La nueva reforma política tiene estudiando a los asesores de los congresistas que tienen preferencias por candidatos a las alcaldías y gobernaciones que pertenecen a partidos diferentes a los que pertenecen.
En el artículo segundo de la Ley estatutaria que hoy está en control de la Corte Constitucional, prohibe la doble militancia de manera muy precisa: “Quienes se desempeñen en cargos de dirección, gobierno o administración y control dentro de los partidos y movimientos políticos o hayan sido o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados”.
Uno de los casos que ya se hizo evidente es el del senador de la U, Armando Benedetti, quien anunció que apoyará el candidato oficial para la Alcaldía de Bogotá del Partido Verde, Enrique Peñalosa. Si su partido decide apoyar a alguien de sus filas, el Presidente del Senado estaría cometiendo la doble militancia, a menos que los dos partidos realicen una coalición.
Benedetti es el primero, pero con toda seguridad la lista será larga. Las sanciones serían políticas, es decir que las fijaría el propio partido.