En medio del debate de las reformas a la seguridad social, en los últimos días ha surgido un grupo que está particularmente interesado en ser tenido en cuenta: los colombianos radicados en Venezuela. La Asociación de Colombianos en Venezuela, una organización chavista con 32 mil afiliados, está en Bogotá esta semana haciendo lobby para que los connacionales que migraron al vecino país y no se han devuelto puedan beneficiarse también de la reforma pensional y la de salud.

La Asociación hace censos de los colombianos radicados en Venezuela, habla con el oficialismo venezolano para que puedan acceder a servicios, y ahora busca ser un puente entre la diáspora en Venezuela y las reformas del cambio que propone el gobierno de Gustavo Petro. Su líder, Juan Carlos Tanus, es un sucreño desplazado por los paramilitares hace 19 años y quien se ha convertido en el interlocutor entre los colombianos y el gobierno de Nicolás Maduro, con el que Tanus comparte ideales bolivarianos.

El nuevo plan de Tanus

Tanus es fiel defensor del proyecto bolivariano de Chávez, como también se define el presidente de la Asociación, Félix de Alcázar. Aunque dicen que no todos los afiliados o directivos son chavistas, la Asociación ha participado de lleno en la agenda del oficialismo en Venezuela.

Por ejemplo, para las elecciones presidenciales del 2012, Tanus hizo campaña para Chávez y se puso como meta conseguir, por lo menos, 500 mil votos entre los colombianos inscritos en el registro electoral venezolano.

“Los colombianos en Venezuela encontraron en Chávez un presidente que apalancó una política para su regularización”, explica Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, “por eso muchas organizaciones terminaron militando en el chavismo”, agrega.

El mismo Tanus también ha tenido aspiraciones políticas: se ha lanzado en dos ocasiones a la Cámara por los colombianos en el exterior –con el aval liberal en 2014 y con el Verde en 2018 como fórmula de Juan Luis Castro Córdoba, el hijo de Piedad Córdoba–.

Aunque Castro llegó al Senado en 2018, Tanus se ha quemado las dos veces. La Asociación también ha apoyado las campañas de Piedad Córdoba a la presidencia en 2018 y el año pasado apoyaron la de Gustavo Petro.

La Asociación siempre ha sido cercana a la izquierda colombiana. En 2005 reconoció que los colombianos en Venezuela significaban un capital político clave. Por eso, en octubre del 2005, se propuso llevar políticos colombianos para que interactuaran con sus posibles votantes de ese lado de la frontera. “Había un plan para organizar políticamente a los migrantes colombianos en Venezuela”, cuenta Tanus, “por eso queríamos que los líderes colombianos visitaran Venezuela”, dice.

Dentro de las giras parlamentarias que organizaron, llevaron a Piedad Córdoba, Alexander López e, incluso, el excandidato presidencial, Carlos Gaviria.

Hoy, la Asociación hace campañas para la liberación de Álex Saab, el empresario colombiano extraditado a Estados Unidos por lavarle plata al régimen venezolano. “Álex participó en nuestra defensa de la colombianidad en territorio venezolano”, dice Tanus, “hoy hacemos campaña para su liberación porque es injusto que Estados Unidos lo mantenga secuestrado”.

La Asociación de Tanus tuvo su mayor número de afiliados entre 2006 y 2010, cuando no bajaban de 200 mil colombianos, pero dice que el 2022 cerraron con tan solo 32 mil.

La afinidad con Petro abre las puertas a la agenda de Tanus

Tanus y de Alcázar, el presidente de la Asociación, llevan varias semanas en Bogotá. “Este es un buen momento para que el Estado colombiano devuelva los favores y las compensaciones que el venezolano ha tenido con sus nacionales”, dice Tanus. Se refiere a los servicios de salud, educación y vivienda a los que los colombianos en Venezuela accedieron cuando fueron regularizados por el chavismo.

“Se trata de que hay necesidades de la población colombiana que está allá”, explica. Dentro de su agenda en Bogotá está hablar con el ministerio de Trabajo para que incluya a los colombianos retornados y los que quieran regresar en el sistema de pensiones y con la Agencia Nacional de Tierras para que tenga en cuenta a los campesinos colombianos desplazados a Venezuela en la repartición de predios.

Además, tuvieron cita en el minSalud para que se contemple la atención a sus connacionales en el extranjero, por medio de pagos a los prestadores de servicios en Venezuela o al Estado venezolano que ha invertido en la salud de los colombianos que viven en su territorio.

“Creemos que en los diálogos entre Colombia y Venezuela, no bastan solamente las mesas de integración frente a la migración que ha trazado el compañero Gustavo Petro, falta la decisión política de darle solución a temas puntuales”, concluye.

Pero la prioridad de la Asociación es un estudio de caracterización de los colombianos, como el que le entregaron a Chávez en el 2007, que están haciendo ahora con 11 preguntas para que los colombianos contesten por WhatsApp. “Se hace en 15 minutos y nos ayuda a tener el perfil migratorio de los colombianos en Venezuela”, le dijo Tanus a La Silla. La información recogida se la han presentado al embajador Benedetti como una herramienta para la formulación de políticas públicas para los colombianos en Venezuela.

Del estudio esperan sacar la cifra de cuántos colombianos viven ahora en ese país, que según una alocución de Maduro en marzo de este año titulada “Miércoles Productivo” ascienden a 6 millones, uno menos que los siete millones de Chávez en 2007. “Venezuela es un país receptor de migración”, dijo Maduro, para hablar sobre los “seis millones de colombianos que viven en Venezuela y jamás esperan irse de aquí”.

El último censo que hizo la República Bolivariana fue en 2011, cuando los colombianos en Venezuela no superaban los 720 mil. “Ninguna de las cifras que dice Chávez o Maduro tiene base en algún tipo de estudio o censo oficial”, asegura María Gabriela Trompetero, investigadora de temas de migración en la Universidad de Bielefeld, en Alemania.

El embajador en Caracas, Armando Benedetti, anunció el 29 de noviembre que “arranca la metodología y el proceso para hacer un censo de cuántos colombianos y colombianas hay en Venezuela para tramitarles el registro civil de nacimiento y la cédula digital.”, trinó.

“El embajador tiene muy buenas intenciones, pero poco presupuesto para hacerlas realidad”, dice Tanus, que se ha reunido en varias ocasiones con Benedetti en Caracas para “construir una agenda colectiva”.

El embajador no está dando declaraciones a medios, pero la Registraduría le explicó a la Silla que su aporte para el censo de los colombianos en Venezuela consiste en entregarles herramientas tecnológicas a los consulados para que los colombianos que viven allí se registren. Entre las prioridades de la Registraduría están los consulados de España y los de Venezuela, cuyo restablecimiento le costará 20 mil millones de pesos a la Cancillería.

El censo electoral de la Registraduría le sirve a la Cancillería, que también recoge información de la población colombiana en el exterior a través del registro consular, que es un formulario digital creado en el 2013 que los colombianos diligencian de manera voluntaria. Con el cruce de esa información, organizan los puntos de votación para que sufraguen los colombianos que no viven en el país en las elecciones legislativas y presidenciales.

Tanus espera encontrar 8 millones de colombianos en Venezuela, pero cualquiera que sea la cifra, se convertirá en un importante capital para el político que más de cerca conozca cómo vive esta “colombianidad” del otro lado de la frontera. 

Soy periodista del En Vivo y también escribo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Estudié historia y ciencia política, con énfasis en relaciones internacionales y periodismo, en la Universidad de los Andes.