Durante la elección de las nuevas mesas directivas del Senado y la Cámara de Representantes, la comunicación fue permanente. Los senadores Jorge Enrique Robledo, Ivan Moreno Rojas y Luis Carlos Avellaneda, mantuvieron conversaciones todo el tiempo para decidir qué posiciones tomar como bancada.
En la Cámara, los representantes del Polo lograron demostrar su poder como oposición. Pese a que les anunciaban que no les cumplirían con un lugar en la mesa directiva, mantuvieron la pelea y lograron que Germán Navas (arriba) sea el nuevo segundo vicepresidente de la Corporación.

Fotos: Sara Rojas Osorio

 

El voto positivo que ayer le dieron los congresistas del Polo Democrático Alternativo a la postulación a la Presidencia de Armando Benedetti, para Senado, y Carlos Alberto Zuluaga, para la Cámara de Representantes, generó muchas dudas cuando al tiempo los parlamentarios polistas tomaban la palabra para declararse en oposición al gobierno de Juan Manuel Santos.

¿Cómo apoyar el nombre de personas que han demostrado con hechos y con discursos que acompañarán fielmente al gobierno de Juan Manuel Santos y al tiempo anunciar que le harán oposición? Los congresistas del Polo dicen que una cosa son los acuerdos políticos y otra su ideología. “Ni votar por esos nombres nos hace gobiernistas ni a ellos votar por uno de nosotros los hace oposición”.

El representante Germán Navas dijo a La Silla Vacía que será el fiscal si sus compañeros de mesa intentan hacer algo indebido o ilegal. “Mi papel es reemplazar al presidente si no está y en ello voy a ser vigilante”.

Lo cierto es que el Polo se declaró en oposición al gobierno de Juan Manuel Santos y para ello se acogió al artículo 112 de la Constitución Nacional, una formalidad que se realiza por primera vez en el país y con la que buscan mucho más que un puesto en las mesas directivas del Congreso.

Una oposición anunciada

Aunque por un momento dio la impresión que el Polo hubiera sacado un as de la manga cuando se acogió al artículo 112 para declararse en oposición, y así obligar a las demás bancadas a cumplir con el compromiso de elegir a uno de sus congresistas en la mesa directiva de la Cámara de Representantes, en realidad hasta los más santistas presentían que esto iba a ocurrir.

Seis días antes de la instalación del nuevo Congreso, los senadores Jorge Enrique Robledo y Alexánder López emitieron un comunicado de prensa en que recordaban el artículo de la Constitución que reconoce los derechos a los partidos “que se declaren en oposición al Gobierno” y advirtieron que era obvio que el espíritu de la norma es otorgarle a la oposición una mínima garantía democrática para hacerle control político al Gobierno desde el Congreso.

En ese momento los compromisarios de todos los partidos ejercían presión para quedarse con la mayoría posible de puestos en las mesas directivas y la voz del Polo no se había escuchado. Por ello, Robledo y López dijeron que era el colmo que el santismo monopolizara las mesas directivas del Congreso y que impusiera ese “atropello mediante la argucia de escoger a uno de los congresistas que respalda a Juan Manuel Santos” como el supuesto representante de la oposición.

Y eso fue lo que casi ocurre. Después del comunicado y de cinco días de reuniones, al mediodía del 20 de julio, los compromisarios del Polo, liderados por Iván Moreno, lograron el acuerdo para que todas las bancadas aceptaran el nombre de Germán Navas para la segunda vicepresidencia de la Cámara. Pero cuando llegó el momento de la votación, los uribistas aceptaron acompañar a un representante del Polo, pero no a Navas, quien tiene demandados a 86 congresistas ante la Corte Suprema de Justicia por su voto en la discusión del referendo reeleccionista.

El Polo no aceptó y fueron inútiles las sutiles sugerencias a Navas para que aceptara retirar la demanda a cambio del voto de algunos de los presentes en el recinto. Era Navas o no era ninguno. Entonces, los gobiernistas decidieron retirarse y postularon a un miembro del PIN para que ocupara la segunda vicepresidencia. Los acuerdos se rompían y ya liberales y verdes anunciaban que tampoco votarían por alguien del PIN.

El rumor llegó al Senado y entonces el senador Jorge Enrique Robledo tomó la palabra para anunciar que su partido se declaraba formalmente en oposición, acogiéndose al articulo 112 de la Constitución y que ello obligaba a las corporaciones a darles participación en las mesas directivas. Como los acuerdos no se cumplían, anunció que los miembros del Polo no acompañarían las listas.

Al final, lograron que se respetara el acuerdo, pero mantuvieron la declaratoria y con ello dejaron el mensaje que querían: que se acabe el oportunismo, el que quiera ser de oposición debe declararlo formalmente.

Por una demanda liberal

La idea de utilizar el Estatuto de Oposición para exigir la presencia de un congresista del Polo en las mesas directivas se originó en una demanda que en 2008 interpuso el senador Juan Manuel Galán ante el Consejo de Estado. En ella Galán pedía la nulidad de la elección de la mesa directiva de la Comisión Segunda del Senado pues pese a los compromisos pactados, la mayoría decidió darle la presidencia a un congresista del Partido de la U y la vicepresidencia a un conservador.

El Consejo de Estado declaró la nulidad de la elección de la mesa directiva de la comisión segunda elegida el 21 de julio de 2008 porque no se permitió la participación de los miembros de la oposición, con el argumento de que “…siempre que en una corporación exista representación de partidos y movimientos con personería jurídica que se hayan declarado en la oposición al gobierno, en cumplimiento al mandato constitucional, deberá forzosamente dársele participación en la mesa directiva al menos a uno de ellos, sin importar que sea la presidencia o la vicepresidencia, salvo que se dicte una ley estatutaria”.

Como esa ley estatutaria no existe, el fallo es jurisprudencia, aunque en su momento no tuvo aplicación porque cuando se dio el fallo, en agosto de 2009, ya había culminado el año legislativo. Cuando se conoció la decisión, el senador Galán lo calificó como un “irrefutable precedente”. Era cierto, hoy los que se quedaron en oposición, lo van a usar y Galán tendrá que mirar desde la barrera de la Unidad Nacional cómo su logro es usado por el Polo.

Sólo el comienzo

La representación en las mesas directivas del Congreso es sólo el comienzo de la utilidad que el Polo piensa sacarle al artículo 112 y al fallo del Consejo de Estado. La intención es aprovechar todos los beneficios que la Constitución les da a quienes abiertamente se declaren en oposición y a partir de ahí tomar distancia de otros partidos, como el Mira y el Verde, que sin hacer parte de la Unidad Nacional tampoco se declaran abiertamente opositores.

“Una cosa es hacer oposición y otro el ejercicio de los derechos de la oposición”, dice Luis Carlos Avellaneda, quien explica que si quisieran, aunque no lo van a hacer, podrían demandar la elección del Senado porque Alexandra Moreno Piraquive, del Mira, fue elegida como segunda vicepresidenta por ser miembro de una minoría, pero no es oposición. “Ni la minoría es de oposición ni la mayoría es el Gobierno”, argumentan.

El representante Navas es claro en que la oposición será al gobierno de Juan Manuel Santos y no al país. Por ello si hay un proyecto que le sirva al país, aunque sea impulsado por los santistas, el Polo lo acompanará.

El senador Avellaneda da como ejemplo el proyecto de tierras porque se trata de un tema en que el Polo ha avanzado mucho y si Santos está en verdad interesado en generar una reforma agraria, los congresistas polistas podrán decirle al gobierno que trabajen juntos y acompañar con su voto el proyecto de Ley.

Los congresistas del Polo son claros en decir que ser de la oposición no significa total negación al diálogo con el gobierno, pero que lo dicho por Juan Manuel Santos sobre su intención de continuar con las políticas de Álvaro Uribe, no les permitiría hacer parte de la Unidad Nacional.

Declararse of oposición tiene ciertos privilegios. “Que quiere decir? Que hay derechos. Que los servidores publicos tienen que protegernos. Que los partidos de oposicion no pueden seguir siendo vinculados con los parias”, dice Robledo, quien explicó que el Polo va a hacer respetar su declaratoria como oposición en todos los escenarios.

Uno de esos derechos es el acceso a los medios de comunicación y el derecho de réplica que el Polo considera completamente vulnerados durante la presidencia de Álvaro Uribe, pero también quisiera que, como ocurre en otros países, los organismos de control estuvieran en cabeza de los partidos de oposición porque es una manera efectiva de hacer control al Gobierno.

La idea es llevar todas estas posturas a una Ley. No será una tarea fácil porque ya en varias oportunidades el mismo Congreso ha tumbado los proyectos de un Estatuto de la Oposición, pero desde ya éste será unos de los caballos de batalla del Polo Democrático que, con toda seguridad, en el gobierno de Santos no serán pocos.

Soy periodista. Lo que más me apasiona es la investigación. Hago parte del comité directivo y soy socia fundadora de Consejo de Redacción, una organización de periodistas que promueve el periodismo de investigación. Desde que me gradué, en la Universidad...