El presidente Gustavo Petro está aprovechando la división interna del partido Liberal para construir una nueva mayoría en el Congreso sin tener que negociar con el jefe de ese partido, César Gaviria. Es una apuesta en la que busca ganarse la mayor cantidad de congresistas de la bancada más grande en la Cámara (33 representantes) y la tercera más grande en Senado (13 senadores).

En total son 46, por lo que el número clave es 24, para hacer una mayoría en la bancada y presionar la no intervención del presidente del partido. Eso no garantiza respaldo absoluto, pero sí le da más juego al gobierno.

La Silla habló con ocho congresistas liberales y dos fuentes del gobierno para saber cómo están las fuerzas. Encontró que hay 19 congresistas que apoyan al gobierno y siete que pueden sumarse o han apoyado en casos puntuales. Es una jugada que va en paralelo con la pesca de votos en el partido de La U, que al igual que el Liberal sigue declarado como de gobierno, a diferencia del Conservador que ya se fue a la independencia.

Liberales jugados con Petro

La rebelión liberal que busca Petro comenzó a gestarse en la propia Casa de Nariño. El 25 de abril, la misma noche en la que le pidió la renuncia protocolaria a todo su gabinete y declaró el fin de la coalición de gobierno, hubo una reunión de congresistas liberales en el salón Bolívar del palacio presidencial. Fue liderada por Laura Sarabia, la jefa de despacho de Petro y por Luis Fernando Velasco, que al día siguiente fue anunciado como nuevo ministro del Interior.

De la reunión salió una carta firmada por 18 representantes a la Cámara (de los 33 que tiene el Partido Liberal) en protesta contra el presidente del partido, César Gaviria, por anunciar sanciones para los liberales que apoyaran la reforma a la salud del gobierno. La Silla confirmó con cinco representantes que en la reunión se contempló, incluso, convocar a una convención del partido para definir la continuidad en la dirección de Gaviria.

El grupo de los 18 se mantiene firme desde entonces. Y aunque varios de sus integrantes tratan de no hablar abiertamente del tema está claro que le están siguiendo la corriente al gobierno para aumentar los apoyos. De hecho, los firmantes de la carta tienen un chat de Whatsapp entre ellos al que le pusieron “los 18 liberales” en el que coordinan el paso a paso de la movida.

La base de la estrategia del gobierno es alimentar esa disidencia liberal. Ha encargado a Laura Sarabia para que hable directamente con los congresistas, en lugar del nuevo ministro Luis Fernando Velasco. La idea es evitar el teléfono roto que hubo hasta ahora: los congresistas no tenían un canal claro para llegar a Petro y eso desgastó al anterior ministro, Alfonso Prada, que no podía cumplir los acuerdos a los que llegaba con los partidos hasta no tener el visto bueno del presidente.

En el nuevo esquema Velasco no negocia con los congresistas, sino que busca liderar a los que vayan llegando a apoyar al gobierno. El objetivo es ganarse más de la mitad de la bancada de los liberales: es decir, al menos 24 congresistas entre Senado y Cámara. “Después de tener la mitad de la bancada ya no importa César Gaviria”, dijo un congresista liberal que pidió no ser citado.

Aparte de los 18 de la carta, hay un representante más pidiendo pista para entrar. Y a ellos se suma el senador Juan Diego Echavarría, que está fijo con Petro.

Entre los liberales fieles en la Cámara destaca Andrés Calle, de Córdoba, quien se la jugó por él desde la campaña y habría ayudado a coordinar la reunión en Palacio para firmar la carta.

Muchos de los fieles de Petro en la Cámara llegaron de grupos políticos tradicionales en campaña. Un ejemplo es Dolcey Torres, del clan Torres del Atlántico, quien es cercano al embajador en Venezuela Armando Benedetti y renunció como vocero en la Cámara para apoyar la reforma a la salud. Otro caso clave es el de María Eugenia Lopera, representante paisa del grupo de Julián Bedoya. Fue la única representante de la comisión séptima que votó a favor del informe de ponencia de la reforma a la salud.

Las posiciones de Lopera y Torres los puso en la mira de la veeduría del Partido Liberal, que pidió una investigación disciplinaria contra ambos (aunque luego la retiró). Pero a la vez sus apoyos les valieron los elogios públicos del presidente Petro, quien dijo que una sanción contra Lopera y Torres era “una violación a sus derechos políticos y a la Convención Americana”.

Dada la libertad de voto otorgada a los miembros del partido liberal para apoyar campañas presidenciales, estos dos representantes liberales apoyaron mi campaña presidencial y mi programa inscrito oficialmente.
Quitarle sus derechos políticos es una violación de la Convención… https://t.co/H54YSoHekr

— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 27, 2023

María Eugenia Lopera, además, hace parte de un subgrupo de mujeres liberales que respaldan al gobierno. Son diez y lo coordina Olga Beatriz González, de Tolima. De acuerdo con un congresista liberal fue una cita del grupo de las 10 la que abrió el espacio de la reunión en Casa de Nariño con el presidente Petro de donde salió la idea del comunicado contra Gaviria que firmaron los 18.

Aunque están jugados, entre los 18 hay algunos que tienen la presión de la presidencia del partido por los avales para las regionales de octubre. Según un congresista cercano a César Gaviria, el expresidente piensa usar ese poder para tratar de mantener de su lado al partido. Representantes como Elizabeth Jay-Pang, de San Andrés, y Sandra Biblia Aristizábal, de Quindío, tienen esa advertencia encima. Pero según las seis fuentes de la bancada y las dos del gobierno consultadas para este artículo, siguen firmes con Petro.

Los que han ayudado al gobierno o se acercan

La principal carencia de Petro con los liberales está en el Senado. Pese al respaldo de Juan Diego Echavarría, los otros 12 han sido ambiguos. Han firmado las cartas que respaldan a César Gaviria y lo delegan para tomar decisiones sobre reformas como la de salud. Pero también han mandado guiños al gobierno, unos ayudando a sacar adelante la agenda legislativa o aceptando cargos en entidades.

Por ejemplo, el senador Fabio Amín, presidente de la comisión Primera, por donde pasan las reformas constitucionales, es visto dentro de la bancada como un gavirista 1A. Sin embargo, empujó hasta donde más pudo el proyecto de reforma política que presentó el gobierno. Además de ser coordinador ponente, lo votó y lo mantuvo vivo hasta que llegó al quinto debate cuando perdió el respaldo de otros partidos. 

En esa misma línea están el senador John Jairo Roldán y el representante Álvaro Monedero. El primero se echó al hombro la coordinación y el debate del Plan Nacional de Desarrollo (PND) dentro de las comisiones económicas y cuando se votó en plenaria. Mientras que Monedero lideró el trámite de aprobación de la reforma tributaria.

Miguel Pinto, primer vicepresidente del Senado, ha sido garantista cuando ha presidido la plenaria ante las ausencias por salud de Roy Barreras. Y aunque defiende la postura institucional del partido de Gaviria, también tiene vínculos en el gobierno Petro. Por ejemplo, su hijo, el abogado Miguel Ángel Pinto, fue nombrado en una de las gerencias de la aseguradora estatal Positiva Seguros, una entidad poco mediática, pero que de a poco se convierte en un fortín burocrático del Partido Liberal.

El gobierno Petro también ha mantenido a un aliado político del senador Pinto en un cargo clave del sector justicia. Se trata del abogado Ludwing Joel Valero Sáenz, quien está como director encargado de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), la entidad responsable de alimentar a los cerca de 97 mil presos que hay en el país.

A pesar del remezón ministerial, Petro no tocó a los ministerios que considera liberales: Vivienda y Justicia. Aunque los ministros no son del corazón de la bancada y los ven más como una delegación, el hecho de que tampoco haya tocado a los viceministros, especialmente de Vivienda, fue entendido como un mensaje para no cerrar las puertas.

Porque a los dos viceministros, de Agua y Vivienda, sí los ven dentro de la bancada como cercanos a senadores como Lidio García y Karina Espinosa. En el caso de García con la particularidad de que es el delegado del Senado para hablar con el gobierno. Además, será postulado por el partido para ser el presidente del Senado en el cuarto año.

Es a ese grupo de cinco senadores indecisos al que el grupo de los 18 y el gobierno quieren terminar de atraer.

Los indecisos o que pasan de agache

Hay un sector de la bancada fuera del reflector o cuyos propios compañeros no marcan claramente de un lado u otro. Entre ellos están tres representantes de la comisión séptima: Germán Rozzo, Héctor Chaparro y Hugo Archila. Ellos siguieron la línea del partido y votaron en contra de la reforma a la salud, pero su posición frente al articulado del debate aún no es clara ni para sus compañeros de bancada. Y con el antecedente de Lopera no se descartan sorpresas.

“Los otros tres de la séptima se han acercado, pero aún no hay nada fijo”, le dijo a La Silla una fuente del gobierno que pidió no ser citada.

La indecisión está marcada por la presión de Gaviria de no darle avales a los candidatos que apoyen en las regionales. Para citar un caso, Chaparro de Boyacá. Él y el liberalismo del departamento quieren apoyar al exrepresentante Rodrigo Rojas, pero necesitan sí o sí del aval liberal porque hacerlo por otro le implicaría correr el riesgo de caer en doble militancia.

Ese temor por los avales recae principalmente en los congresistas nuevos. En regiones donde ya hay liderazgos liberales posicionados como el Huila ese riesgo no existe. El fin de semana pasado se lanzó a la Gobernación el exsenador Rodrigo Villalba, quien es apoyado por la representante Flora Perdomo que está en el grupo de los 18 con Petro. Allá el aval está fijo para Villalba por su trayectoria y porque tienen una oportunidad grande de ganar.

Otro que está en el aire es Carlos Felipe Quintero, representante de Cesar. Aunque en campaña estuvo con Federico Gutiérrez, una vez ganó Petro le hizo un par de guiños. Y se ha apoyado en el gobierno en algunos temas, como el proyecto para instalar paneles solares en casas de interés social, en el que ha trabajado de la mano con el viceministro de Vivienda, a quien le ha agradecido públicamente. Pero a la vez le ha hablado duro al gobierno en temas como la negociación de paz con el ELN.

Algunos como Alejandro Carlos Chacón, aunque se han opuesto claramente al gobierno en temas como el PND, también mantienen una relación hostil con César Gaviria, lo que los deja en la mitad de la pelea.

La otra cara de este grupo es la de los que no han tomado posiciones claras, y por lo tanto no se cuentan en ninguno de los dos lados. Es el caso de la representante Piedad Correal Rubiano, de Quindío y de Karina Espinosa Oliver, de Sucre. Aunque el hecho de que no hayan desobedecido a la dirección del partido las mantiene en principio más lejos del gobierno.

Los jugados con César Gaviria

Pese a la estrategia del gobierno, hay un sector de mínimo unos 10 congresistas que están totalmente alineados con la dirección del partido, en cabeza de César Gaviria. Ese hecho puede dificultar la apuesta del gobierno por ganarse al partido alcanzando la mayoría simple en la bancada, pues algunos congresistas como Juan Pablo Gallo y Mauricio Gómez Amín han sido críticos abiertos de la visión de Petro.

Otros, como Oscar Sánchez de Cundinamarca, creen en la disciplina de partido impuesta por Gaviria y la respetan.

Una fuente de ese grupo en la Cámara que pidió no ser citada le dijo a La Silla que confían en sus números y citó ejemplos como el Plan de Desarrollo. “El gobierno no la tiene fácil. Con el tema de las facultades especiales del PND se demostró que no le sirve el partido partido, que con un sector que se oponga es suficiente para que no tengan mayorías”.

La opción para el gobierno frente a esos votos casi fijos en contra es buscar apoyos en otros partidos, en especial La U, que a diferencia del Partido Conservador no se ha declarado en independencia. Los acercamientos con el partido que dirige Dilian Francisca Toro van avanzados. Una muestra de eso será el debate de este jueves de la reforma a la salud. Es muy probable que La U empiece a respaldar la reforma a partir de que le incluyan unas líneas que no habían podido en el proceso con la exministra Carolina Corcho.

De hecho, La U se reunió la semana pasada para analizar una propuesta para salir del gobierno y pasar a la independencia, pero varios congresistas pidieron darle un compás de espera al Gobierno Petro. 

Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia y allí hice un diplomado en periodismo literario. Antes cubría el poder en Antioquia para La Silla. Trabajé en El Colombiano y fui subeditor del impreso de El Tiempo. En 2022 participé en el libro 'Los presidenciables' de La Silla Vacía y en 2020...

Soy el periodista que cubre Congreso y partidos políticos. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz a mejor trabajo en internet; y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca...