Foto: Laura Rico Piñeres

“Vamos a cambiar la forma como se relacionan el gobierno y el Congreso”, dijo ayer Juan Manuel Santos tras finalizar la reunión con los directores de los partidos de la Unidad Nacional y los presidentes de Cámara y Senado. Si cumplen lo acordado ayer, es posible que lo logren.

Durante cuatro horas, el presidente electo y los dirigentes de los partidos Liberal, Conservador, la U y Cambio Radical se comprometieron a actuar en conjunto durante los próximos cuatro años.

El cambio principal al que se refiere Santos tiene que ver con el mecanismo que se estableció para llegar a acuerdos dentro de la coalición. Acordaron que los directores de los cuatro partidos conformarán la ‘Mesa del Acuerdo’, que será la instancia donde discutirán cómo y cuando deben actuar sus bancadas.

Con esto, Santos quiere dejar atrás las épocas en las que un ministro debe negociar voto por voto en el Congreso cuando quiere hacer pasar un proyecto de ley, como lo hizo el ministro Fabio Valencia Cossio durante el trámite del referendo reeleccionista o como tuvo que hacerlo Sabas Pretelt para sacar adelante la primera reelección. O para tal efecto, todos los ministros de los anteriores gobiernos.

Si este mecanismo funciona, ahora el jefe del partido negocia al interior de su bancada, negocia luego en la Mesa de Acuerdo, toman una decisión y las bancadas obedecen.

La agenda de los primeros 100 días
En la primera rueda de prensa de la Unidad Nacional, Juan Manuel Santos estuvo junto a los directores en los partidos  y los presidentes de Cámara y Senado. El presidente electo anunció los primeros principales puntos de su agenda legislativa, y aprovechó para nombrar a Vargas Lleras como su Ministro del Interior y a Rodrigo Rivera en el Ministerio de Defensa.

Fotos: Laura Rico Piñeres

En esta reunión también definieron las prioridades legislativas para los primeros cien días de gobierno.

Aunque aún se esperan los textos de los proyectos de ley que presentarán los ministros de Santos, los cinco primeros puntos en la agenda legislativa ya fueron acordados por la coalición.

Los proyectos de Primer Empleo; el de regalías (que plantea la formación de un fondo de compensación mediante el cual la plata que antes se quedaba en los municipios petroleros y mineros ahora se repartirá en todo el país); el de ordenamiento territorial; la creación de nuevos ministerios y la Ley de Tierras son los que tendrán que aprobar Cámara y Senado durante los primeros días de la presidencia de Juan Manuel Santos.

Esta agenda refleja de alguna manera los intereses de cada partido de la coalición y también su poder relativo dentro de la misma.

Los liberales tenían dos prioridades: la ley de víctimas y programas para erradicar la pobreza. Santos no incluyó la primera dentro de la agenda, pero compensó con lo segundo.

El proyecto de Primer Empleo fue uno de los más defendidos por Rafael Pardo durante su campaña y también uno que Santos elogió desde los primeros debates. Se trata de una ley que incentiva a las empresas para que vinculen más jovenes durante su primer año de empleo. Pardo propuso eliminar las exenciones a la reinversión de utilidades en bienes de capital por exenciones a la creación de empleo. Incluiría tambien un programa masivo de construcción, restituir las horas extras y eliminar las cooperativas.

Aunque no incluyó el tema de la Ley de Víctimas, que es una bandera de los liberales, si se logra hacer un verdadero programa de restitución de tierras se conseguiría una parte importante de la reparación que defendieron el año pasado los liberales Guillermo Rivera y Juan Fernando Cristo en la ley que el gobierno hundió.

La ley de ordenamiento territorial deja contentos a todos los partidos. Aunque no dieron detalles sobre su contenido, lo que busca es la creación de una región Caribe autónoma, una petición de la bancada costeña. En Cambio Radical, los senadores Fuad Char y Antonio Guerra de la Espriella, unas de las más altas votaciones de Cambio Radical, son los que más han insistido en esta iniciativa. Pero también Armando Bennedetti, de La U, y los conservadores Efraín José Cepeda y Roberto Gerlein, quienes tienen buena parte de su apoyo en la Costa Atlántica.

Ese proyecto deja contento a Vargas Lleras, quien además consiguió la cartera del Interior (su eventual nombramiento como Mindefensa desató la furia de Uribe, quien envió el mensaje de que se iría del país si eso sucedía pues no se sentiría seguro). Pero no quedó entre las prioridades legislativas el proyecto de fortalecer la autonomía de la justicia, una de las prioridades de Vargas Lleras.

Aún están por fuera también la reforma política y la reforma a la salud, que fueron caballitos de batalla de Vargas durante su campaña, y que hacen parte de los cuatro puntos que acordó su bancada para hacer parte de la Unidad Nacional.

Y a los azules, Santos no les ha dado su respaldo aún en el tema de crear un Ministerio para la Mujer y para la Familia ni el fortalecimiento de la Justicia Penal Militar.

A primera vista, los conservadores parecerían ser los que menos ganaron en la agenda legislativa, pero la senadora conservadora Myriam Paredes, quien ahora es la nueva vocera de la bancada azul en el Senado, dijo a La Silla Vacía que la Ley de Tierras sería una de las iniciativas que acordaron los conservadores, y en particular, el senador Hernan Andrade.

Obviamente, todos estos puntos de la ‘Unidad Nacional’ reflejan sobre todo el programa de gobierno de Juan Manuel Santos. El tema de las regalías, la estrategia del primer empleo para bajar el desempleo y el de la región Caribe fueron defendidos o elogiados por Santos durante la campaña. Del tema de tierras habló menos, pero personas cercanas a él dicen que es un tema prioritario en su agenda.
 

La unidad nacional desde adentro y lo que quedó por fuera

Haber logrado sacar este acuerdo programático y procedimental en un solo día es un triunfo que se anota Santos. Pero, como es predecible, el diablo estará en los detalles.
 

El Partido Conservador, los liberales y Cambio Radical se adhirieron a la campaña de Juan Manuel Santos después de la primera vuelta, con la promesa de que algunos puntos en su agenda serán apoyados por las mayorías de la Unidad Nacional.  

Fotos: flickr de Juan Manuel Santos

Aunque los partidos están obligados a actuar en bloque cuando sus directivas lo ordenan, las luchas internas por decidir cuando y cómo van a apoyar los proyectos que irán a discutir los directores del partido en la ‘Mesa de Acuerdo’ determinará qué tan unida es la Unidad Nacional. Y lo cierto es que muchas veces los congresistas de una misma bancada pueden compartir ciertas afinidades ideológicas, pero representar intereses excluyentes.

Cuando llegue al Congreso la Ley de Tierras, habrá una puja entre aquellos que representan los intereses latifundistas y aquellos que vienen de zonas con alta concentración de desplazados, o de sectores urbanos. Lo mismo ocurrirá cuando se debata el proyecto de regalías. Los senadores que vienen de municipios mineros o petroleros defenderán a capa y espada que la plata de sus municipios no se vaya a otras regiones. Ahí, la labor de Benedetti, como Presidente del Senado, será fundamental.

Con este esquema, la verdadera oposición no vendrá de los partidos por fuera de la ‘Unidad Nacional’ como el Polo, el Mira o los Verdes, que podrán hacer cierto ruido, pero cuyas posiciones poco peso tendrán en un Congreso donde la coalición oficial tiene el 80 por ciento de los votos para aprobar cualquier proyecto. Vendrá desde dentro de la coalición puesto que cada bancada tiene sus intereses e incluso dentro de la bancada las posiciones están lejos de ser unánimes.

Tan solo ayer, el presidente del Senado Armando Benedetti se opuso al proyecto de ley del gobierno que busca que el Fiscal General sea elegido por el Presidente y no por la Corte Suprema de Justicia. Es una propuesta que Santos defendió durante su campaña, pero que despierta todo tipo de sensibilidades dentro de los partidos de la coalición.
Después de ser designado como Ministro del Interior, a Germán Vargas Lleras se le preguntó qué opinaba sobre esta reforma y el jefe de Cambio Radical prefirió no responder la pregunta. Dijo que contestaba la próxima semana.

Otros temas que Santos acordó con los partidos que se le unieron antes y después de la segunda vuelta aún no han sido tratados por el nuevo gobierno.

Hasta ahora lo único claro con respecto al proyecto de ‘Unidad Nacional’ es que la agenda de Santos será más liberal que la defendida por el actual gobierno en los últimos ocho años; que el gobierno no negociará al menudeo sino con las cúpula de cada partido; y que en términos generales, el presidente electo ha dejado satisfechas a las bancadas que se unieron a La U y que arrancará su mandato con un poder inmenso para sacar adelante sus proyectos prioritarios.

Pero solo cuando se debata la filigrana de los proyectos se sabrá si logra poner a los 211 congresistas de su gran familia en una foto.