En Bolívar y Tolima el Pacto Histórico y el partido Alianza Verde se juntaron para conformar listas a la Cámara que tienen herederos de políticos condenados: uno por parapolítica y otro por corrupción.
Tanto el Pacto Histórico como el Verde son movimientos que se llaman a sí mismos “alternativos”. Buscan diferenciarse de los partidos tradicionales con banderas sobre lucha contra las maquinarias políticas y el clientelismo.
“La legitimidad de los fines ha de ser coherente con la legitimidad de los medios. No aceptamos el clientelismo y la corrupción. No todo vale”, dice un principio ético del Verde.
En agosto del año pasado, Petro promovió el Pacto Histórico como un movimiento para “cambiar el Congreso de la República y quitárselo de las garras a la corrupción”. Que el pueblo haga las leyes, es el principio básico de la democracia. La lista del Pacto le permitirá a usted elegir gente del pueblo al Congreso”.
Pero las listas conjuntas con el Pacto Histórico de Petro en los dos departamentos (de cuatro en total donde se aliaron) muestran que ambos han optado por el pragmatismo político y electoral a costa de la coherencia con su discurso alternativo.
En Bolívar, el Verde también con la heredera de un parapolítico
Uno de los pulsos más agitados en la confección de las listas del Pacto Histórico (Polo, Colombia Humana, ADA, UP, Mais) se vivió en Bolívar. En ese departamento, el Pacto incluyó en su lista a la Cámara a la administradora de servicios de salud Sandra Villadiego, esposa y heredera política del parapolítico Miguel Rangel.
Villadiego llegó de la mano de Roy Barreras, hoy candidato al Senado, antes precandidato presidencial.
Cuando La Silla anticipó la candidatura de Villadiego en octubre, líderes del petrismo como Gustavo Bolívar salieron a desmentir y descartarla. “Para tranquilidad de los millones de seguidores del Pacto Histórico me aclaran, oficialmente, que las listas no tendrán parapolíticos ni familiares de parapolíticos”, publicó el senador Gustavo Bolívar en Twitter el 27 de octubre
Pero finalmente Villadiego quedó en la lista y ya está haciendo campaña de la mano de su esposo, el parapolítico Rangel.
Lo que había pasado de agache en esa polémica es que la candidatura de Villadiego va a tener indirectamente el apoyo de la Alianza Verde. Eso, porque el Verde hizo casi que a última hora una coalición con el Pacto Histórico para poner un candidato suyo en esa lista abierta y su logo en la coalición.
Ese candidato Verde es el administrador de empresas y secretario regional del partido, Raineer Rodríguez. La dirección nacional de Verde le dio el aval el 8 de diciembre y el acuerdo de la coalición se firmó el 12 de diciembre, horas antes del cierre de inscripciones.
Según Rodríguez cuando el Verde autorizó esa alianza con el Pacto, el nombre de Villadiego no estaba en el listado de candidatos. “Nos enteramos en la Registraduría, allá fue cuando la vimos (…) Ella fue la última que llegó a inscribirse y nos zamparon la nota. No tengo nada contra ella, no tiene ninguna investigación, pero sí fue duro verla ahí por lo que representa. Pero no podíamos hacer nada, si no firmábamos la lista se caía”, dice.
Tras la inscripción los integrantes de la lista posaron para una foto oficial de esa alianza.
La confirmación de la inscripción de Villadiego generó revuelo nacional y diferentes sectores políticos salieron a echarle en cara eso a Petro y sus aliados. De hecho, eso generó especulaciones sobre la posible renuncia de Villadiego. Pero pasada la semana de modificaciones que dio la Registraduría, la lista no tuvo cambios y la Alianza Verde se mantuvo en el acuerdo.
“Hablé con Jaime Navarro y Carlos Ramón González (cabezas del Verde en Bogotá) ellos se sorprendieron, me preguntaron qué hacíamos. Pero hicimos el análisis de que podemos vencer a Sandra Villadiego, esa fue la conclusión, y ahí estamos. Esto es a voto limpio”. añade Rodríguez.
Los estatutos de la Alianza Verde mencionan que todas las coaliciones propuestas desde las regiones deben ser aprobadas en la Dirección Nacional. “No se podrán realizar alianzas o coaliciones sin previa autorización de la Dirección Nacional”
Acuerdo Bolivar Verde by La Silla Vacía on Scribd
Para los dos sectores alternativos ir juntos en esta coalición es un gana-gana porque no tienen estructuras fuertes para pelear una curul de Bolívar de manera separada. En las elecciones de 2018 la unión Alianza Verde y Polo Democrático sacó 30 mil votos de los 70 mil que necesitaba para lograr una curul, mientras que la Colombia Humana, la UP, o el Mais no presentaron candidaturas.
En el caso de las elecciones de marzo la apuesta es que los movimientos de la lista empujen por igual para sacar los 80 mil votos que mínimo se requerirán esta vez para superar el umbral y lograr una curul. Superado el umbral, gana la curul quien haya sacado más votos individuales, y Villadiego es la que arranca con una estructura más grande para lograrlo.
Eso si finalmente desde el mismo Pacto Histórico no logran desmontar la lista por la vía jurídica. El representante petrista a la Cámara, David Racero, le pidió al Consejo Nacional Electoral, CNE, que tumbe esa lista que fue aprobada con la firma de Petro, alegando que no cumple la cuota de género.
“Nosotros fuimos enfáticos en que la señora Sandra Villadiego no debía estar en la lista, ella no responde a nuestro ideario ético. Por cosas de lo nacional o lo regional terminó siendo avalada. Yo, como David Racero, decidí que la manera de propiciar que esa lista no avance es poner esa demanda por el vicio de cuota de género”, le dijo Racero a La Silla.
Dice Racero que si su demanda prospera es posible que los partidos de la coalición puedan recomponer la lista sacando o reemplazando a Villadiego. Por ahora, el CNE no se ha pronunciado y Villadiego sigue de gira política por el Bolívar promoviendo los logos del Pacto y el Verde.
En Tolima, el Pacto y el Verde juntos con la sobrina de un condenado barón electoral
En Tolima la lista del Pacto Histórico y la Alianza Verde es una mezcla entre movimientos sociales y maquinarias políticas tradicionales.
Allá el acuerdo no fue a última hora como pasó en Bolívar porque desde un principio estuvo ambientado por la dirigencia Verde regional. El diputado verde Renzo García, de la línea del precandidato presidencial del Pacto Camilo Romero, tendió los puentes para armar un solo bloque y meter en la lista a la líder ambientalista Martha Alfonso.
Los movimientos sociales también lograron incluir a Camilo Padilla, exconcejal del Polo en Cajamarca y uno de los líderes de la causa ambientalista que se opuso a la explotación minera en ese municipio y promovió la histórica consulta popular de 2017.
El lado de las maquinarias políticas lo representa la abogada y excandidata al concejo de Bogotá, Sandra Salazar Martínez, heredera de la poderosa y cuestionada casa electoral Martínez Rosales. Llegó a la lista como ficha del Pacto y de acercamientos hechos por el exalcalde de Ibagué y aliado de Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo.
La abogada Salazar es hija de la exsenadora y actual diputada Rosmery Martínez Rosales, y sobrina del excongresista Emilio Martínez Rosales, quien fue condenado por peculado en el 2008 pues permitió que se perdieran 102 millones de pesos en contratos para adquirir papelería cuando era el presidente de la Cámara en 1999. Además fue inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos.
La Fundación Pares, que tiene vínculos con la Alianza Verde, documentó en su informe “Los herederos y las herederas de todas las formas de corrupción” esos cuestionamientos a la candidatura de Salazar Martínez. Sin embargo, Pacto Histórico y Alianza Verde, donde ahora es candidato el ex director de Pares, Ariel Ávila, sellaron su coalición.
“Son realidades del momento, esos procesos de cambio en algunos momentos no se puede de una u otra manera solamente juntándonos los mismos. Acá hay que abrirnos a la posibilidad de que otros actores entren. Somos democráticos, no hay talanqueras, es una integración programática y no en lo individual”, dice el diputado García sobre esa coalición.
En Tolima la unión de estos sectores alternativos también tiene un cálculo electoral porque en las elecciones de 2018 el Verde y el petrismo, con su lista de Decentes, se fueron por separado y ninguno logró superar el umbral.
“Yo encabecé la lista Verde y nos quedamos con 21 mil votos, y la lista del equipo de Guillermo Jaramillo (aliado de Petro) se quedó en 23 mil. Los dos nos quedamos a la mitad de la cifra repartidora. Si hubiéramos estado juntos habríamos logrado una curul. Por eso esta vez nos juntamos los sectores alternativos porque de otra forma es muy difícil”, añade García.