Hace una semana la senadora Alexandra Moreno Piraquive, cabeza del Movimiento Mira, anunció sorpresivamente que no regresará al Congreso el próximo año porque quiere dedicarse más a su familia. El gran reto ahora para el mira es no desaparecer y su estrategia para sumar los 120 mil nuevos votos que necesita para mantenerse como la octava fuerza política del país no es novedosa, sino una continuación de la que ha venido poniendo en marcha desde que nació hace 13 años. Estos son sus ejes centrales.

Hace una semana la senadora Alexandra Moreno Piraquive, cabeza del Movimiento Mira, anunció sorpresivamente que no regresará al Congreso el próximo año porque quiere dedicarse más a su familia.

Esta noticia -anunciada en una carta a la secretaría general del Mira- cayó como un baldado de agua fría entre muchos miraístas, que esperaban que su fundadora y figura más visible fuese de nuevo su cabeza de lista, como ha sido en las tres últimas elecciones y como se había acordado en su convención de febrero. “Lo recibimos con sorpresa pero con profundo respeto”, le dijo a La Silla el senador y presidente miraísta Carlos Baena.

El gran reto para este partido de origen cristiano -que sumó 324 mil votos en 2010, que tiene una bancada de cuatro congresistas y que se ha ganado la reputación de ser uno de los más disciplinados- es no desaparecer. Con el nuevo umbral del 3 por ciento de todos los votos, la cifra mágica para tener bancada propia en el Senado ahora será de unos 450 mil votos.

La estrategia del Mira para sumar los 120 mil votos que necesita para mantenerse como la octava fuerza política en el Congreso no es novedosa, sino en realidad una continuación de la que ha venido poniendo en marcha desde que nació hace 13 años. Estos son sus ejes centrales:

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El Mira busca sobrevivir al umbral

El próximo año no será la primera vez que el Mira, un movimiento político y social liderado por miembros de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, se enfrenta al umbral. De hecho, el partido ha logrado un crecimiento sostenido desde que eligió a sus primeros diputados en 2001, gracias en gran medida a que un número significativo de sus base electoral pertenece a la iglesia neopentecostal fundada por el pastor Luis Eduardo Moreno y su esposa María Luisa Piraquive, padres de la cabeza visible del Mira.

En 2002, Moreno Piraquive -fundadora y líder del partido- llegó al Senado con 81 mil votos y la mayor votación entre las candidatas mujeres. Cuatro años después, el Mira triplicó ese número, alcanzando 237 mil votos y dos curules, que llevaron al Senado a su primo Manuel Virgüez Piraquive. En 2010 los miraístas sacaron 324 mil votos, ganaron una tercera curul en el Senado con Baena y una primera en la Cámara con Gloria Stella Díaz. Eso les dio su actual bancada de cuatro congresistas.

Pero el salto a 450 mil votos es más difícil y obliga al partido a buscar votos por fuera de sus estructuras tradicionales, ya que le resulta más difícil aumentar el número de sus votantes que a otros partidos.

Por ahora, el Mira está enfocado en su estrategia de lograr que cada uno de los 60 mil líderes comunitarios que se han formado en muchos de los talleres profesionales que ellos ofrecen traiga 10 votos. Con eso podrían sacar 600 mil votos y superar tranquilamente el umbral.

Para ganar más votantes, más que buscar alianzas con otros grupos cristianos, el Mira sigue en su política de abrirse a otros sectores de la sociedad. De hecho, no todos sus militantes son cristianos y la mayor parte de su labor legislativa no proviene de una agenda tradicionalmente cristiana.

En los últimos años los congresistas del Mira se han venido moviendo en temas como los servicios públicos, el precio de la gasolina, las madres comunitarias y los conductores borrachos, todos ellos con capacidad de conectar con un electorado urbano. Algo similar han hecho en Bogotá, uno de sus fortiles electorales, con temas como el cobro de la valorización.

“Hemos estado llegando al sector de la clase media en todo el país, sin descuidar los otros estratos”, reconoce Carlos Guevara, el ex concejal y ex candidato a la Alcaldía de Bogotá que liderará la lista a la Cámara por Bogotá, esperando mantener la curul que hoy tiene Gloria Stella Díaz.

El Mira también está apostándole a cosechar votos de opinión entre las mujeres, ya que es el único partido en donde la mitad de sus candidatos son siempre mujeres y que ha apostado tradicionalmente por las “listas cremallera”, donde se alternan hombres y mujeres siempre. Tan alta es su representatividad femenina que las elecciones pasadas su dificultad fue llegar al tope mínimo de género del 30 por ciento, pero de hombres.

A eso se suma que los elegidos del Mira, desde congresistas hasta diputados y concejales, ya están recorriendo sus zonas electorales para hacer rendiciones de cuentas, uno de los compromisos que tienen que hacer los candidatos de este partido cristiano.

Una de las principales apuestas del Mira para 2014 es sacar un par de curules en la Cámara, aprovechando que en la última década se ha venido fortaleciendo en varias regiones además de Bogotá. Como dice el senador y presidente del Mira Carlos Baena, “estamos en la situación paradójica de enfrentarnos al umbral y al mismo tiempo poder doblar nuestra participación en el Congreso si lo superamos”.

Gracias a su trabajo de base y el crecimiento en sus votaciones en varias regiones -como el Eje Cafetero, Valle del Cauca, Caquetá y los colombianos en el exterior- el Mira cree que tiene posibilidades reales de alcanzar un par de nuevas curules.

En Bogotá -uno de los fortines tradicionales del Mira- aspiran a sacar 140 mil votos, o la tercera parte de los que necesitan para mantener la personería jurídica. Como Gloria Stella Díaz intentará saltar al Senado, el más opcionado es Carlos Guevara, que sacó 59 mil votos en las últimas elecciones para Alcalde en Bogotá y fue concejal entre 2008 y 2011. Con él aspirarán Jairo Jaramillo, quien fue edil de Engativá, y Orlando Cornejo, que fue candidato al Parlamento Andino (cuando la lista del Mira sacó 400 mil votos)

En Risaralda su apuesta es Martha Cecilia Alzate, una odontóloga que ya fue en 2001 una de las primeras tres miraístas en ser elegidas para un cargo público. Alzate, que ha sido dos veces diputada, sacó 38 mil votos en las últimas elecciones a la Gobernación de Risaralda, quedando tercera detrás del independiente Carlos Alberto Botero.

También tienen buenas opciones en Caquetá, donde ganaron -con 55 mil votos- la Gobernación en 2011 de la mano de Víctor Isidro Ramírez. El más opcionado es Yimmer Botero, ex concejal de Florencia y ex integrante de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de Alexandra Moreno Piraquive.

En el Valle la candidata es la profesora Guillermina Bravo, que fue elegida diputada en 2008 con 12 mil votos. Como contó La Silla, el Mira podría ser uno de los beneficiarios de un colapso electoral de Opción Ciudadana -el antiguo PIN- gracias a su fuerte base electoral en el norte del Valle, muy cercano geográfica y culturalmente al Eje Cafetero. Y en Caldas, el abogado Armando Ramírez, que fue candidato a la Gobernación en 2011 y sacó 21 mil votos, quedando tercero por detrás de Guido Echeverri.

Finalmente también tienen posibilidades con los colombianos en el exterior, sobre todo después de que el Congreso aprobara una segunda curul. Su candidato más opcionado es Jorge Muñoz, un líder comunitario en Nueva York que es conocido como el ‘ángel de Queens’ por alimentar a la gente sin recursos y que fue uno de los ‘Héroes’ de CNN.

Y también de seguir creciendo en otros departamentos como Cauca, Huila, Cundinamarca y Tolima, donde no tiene opciones de luchar una curul pero sí de sumar votos y pensar en el próximo ciclo electoral.

Los senadores Carlos Baena y Manuel Virgüez demandaron el umbral en junio -con ayuda del ex viceministro Juan Fernando Londoño- por ir contra el pluralismo político.

Esta demanda, que la Corte Constitucional aceptó en agosto, acaba de terminar la etapa de coadyuvancia y ya sumó casi 200 apoyos por parte de sectores tan disímiles como el Polo Democrático, la Universidad Javeriana o el ex constituyente Armando Novoa. El próximo paso puede ser una audiencia pública, que los demandantes ya solicitaron, y el plazo máximo para el fallo es febrero, un mes antes de las legislativas.

El Mira ha optado tradicionalmente por las listas cerradas, que le han permitido apostar por un proyecto colectivo y no funcionar bajo una lógica individual. Sin embargo, paradójicamente la salida de Alexandra Moreno Piraquive les puede afectar porque es la figura mejor conocida del Mira y se ha convertido en su imagen.

Como la decisión de la senadora sólo se tomó hace dos semanas, no parece probable que el Mira presente sus listas definitivas -o al menos la del Senado- el 14 de noviembre como había prometido.

La Silla supo que en estos momentos la dirección nacional miraísta está evaluando si presentar la misma lista o modificarla. Hasta el momento la encabezaba Moreno, le seguían los dos senadores -Virgüez y Baena-, luego la representante Gloria Stella Díaz y cerraba el vallecaucano Heyder Gómez, que fue candidato a la Gobernación del Valle en 2011 y sacó 38 mil votos.

Virgüez es una figura poco mediática, a diferencia de Baena e incluso de Gloria Stella Díaz (que propuso la cárcel para los conductores borrachos), por lo que una de las decisiones que tendrá que tomar el Mira es quién puede jalonar más sus listas.

Fui periodista de La Silla Vacía especializado en temas ligados al Acuerdo de paz (desarrollo rural, política de drogas, justicia transicional y cómo las víctimas reconstruyen sus vidas) y al ambiente. Soy pata de perro y tengo más puestos que una buseta: soy editor del Centro Latinoamericano de...