El último de tres debates de coaliciones organizado por La Silla Vacía y Noticias Caracol fue con el Equipo por Colombia.
La coalición de centro derecha está formada por Federico Gutiérrez, ex alcalde de Medellín; David Barguil, senador del partido Conserador; Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda que se lanza por firmas; Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá que también va por firmas; y Álex Char, exalcalde de Barranquilla, también por firmas. Char no asistió.
En la coalición también está el partido de La U. Pero su presidenta, Dilian Toro, no fue invitada porque no ha definido si se lanza.
Estas son las cinco conclusiones del primer debate en televisión abierta del Equipo Colombia.
1. Equipo de conservadores, cambios moderados, y partidos escondidos
“Hemos producido resultados”, dijo Peñalosa. “Aprobamos más de 15 leyes defendiendo a la gente”, agregó el senador conservador Barguil. Más allá de una agenda de cambio, esta coalición busca presentar una plantilla de jugadores políticos experimentados en el manejo de la economía para hacer frente al momento actual del país. “Más que izquierda derecha o centro, hay sentido común”, explicó Fico.
Qué tipo de cambio proponen no está claro. Hay énfasis en la seguridad y en la economía. Echeverry, el exministro de Hacienda, es el que va más lejos con una propuesta de descentralización. Pero en general la promesa de cambio, más allá de administrar bien, es aún vaporosa y moderada. En cambio, sí hay una definición, casi unánime de unos valores que gobernarían.
Según Fico, “Lo más importante es la familia”. De las tres coaliciones esta es la que se define más claramente como conservadora. Con la excepción de Peñalosa, que en términos de valores es mucho más liberal, todos estan en contra de la legalización de la marihuana y la despenalización del aborto. Barguil y Fico incluso dejaron abierta la puerta de modificar la JEP, una bandera del uribismo.
Estos valores frente a la corrupción son más matizados. Sobre las prácticas clientelistas del Partido Conservador, Barguil giró a hablar de los resultados que ha conseguido en Montería. Al preguntarle a Fico cómo siendo independiente entraba a una coalición de partidos tradicionales, resaltó el “respeto a las diferencias”. Nadie habló de cambiar la política, en un debate en el que los partidos quedaron barridos bajo el tapete de la experiencia de sus integrantes.
2. El Equipo por Colombia no se desmarca de Iván Duque
En las preguntas de sí y no, todos excepto Echeverry opinaron que Duque era un buen presidente. El Equipo se movió con cautela frente al impopular Gobierno actual, que en la última encuesta de Invamer, de Caracol TV y Blu Radio, tiene una desaprobación del 70 por ciento.
Barguil, cuyo partido tiene tres ministerios en el Gobierno, evadió abiertamente la pregunta sobre qué cambiaría, y exageró los logros en vacunación de Duque. Solo Echeverry señaló directamente que no le gustaba la estrategia económica y de seguridad del presidente. Aunque todos los candidatos evitaron nombrar a Duque en sus intervenciones, al ser indagados sobre la insatisfacción ciudadana y el desprestigio de las instituciones, la crisis de la pandemia fue la salida recurrente.
Esto muestra que el Equipo por Colombia arranca el dilema aún no resuelto de cómo desmarcarse de ser el continuismo del actual Gobierno.
3. No han resuelto qué hacer con el uribismo
El dilema frente a Duque está relacionado directamente con otro más grande de mecánica política: ¿qué hacer con el uribismo? Álvaro Uribe puso presidente en 2018, y cuatro años después se ha convertido en criptonita política, un reflejo de cómo ha oscilado el péndulo de la política tras casi 20 años de influencia.
Frente a la pregunta de si querían a Óscar Iván Zuluaga en su coalición, Echeverry dijo que no, Barguil que sí, y Fico y Peñalosa se abstuvieron. Adentro del estudio, en una pregunta que se responde con un botón de sí o no, se escuchó a Fico decir que le hacía falta un tercer botón amarillo, “estamos en negociaciones rigurosas”, dijo. Cuando le preguntaron si era el gallo tapado de Uribe, afirmó que era el “gallo de la gente”, y llamó a mirar hacia adelante con la promesa de no seguir refiriéndose a “los expresidentes”.
El dilema no es fácil. Aunque Zuluaga carga con el desprestigio del uribismo y del Gobierno, tiene una posición sólida en varias encuestas, de alrededor del 10 por ciento. Si el Equipo por Colombia llega a primera vuelta sin el uribismo, y Zuluaga se mantiene en el tarjetón, sus votos se dividieron y su posibilidad de pasar a segunda vuelta, se reduciría. Pero meter a Zuluaga al Equipo desde ya implicaría recibir el abrazo de Uribe y de Duque en una campaña de coaliciones que apenas empieza.
4. Se definen como la coalición anti Petro, para para salvar la democracia
En esta etapa de las elecciones, el rival estratégico del Equipo Colombia, con quien se está peleando los votos, es la Coalición Centro Esperanza. El bloque de apoyo de Petro está fuera de su alcance. Y como la foto actual de las encuestas pone a Gustavo Petro en segunda vuelta, la competencia será por definir quién lo acompaña, si el centro, la centro derecha o Rodolfo Hernández. En este contexto, la táctica que adoptó el Equipo por Colombia, en vez de diferenciarse del centro, es convertirse en la coalición anti Petro.
“El país hoy tiene riesgos democráticos”, dijo Fico. Si gana Petro, agregó, “tendríamos elecciones como las de Venezuela o Nicaragua”. Todos, excepto Peñalosa (de nuevo), coincidieron en enmarcar la elección como una entre la democracia y el autoritarismo populista. Tanto que Barguil y Federico, incluso afirmaron, falsamente, que Petro fue un defensor de miembros de las Farc que volvieron a las armas. Solo Peñalosa tomó distancia, y criticó que se vinculara a la izquierda democrática con los grupos armados.
La postura anti Petro busca polarizar la elección y empoderar al Equipo Colombia con la efectiva herramienta del miedo. Ahí la respuesta del centro será, por su misma definición de principios, tibia.
Pero pedalear el miedo viene con riesgos. Sobre todo, se pisa con la estrategia de Uribe, quien ahora enarbola la bandera del “neocomunismo”, su evolución del castrochavismo, y vuelve a emparejar a este Equipo con los jugadores que aún se niega a incluir en su plantilla.
5. Alex Char es un candidato en la banca
Un par de horas después de que se había acabado el debate en el canal más visto del país, Álex Char publicó una foto en su Instagram rodeado de amigos tomando en una calle de Barranquilla. “¡Llevaba 365 días esperando este histórico momento! Hoy por fin pude reunirme con mis queridos compañeros de clase”, dice en el pie de foto de la reunión de los graduados de 1983 del Liceo Cervantes.
Con dos semanas de anticipación Char había dicho que no iba al debate porque tenía un compromiso previo. Era cierto: la reunión del colegio.
Pero no ha sido el único gesto que refleja desinterés en ser presidente, o incluso candidato a la presidencia. Desde que se lanzó, hace casi un mes, Char no ha dado ni una entrevista, no ha asistido a ningún debate. Luego de anunciar una candidatura por firmas agarró un avión a Miami, donde estuvo una semana, en una reunión familiar. Mientras su maquinaria en el Caribe ha recogido, según su campaña, un millón de firmas, Álex va al estadio a ver al Junior jugar.
Aún así el exalcalde de Barranquilla marca bien en varias encuestas. En la Invamer está en un empate técnico por el liderazgo, con Fico y Peñalosa. Por eso parece que Álex está haciendo todos los esfuerzos para aparecer en el tarjetón y no ganar. Con una participación que, según entienden dos asesores de campañas dentro del Equipo, están realmente encaminada a frenar la votación de Petro en el Caribe.