Ahora que Ingrid Betancourt cayó en desgracia con los colombianos por cuenta de su solicitud de conciliación al Ministerio de Defensa por los daños y perjuicios causados por su secuestro, ¿irá a pagar los platos rotos de Ingrid su tía Nancy Pulecio, nombrada como cónsul en Chicago hace pocos meses?