Después de que empezaron a salir los comerciales de Cambio Radical, emitidos en el prime time de la TV abierta con una exaltación de la vida de Germán Vargas Lleras, el exvicepresidente recibió una llamada de su hermano, Enrique Vargas, con quien habla casi todos los días. “¿Se va a lanzar?”, preguntó la voz al otro lado de la línea. Vargas lo negó de nuevo. La especulación sobre esta candidatura la comparten hasta sus consanguíneos.
Es una duda que cobró aún más intensidad ayer y seguirá viva hasta después del domingo de elecciones. Cambio Radical, según confirmó una fuente de la Registraduría a La Silla Vacía, pidió cita para inscribir una candidatura presidencial el próximo viernes. Según la periodista María Alejandra Villamizar de Caracol Radio, el inscrito será Germán Córdoba, el secretario general del partido, un relleno para guardarle la posibilidad a Vargas de tomar una decisión después de las consultas, hasta el 18 de marzo, fecha límite de modificaciones de la candidatura.
Más allá de cual sea la decisión, hoy una candidatura de Vargas Lleras, de 60 años, tiene pocas posibilidades de éxito, como él mismo lo ha reconocido en círculos privados. Un nuevo nombre en la derecha, además de Oscar Iván Zuluaga y el candidato del Equipo Colombia, sería un plan C que solo agregaría mayor dispersión en el bloque de partidos tradicionales y representantes del establecimiento que buscan pasar a segunda vuelta. Para hacerlo compiten no solo con Petro, también con el candidato del centro, que se podría ver beneficiado de una nueva derecha aún más dividida.
Aún así, la mera opción abierta refleja el nivel de temor y ansiedad ante la candidatura de Gustavo Petro y su promesa de cambios profundos en la economía del país.
Listo por si acaso, pero sin caminos reales
En conversaciones privadas con cercanos Vargas reconoce abiertamente que él es todo lo que la gente que sale a marchar rechaza: hombre, blanco, rico, político y del establecimiento. Esta conciencia de que el momento del país está en contra suyo persiste aún cuatro años después de que las urnas se lo confirmaran. En el 2018 tuvo una estruendosa derrota en primera vuelta, cuando fue superado por Duque, Petro y Sergio Fajardo, y sacó apenas 1.4 millones de votos.
Eso no significa que no se quiera lanzar. Según una fuente cercana tiene un equipo de campaña armado y listo para arrancar si él se decide. Además, según le dijo a La Silla otra persona que lo ha aconsejado, Vargas le hizo la pregunta de si se lanzaba hace unos meses. La respuesta fue la misma: no.
El mismo Vargas negó que lo fuera a hacer, con un regaño al candidato al Senado que apoya, David Luna, quien dijo Vargas pensaba lanzarse. “No es cierta su afirmación, que yo esté listo para lanzarme. Tenga el mínimo respeto con la decisión que tomé”, le recriminó Vargas.
Según la última encuesta Invamer de intención de voto, Vargas tiene una desfavorabilidad de 36 por ciento y una favorabilidad de 22 por ciento. Si se lanza, llegaría a un terreno político en el que su partido ha estado rodeado de controversias, en unas elecciones donde la cara más visible de Cambio Radical ha sido la familia Char.
Arturo Char, el senador, está avalado por el partido y busca la reelección mientras es investigado por compra de votos por la Corte Suprema en la conspiración por la cual fue condenada Aída Merlano. Y su hermano Álex, examante de Merlano, se lanzó como independiente pero cuenta con el apoyo de buena parte de la bancada. Sobre ambos, Vargas ha mantenido silencio durante la campaña y el mes pasado se reunió con Álex para limar asperezas, según Semana.
En un terreno hostil a su eventual candidatura, la persona que ha aconsejado a Vargas especula que busca mantener una opción abierta ante la “genuina preocupación que tiene por la posibilidad de que Petro llegue a la presidencia”. Otro político con el que Vargas ha trabajado, que pide no ser mencionado para no agitar su proverbial mal genio, dice que Vargas “no puede renunciar a ese propósito que ha ocupado su vida entera”, refiriéndose a la presidencia de Colombia.
También en el terreno de la especulación, el político, dice que el exvicepresidente estaría siendo empujado por banqueros asustados con la llegada de Petro, quienes le han ofrecido financiación. Y que Vargas vería una posibilidad de entrar especialmente si en el Equipo por Colombia no gana Federico Gutiérrez, el candidato percibido como más fuerte, en la consulta del 13 de marzo.
Si, por ejemplo, ganaran David Barguil o Alex Char, Vargas podría entrar a jugar como una tercera opción para una derecha con candidatos con poca experiencia y trayectoria nacional. Aún más si quien gana en el centro es Sergio Fajardo, lo que podría empujar a César Gaviria y al partido Liberal a una alianza con Gustavo Petro.
Sin embargo, sus opciones no son buenas. Además de hostil, el terreno que busca copar Vargas está bastante poblado. Encima del representante del Equipo por Colombia, está Oscar Iván Zuluaga, que según la Registraduría inscribirá su candidatura también el viernes. Eso, sin contar a Rodolfo Hernández, que suele quitarle más votos a la derecha. Que Vargas logre un mejor resultado en 2022 que en 2018, contra dos competidores con los cuales ya perdió, después de un Gobierno impopular que él apoyó y donde tiene representación, entrando a la campaña tarde, no es un escenario con muchas opciones de éxito.
Aun así, ahí está como una opción, en un sector que siente que se está quedando sin ellas para hacerle contrapeso a Petro.
Felices en Cambio
Una persona que conversó con Vargas luego de que se filtrara que Cambio Radical tenía cita en la Registraduría dice “estaba cagado de la risa con toda la controversia que se está armando”. Vargas no ha gastado mucho más que unos comerciales en TV y logra jugar en la campaña. Al final, puede retirar la candidatura el 18 de marzo y hasta entonces Vargas entra con más fuerza en los días de negociaciones posteriores a las consultas.
Y no ríe solo. Dos congresistas de Cambio que buscan la reelección, que pidieron no ser citados por temor a aparecer en un artículo sobre Vargas, dijeron que desde que salió el comercial el interés en el partido y por ellos había aumentado.
Uno de ellos, en la Costa Caribe, está apoyando la candidatura de Char. Dijo que la mera posibilidad de Vargas “entusiasmaba”. Aún así, contó que ya la operación para apoyar a Char estaba andando y que estas especulaciones de último momento no cambiarían esos apoyos. El otro, en Bogotá, afirmó que no cree que Vargas se lance pero que se trata de una manera de impulsar las listas al Congreso.
Un empujón bienvenido. Cambio llega a las elecciones con dos pérdidas sensibles en su lista al Senado. No estarán Rodrigo Lara, que renunció al partido, ni Richard Aguilar, que está preso mientras la Corte Suprema lo investiga por corrupción cuando era gobernador de Santander.
Además, en la campaña de opinión, Cambio Radical, al igual que el Centro Democrático y el partido Conservador, se ha vendido como el partido que puede detener una ola de populismo en el Congreso. Contar con la cara de Vargas ayuda a empujar ese mensaje.
Más allá de si eventualmente se lanza, cuanto menos Vargas ya envió un mensaje interno de que él sigue siendo la figura más influyente en un partido donde los Char habían ganado cada vez más espacios. A un costo muy bajo, el ruido mediático de especulaciones cerrará de forma gratuita una campaña en la que parte de la atención sobre Cambio Radical pasa de Barranquilla a Bogotá, de Char y Merlano a Vargas Lleras.