Después de unas reñidas elecciones, una campaña donde primó la guerra sucia y el desprestigio y la publicidad desbordada, La Guajira eligió gobernador para los próximos 18 meses.

Después de unas reñidas elecciones, una campaña donde primó la guerra sucia y el desprestigio y la publicidad desbordada, La Guajira eligió gobernador para los próximos 18 meses.

José María “Chemitas” Ballesteros ganó con 105.224 votos, 9 mil 500 más que su contrincante, Wilmer González Britto. El nuevo gobernador es el heredero de la estructura política de Juan Francisco “Kiko” Gómez, hoy en la cárcel acusado por asesinato y de tener vínculos con bandas criminales dedicadas al narcotráfico y al tráfico de gasolina y de armas.

El nuevo gobernador de 36 años es abogado y no tiene mucha experiencia en la política. Fue asesor en el Congreso y secretario de Gobierno en el gabinete del ex gobernador Jorge Pérez Bernier, hoy su mayor contrincante político.  

Además, es hijo del dos veces gobernador de La Guajira y senador saliente por el Partido de la U, Jorge Ballesteros, el único senador del departamento. Antes de entrar en la puja por la Gobernación, su nombre sonó para reemplazar a su papá en el Congreso, que se ahora se retira de la política. Sin embargo, el liberalismo no le dio el aval, precisamente por su cercanía con “Kiko” Gómez.

Y es que “Chemitas” es tan cercano a “Kiko” que estaban juntos el día que lo capturó el CTI en una parranda en Barrancas. Eso quedó registrado en un video de la Fiscalía.

A pesar de que en La Guajira la agenda electoral estaba en la elección del gobernador y no en las presidenciales de la semana pasada, los resultados muestran que hoy la gente tampoco salió a votar. La abstención fue del 58,08 por ciento, mientras que el domingo pasado superó el 75 por ciento.

“Es una lucha electoral entre dos grupos que siempre han gobernado La Guajira. Da igual quién gane”, le dijo a La Silla un antropólogo que trabaja en el norte de La Guajira con las comunidades wayuu y que prefirió no revelar su nombre. 

Como contó La Silla, los principales protagonistas del pulso eran los dos bloques políticos más fuertes en la región: Nueva Guajira, en cabeza del exgobernador Jorge Pérez Bernier, de un lado, y los aliados del ‘kikismo’, liderados por el representante electo (por Aico, luego de que el Partido Liberal lo rechazara) Antenor Durán y el senador de La U Jorge Ballesteros.

El nuevo gobernador, José María “Chemitas” Ballesteros es hijo del actual senador Jorge Ballesteros y muy cercano a “Kiko” Gómez. 
El gobernador Kiko Gómez ha insistido en que hay una persecución en su contra. 
El senador de La U Jorge Ballesteros ha sido padrino político de Kiko Gómez.

“Quien pague más hoy, ganará las elecciones”, dijo la fuente. La Silla consultó a otras tres personas y  todos concluyeron lo mismo: en estas elecciones corrieron ríos de dinero porque en La Guajira los votos se consiguen así, con plata.

La preocupación antes de las elecciones era por la posibilidad de un fraude, luego de que el CTI de la Fiscalía encontró el 17 de mayo en un carro certificados electorales, cédulas y hasta armas. Pero la MOE le dijo a La Silla que en la Registraduría se estaban tomando las medidas necesarias para evitarlo: 300 funcionarios para evitar presiones y biometría en el 100 por ciento de los puestos.

Lo que al parecer sí hubo, en cambio, fue compra de votos. Las denuncias a lo largo y ancho de la península no se hicieron esperar, sobre todo en los tres municipios electorales más grandes: Uribia, Riohacha y Maicao, donde según varias fuentes consultadas, el precio del voto rodeaba los 50 mil pesos.

El tercer candidato en la contienda, Luis Gómez Pimienta, avalado por la Alianza Verde, el Polo y la UP, le dijo a La Silla antes de mediodía que a esa hora ya había casos de compra de votos en el puesto de venta de pescado de El Tambo, en la comuna diez y en el Liceo Padilla, el puesto más grande de votación de la capital del departamento.

Cerca de ese punto está la Universidad de La Guajira, donde según las fuentes, los funcionarios estaban haciendo campaña abierta por “Chemitas”, donde el candidato tiene como aliados al rector y el Comité directivo.

“Eso es de dominio público.  Los de la Universidad tenían que conseguir cada uno 20 votos por “Chemitas””, le dijo a La Silla Gómez Pimienta. Otra fuente agregó que los profesores también le hacían campaña desde las aulas hablando de “las bondades” del candidato de “Kiko”.

Allí, efectivamente ganó “Chemitas”, quien además recibió el apoyo de los funcionarios de la gobernación de “Kiko”, que aún permanecían en sus cargos.

Cuatro días antes de las elecciones, cinco funcionarios renunciaron a su cargo y dos fuentes diferentes le dijeron a La Silla que el motivo era sumarse a la campaña de Ballesteros.

Los resultados de las elecciones demuestran, además, que los dos candidatos más opcionados ganaron justamente donde tenían a “sus” alcaldes. “Chemitas” ganó en Riohacha, Albania, Villanueva, San Juan del Cesar, Barrancas y Dibulla. Y Wilmer González ganó en Hatonuevo, Manaure y Uribia.

La pelea fue más fuerte en Maicao, donde ganó Wilmer González por menos de tres puntos porcentuales. Los cuatro municipios restantes también se los llevó Chemitas (El Molino, Fonseca, Distracción y La Jagua). 

Por ahora, La Guajira, el segundo departamento más pobre del país, seguirá en manos de los aliados de “Kiko” por los próximos meses, tiempo en el cuál no sólo tendrán control del presupuesto anual del departamento de más o menos 400 millones de pesos sino el poder burocrático y el tiempo para impulsar a su sucesor.

Fui periodista de La Silla Vacía a cargo de cubrir Bogotá, el Congreso y las movidas de poder en el Pacífico. Soy politóloga con maestría en periodismo. Me gusta el periodismo de datos, el reportaje y hago fact checking.