El gobierno de Petro les da algunas concesiones a los congresistas en su Plan Nacional de Desarrollo (PND) pensando en las elecciones regionales de octubre y en la aprobación de sus reformas. Sin embargo, la ponencia ya aprobada mantiene la esencia de lo planteado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), y recoge las propuestas de los diálogos vinculantes que se hicieron en todo el país.
Para entender las particularidades que hay en la concertación del PND y el Congreso, La Silla hizo una revisión de los 657 proyectos radicados, los 76 proyectos incluidos en la primera ponencia y los congresistas detrás de esas nuevas iniciativas. Toda la información proviene de la primera ponencia y el plan de inversiones publicadas en el portal del DNP.
La lista de inversiones priorizadas por regiones está detallada en un documento que se llama el Plan Plurianual de Inversiones (PPI), que es parte del PND y que además define cómo se van a gastar los 1.154 billones de pesos que define el plan para este gobierno.
Eso explica que hasta ahora se hayan radicado más de 4.000 proposiciones para meter proyectos de inversión. Solo unas cuantas logran tener el aval del Gobierno, quien es el ordenador del gasto.
Entre el documento original radicado por Planeación Nacional en febrero y la ponencia aprobada en primer debate a finales de marzo, aparecieron varios proyectos de inversión para departamentos donde el presidente Petro y el Pacto Histórico son fuertes y tienen planeado seguir creciendo en las elecciones regionales.
Infraestructura, donde los partidos más metieron mano
El PND reparte la plata en cinco sectores clave para el gobierno que tienen que ver con programas sociales, salud, seguridad, paz total, productividad, cambio climático, seguridad alimentaria y estabilidad macroeconómica. De todos esos, el que más tiene plata asignada es el de los programas sociales y la llamada “Seguridad Humana” con 743 billones de pesos, de los 1.154 billones de pesos que tiene el plan. Es decir, el 63 por ciento se va a ese rubro.
Allí también entra un paquete grande de proyectos de infraestructura que mejora la movilidad de ciertas regiones. Incluso, le meten plata a la mejora de hospitales públicos, colegios y universidades.
Y esos fueron los que, precisamente, más le interesaron a los partidos. De los 76 proyectos nuevos que entraron al PPI, La Silla pudo rastrear qué partidos estuvieron detrás de 64 proyectos. De esos, 47 tienen que ver con infraestructura.

Este sector es clave, por ejemplo, para los partidos Alianza Verde y Liberal que fueron los que más pidieron iniciativas de este tipo en el plan, según se ve en las peticiones que hicieron los congresistas para el primer debate. Los conservadores también presentaron nuevos proyectos, pero en su caso ellos ya tienen una cuota en el gabinete del presidente Petro con Guillermo Reyes en el ministerio de Transporte.
Por el lado de Alianza Verde, un partido que es coalición de gobierno, también hubo un aporte a estos proyectos. De los 15 que lograron incluir para la primera ponencia, 11 eran de infraestructura.
Un funcionario del gobierno cercano a esta discusión que pidió que no se revelara su identidad para dar detalles, le dijo a La Silla que en los debates del Plan se han concentrado varios intereses. “Lo primero es que se vienen elecciones regionales y muchos representantes a la Cámara necesitan mostrar sus prioridades en las regiones. Pero Jorge Iván González ha sido enfático en que tienen que ser proyectos estratégicos”, dijo. Es decir, no les dicen sí a todo para mantener la esencia del Plan Nacional de Desarrollo.
El foco de Petro con los departamentos marginados, pero fuertes en voto
El plan plurianual asigna recursos por cada departamento según la cantidad de personas, su aporte a la economía nacional, la plata que reciba por regalías y el presupuesto propio de cada región. En ese sentido, los que más tienen presupuesto, sin contar los recursos de los privados, son Bogotá (119,6 billones de pesos), Antioquia (96,8 billones de pesos) y Valle del Cauca (55 billones de pesos).
Aunque estos datos coinciden con el tamaño de la economía de cada departamento, si se mira por cantidad de proyectos, el gobierno de Petro priorizó a los departamentos del Pacífico colombiano: Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Ahí obtuvo en promedio el 76% de los votos en segunda vuelta.
De los 657 proyectos que tiene el PPI, 120 están en esa zona del país, es decir, el 18 por ciento. Mientras que en Bogotá y Antioquia hay 50 proyectos, equivalente al 7,6 por ciento.
Eso coincide además con zonas afectadas por el narcotráfico, en donde Petro ha invertido esfuerzos para acelerar conversaciones de paz con grupos criminales que funcionan en esa zona.
Además del Pacífico, el departamento al que más le metieron nuevos proyectos fue Boyacá, con nueve. Ahí la figura clave fue la de Wilmer Yair Castellanos, quien es coordinador ponente del PND y aliado del excandidato presidencial Carlos Amaya.
“El congresista cumple con su tarea de presentar propuestas y proposiciones que se enmarquen dentro de los ejes temáticos. El Gobierno los revisa y define si los avala o no. Es un trabajo articulado entre proposición y el debate”, dice Castellanos. Añade que, en todo caso, fueron proposiciones conjuntas con la bancada del departamento.
La apuesta de Petro es fortalecer su presencia en los departamentos que fueron su fortín electoral, pensando en las elecciones regionales de octubre, sobre todo después de que el Pacto Histórico sufriera un revés con la retirada de la reforma política. A través de coaliciones, el Pacto busca ganar 17 gobernaciones y 400 alcaldías en las elecciones de octubre.
Congresistas de comisiones económicas, los que tienen más proyectos nuevos
En la negociación voto a voto por pasar el grueso del PND, el Gobierno debe consentir a los 92 congresistas que están en las comisiones económicas. Y una manera de hacerlo es avalando proyectos nuevos que ellos presenten para sacar pecho en sus regiones.
Aunque cualquier congresista puede presentar proposiciones, el Gobierno suele terminar avalando las que presentan desde las comisiones económicas. Es por eso que de los 76 nuevos que entraron a la ponencia que se aprobó en primer debate, la mayoría, 39, son de congresistas de esas comisiones.
Estas comisiones son clave porque lideran el trámite del plan y están a cargo de otros proyectos clave de Petro como el Presupuesto General de la Nación y recientemente, la adición presupuestal que define en qué se va a gastar el gobierno la plata de la reforma tributaria.
“Lo que no esté en el plan plurianual del PND no se puede financiar ni desde el gobierno nacional ni desde las regiones. Si no quedan ahí no hay posibilidad de que gobernadores o congresistas puedan hacer luego la gestión para financiarlos. Esa es la tarea”, señala el senador Juan Felipe Lemos de La U, quien hace parte de la comisión Cuarta del Senado. “Lo que no quede, quedó fuera y lo que quede depende de la voluntad política y la potestad de gasto”, agrega.
En ese sentido, añade Lemos, le pareció particular que el gobierno Petro no haya sido tan abierto a meter muchos proyectos. Al menos hasta ahora. “A diferencia de otros planes, en este le cerraron la compuerta al Congreso. Fueron más prudentes, esa es la lógica”, dice.
Eso lo confirmó Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), en una entrevista con El Tiempo. “Lo que les he dicho a los congresistas es que tratemos de definir grandes proyectos estratégicos. Me da mucho temor que en el Congreso pasemos otra vez a un montón de proyectos pequeños. El sueño es que las bancadas del Caribe propongan 4 proyectos grandes, que las del Eje Cafetero otros 4 y así…pero bueno eso es muy difícil. Seguiré insistiendo”.
Aún bajo esa lógica prudente, el Gobierno cedió con varios proyectos presentados por los congresistas de las comisiones económicas. La negociación se hizo de tres maneras.
La primera es la que hace el congresista directamente con un ministro ya sea para, por ejemplo, hacer una vía (Transporte) o un acueducto (Vivienda). Ahí se vuelve clave el ministro cuando representa a un partido político porque se comunica directamente con el DNP para dar el visto bueno.
La segunda es entre el congresista y Planeación Nacional. Ahí la importancia la tienen los técnicos de Planeación que logran concertar unos proyectos a cambio de que los congresistas hagan lo mismo con las apuestas del Gobierno.
Y la tercera vía es la de la presión vía bancada regional. El congresista de la comisión logra juntar a los demás de la región -así sean de partidos diferentes- y, a veces, con el empujón del gobernador, presenta proyectos que pueden ser estratégicos.
Con esta fórmula, por ejemplo, un departamento como el Huila logró meter cinco proyectos nuevos que presentó el senador Carlos Julio González Villa, que aunque es de Cambio Radical, un partido de oposición, está en la comisión cuarta que es de las económicas.
Ponentes de la reforma a la salud también pescaron en el PND
Dos nombres saltan a la vista en el listado de congresistas que están fuera de las comisiones económicas, pero que lograron el guiño del Gobierno para meter proyectos en el PND.
Son los representantes Gerardo Yepes del partido Conservador y Camilo Ávila de La U. Los dos tienen en común que son de la comisión Séptima y que, además, son coordinadores ponentes de la reforma a la salud que presentó el Gobierno.
Los dos firmaron el documento de la ponencia que se radicó la semana pasada. Eso, a pesar de que sus partidos se apartaron del documento y dijeron que no los representaba. Al menos no hasta que la debatan en las bancadas después de Semana Santa.
El representante Ávila logró que en el PND incluyeran un proyecto para construir un hospital de segundo nivel para Mitú, la capital del Vaupés.
Mientras que Yepes consiguió que le avalaran dos proyectos para el mejoramiento de vías regionales para municipios del Tolima, departamento en el que hay otras dos obras nuevas de las que no aparecieron congresistas dolientes.
Otro integrante de la Séptima de la Cámara, el liberal Hugo Archila, también logró el aval del Gobierno en un proyecto para la recuperación de sitios históricos en Casanare, que es su departamento.
Mantener una buena relación con los congresistas de esa Comisión es clave para el Gobierno porque, además de la de la salud, por ahí también van a pasar las reformas laboral y pensional. Estas concesiones a los congresistas van a ser claves también si el presidente Petro no logra destrabar las negociaciones con los jefes de los partidos políticos y se la juega por la estrategia del voto uno a uno.
Por ahora, el PND va en la mitad de su camino legislativo. Tras ser aprobado en el primer debate en comisiones económicas, el pulso pasará a las plenarias después de Semana Santa. El plazo para aprobarlo vence el 7 de mayo. En caso de que el Congreso no lo logre, el presidente Petro puede sacarlo por decreto.