La pluma de los candidatos
Aunque los candidatos que compiten por la presidencia 2010 – 2014 comparten algunas ideas sobre los temas gruesos de Colombia, sus discursos nunca son iguales. Cada uno tiene su estilo y su tono a la hora de pararse frente a una plaza pública para exponer sus propuestas.
Aunque los candidatos que compiten por la presidencia 2010 – 2014 comparten algunas ideas sobre los temas gruesos de Colombia, sus discursos nunca son iguales. Cada uno tiene su estilo y su tono a la hora de pararse frente a una plaza pública para exponer sus propuestas.
En muchos casos, esos discursos se han preparado a cuatro manos por personas que hacen parte de los equipos prográmaticos de las campañas, o por personas de la entera confianza de los candidatos. Ellos son las plumas detrás de los candidatos y quienes están detrás de cada discurso en las diferentes campañas.
Germán Vargas Lleras
“A él no le gusta la carreta, ni usar muchos adjetivos. Le gusta que uno vaya al grano”, dice Felipe Rey, quien escribe los discursos de Germán Vargas Lleras. Rey, un abogado javeriano de 25 años, lleva trabajando desde que estaba en la universidad con Cambio Radical. Arrancó ayudando a Carlos Fernando Galán en su campaña al Concejo de Bogotá y desde septiembre de 2009 entró a formar parte del equipo de Vargas Lleras escribiendo los discursos. Pero Felipe no trabaja solo.
Sus manos derechas son los abogados Rafael Merchán y Andrés Villamizar quienes, con base en el programa político de Vargas Lleras, hacen los documentos técnicos que soportan los discursos del candidato de Cambio Radical. “Me pongo en el lugar de él, e intento hablar cómo hablaría él”, explicó Felipe Rey a La Silla. “Pero aún con los discursos escritos, él hace cambios mientras habla en público”, dijo. Además, Rey le dijo a La Silla que su candidato revisa todos los textos, le cambia muchas cosas y luego Rey es quien redacta el documento final. Cuando Vargas Lleras no quiere un discurso largo, su equipo le prepara presentaciones sencillas con “frases efectistas para la plaza pública”, como fue el caso de su último discurso sobre seguridad en Palmira.
Antanas Mockus
Héctor Riveros, ex secretario de Gobierno de la Alcaldía de Peñalosa, y el filósofo e historiador Jorge Orlando Melo, ex director de la Biblioteca Luis Ángel Arango, son las plumas detrás de Antanas Mockus. Ellos coordinan al equipo de personas que, según el tema o la región a la que va el candidato, preparan los documentos de apoyo para Mockus. Por ejemplo, si va a viajar a la Costa y se sabe que el plan para construir un aeropuerto entre Cartagena y Barranquilla es polémico, a él le interesa entender cuáles son las críticas y desde qué sectores vienen para empaparse de la problemática de la región desde la base.
En sus discursos, Riveros y Melo privilegian los indicadores sobre violencia, delincuencia, legalidad y educación, y le dan menos prioridad a los grandes indicadores sociales o económicos. “Cada quien hace dos hojitas. Él las revisa, las mira y las lee”, dijo Hector Riveros a La Silla. Riveros también explicó que Mockus por lo general no lee nada en público y que en sus discursos le gusta ir más allá de los temas técnicos y apelar a anécdotas. Detrás de sus discursos está la huella de su equipo de comunicaciones, dirigido por Riveros, quien decide la agenda e identifica los temas clave. Y Melo, dirige el equipo prográmatico que prepara a Mockus en los temas duros como empleo, salud o educación.
Gustavo Petro
“Petro hace todos sus discursos él mismo”, dijo Daniel García Peña, jefe prográmatico de su campaña. Antes de preparar sus discursos, Petro dirige y convoca las reuniones sobre los temas estratégicos con su equipo y con el grupo de expertos que lo han rodeado desde que se empezó a redactar su programa de gobierno. “Los expertos le alimentan su argumentación para sus propuestas específicas”, dijo García Peña. Además, García Peña confesó que Petro no escribe sus discursos. “No los escribe, los tiene en la cabeza, no usa ni apuntes”, dijo entre risas a La Silla Vacía.
Sin embargo, para ciertos discursos de temas muy específicos, como el Día de la Tierra, Petro recibe un par de hojitas de su equipo que usa como insumo para sus discursos, en los que suele destacarse.
Noemí Sanín
Daniel Linsker, uno de los asistentes de Noemí, es su principal pluma. Este político e historiador de la Universidad de Jerusalén con una maestría en el London School of Economics redacta los discursos largos que Noemí lee cuando habla frente a un ‘teleprompter’. Él también hace las presentaciones con frases clave para los discursos de Sanín en la plaza pública. “Se le dice qué puntos debe enfatizar a partir de las propuestas de su campaña”, dijo Linsker, que tiene 33 años, a La Silla. Linsker trabajaba en Londres atrayendo inversión extranjera para Colombia cuando conoció a Noemí y volvió al país en agosto para ayudarle en la campaña.
Para Linsker siempre es importante tener en cuenta quién es el auditorio de Noemí, pues insiste que no es lo mismo hablar frente a políticos, jóvenes, o madres cabeza de familia. Por eso, a la hora de redactar, Linsker busca un balance entre los contenidos investigativos que prepararon varios meses antes, cuando se empezó a formular el programa político de Noemí Sanín. “Escuchamos bastante”, dijo Linsker a La Silla. Él explicó que el programa de Noemí se ha construido “escuchando, reflexionando y pensando” junto con varios expertos.
Rafael Pardo
El senador Juan Fernando Cristo es la principal pluma detrás del liberal Rafael Pardo. Cristo, jefe de debate de Pardo, escribe los discursos más importantes que Pardo suele leer en grandes eventos como el día que ganó la consulta. Para los otros discursos donde Pardo prefiere no leer, Cristo revisa los textos, junto con Carolina Fierro, y con el mismo Pardo. Fierro, una politóloga de la Universidad de los Andes, le prepara frases clave sobre temas técnicos en educación, salud, infraestructura, que Pardo repasa, inclusive horas antes de salir al podio. “Tiene excelente memoria. Se aprende todo sin necesidad de leerlo cuando le toca hablar”, dijo Fierro a La Silla Vacía. “A él no le gusta el power point ni leer mucho en público”. La periodista María Alejandra Villamizar, que es la directora de estrategia de la campaña, también participa en el equipo de redacción.
El último discurso de Pardo del 1 de mayo en Corferias fue, por ejemplo, un producto colectivo. El borrador inicial lo hizo Camilo de Guzmán, quien se lanzó a la Cámara por el Partido Liberal pero se quemó en estas elecciones y ahora hace parte del comité político de Bogotá. En este discurso, David Luna y uno de sus asistentes, Juan Felipe Franco, se encargaron de unir el mensaje político y el tono del discurso junto con los contenidos prográmaticos que Pardo luego expuso. Cristo y Pardo le dieron la revisión y aprobación final.
Juan Manuel Santos
El abogado y economista javeriano Juan Carlos Torres es quien escribe los discursos del candidato de La U. Torres, especializado en relaciones internacionales en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, empezó su carrera como escritor de discursos y mensajes estratégicos en el gobierno de Andrés Pastrana, escribiendo sus discursos. Así fue como conoció a Juan Manuel Santos, en ese entoces, Ministro de Hacienda. Luego viajó a la embajada en Washington con Pastrana, hasta que volvió al país y entró a hacer los discursos de Santos en el Ministerio de Defensa. Es autor del libro ‘Operación Jaque, la verdadera historia’, prologado por el candidato.
Torres dijo a la Silla Vacía que para escribir los discursos tiene claros los ejes centrales de la campaña, los mensajes que quieren enviar y los contenidos programáticos coordinados por Juan Carlos Echeverry. “Ajustamos para cada ocasión la parte programática al lenguaje y a la forma requerida dentro de los ejes de trabajo, educación y seguridad”, dice. Cuenta que a Santos le gusta que los discursos no sean rimbombantes, sino que use palabras muy fáciles, frases cortas y una que otra cita o referencia anecdótica. “Le gusta mucho citar a Winston Churchill”. Anota, en todo caso, que la mayoría de los discursos de su jefe son improvisados y que más bien le preparan unos ‘bullets’ de información para el discurso.