleno de Doña Juana y actualmente administra la planta de aguas de Tibitoc). También diseñan campañas de comunicación para entidades públicas. Por ejemplo, están trabajando en la estrategia de comunicación para la construcción de Transmilenio por la carrera séptima y ayudaron al Ministerio de Agricultura a defender el programa de AIS.
Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.
Ver perfil de Juan Esteban Lewin