En los cuatro años que Juan Manuel Santos ha sido Presidente muchas cosas han cambiado. Así les ha ido a algunos actores importantes de la vida colombiana, y así han evolucionado algunos asuntos cruciales.
En los cuatro años que Juan Manuel Santos ha sido Presidente muchas cosas han cambiado. Así les ha ido a algunos actores importantes de la vida colombiana, y así han evolucionado algunos asuntos cruciales.
Según el famoso listado de multimillonarios de Forbes, el hombre más rico de Colombia pasó de tener una fortuna de 10.500 millones de dólares en 2010 a 16.900 en 2014.
Entre las movidas que le permitieron ese aumento en su riqueza hay varias que no tienen mucho que ver con el país, como la compra del BAC Credomatic.
Pero otras sí están directamente vinculadas con Colombia y con el Gobierno: tuvo una gran participación en el negocio de las 100 mil casas gratis (ha construido casas y manejó los 4 billones de pesos para pagarlas), se ganó una de las seis concesiones para las carreteras de cuarta generación que entregó la ANI y la Superfinanciera le dio luz verde a quedarse con la mitad de la torta de los fondos privados de pensiones, entre otras.
Aunque no en todo le ha ido bien: el cuatro por mil un impuesto que afecta al sector financiero porque desincentiva su uso, sigue vigente, la pelea del ex ministro Juan Carlos Echeverry contra los cobros de los bancos ha avanzando para regular lo que cobran; y algunos proyectos de Sarmiento que dependen del Gobierno, como el tercer canal de televisión, no avanzan.
Grupo Santo Domingo
Según Forbes, en 2010 Julio Mario Santo Domingo era dueño de una fortuna de 6 mil millones de dólares; según la misma lista hoy su hijo Alejandro tiene una fortuna de 12,9, más del doble.
Buena parte de ese crecimiento se debe a los resultados de la multinacional SABMiller, de la que tienen el 15 por ciento y que recibe alrededor de un tercio de sus ingresos de América Latina y más o menos una séptima parte en Colombia.
Además, en estos cuatro años, aparte de la muerte del patriarca, pasaron varias cosas: la nueva cabeza del grupo entró en la junta directiva de Millicom, dueña de la mayoría de Tigo; Caracol Televisión no vio la entrada de competencia con un tercer canal de televisión; el grupo lanzó Blu Radio; entre otras.
Ecopetrol
Aunque la petrolera mejoró a lo largo de los cuatro años, en el último período su panorama es oscuro. Si bien, al 30 de junio de 2010 su patrimonio era de 32 billones de pesos, y el corte más reciente muestra que ahora es del del doble, esa cifra muestra una caída de más de 7 billones en el primer trimestre del año.
El valor de su acción también ha bajado (el 5 de agosto de 2010 era de 3,450 pesos e iba hacia arriba; hoy es de 3.130 y va hacia abajo) al igual que su valor de mercado: el dueño de todas sus acciones habría tenido más de 72 mil millones de dólares el 3 de agosto de 2010 y hoy tendría poco más de 69 mil millones.
El principal activo de una petrolera, que son las reservas de hidrocarburos, ha subido ligeramente de 1.714 millones de barriles en 2010 a 1.972 a fines de 2012, pero el índice de reposición, que es la velocidad a la que se reemplaza lo explotado por nuevas reservas, cayó del 193 por ciento en 2009 (por cada barril explotado se encontraron 1,93), a 139 en 2013.
Si bien tiene una administración independiente del Gobierno, parte de sus decisiones vienen de éste. El Presidente pone la mayoría de los miembros de su junta directiva; tiene el poder de definir cuántos dividendos reparte a sus accionistas (y el incentivo de subirlos para financiar el presupuesto); define la política petrolera, que son las reglas con las que trabaja Ecopetrol en Colombia; e indirectamente, en asuntos que van desde la seguridad hasta el régimen tributario, afecta con otras políticas públicas.
Eso no significa que los resultados de la principal empresa del país sean solo responsabilidad del gobierno, pues la afectan otros factores, desde el precio internacional del petróleo hasta decisiones propias de cualquier empresa.
Germán Vargas Lleras
Hace cuatro años Germán Vargas Lleras era la revelación de las elecciones presidenciales y tenía un futuro promosorio por delante. Hoy logró reforzar su imagen de buen político con la de ejecutor, mantener altos índices de popularidad y convertirse en uno de los bastiones políticos del gobierno Santos, además de mantener ese futuro.
Su paso por el Ministerio de la Política, en la primera mitad de Santos I, le sirvió para refrendar su imagen de mano dura con normas como el Estatuto Anticorrupción o la Ley de Seguridad Ciudadana, aunque también refrendó la antipatía que le tiene algunos políticos.
Luego, como Ministro de Vivienda creó una imagen de ejecutor – aunque para ello se sirvió de un marco excepcional, la Ley de Vivienda, que le facilitó las cosas porque le quitó de encima los controles y demoras de la contratación públice y le aseguró los recursos para ejecutar.
Y este año cambió una excelente opción de ser candidato presidencial, que era muy viable, a cambio de ser vicepresidente de Juan Manuel Santos. Con eso se ganó la posibilidad de coordinar los proyectos de infraestructura de Santos II, una posición que lo deja con buenas posibildiades de mantenerse vigente para el 2018.
Ernesto Samper
En 2010 el ex presidente Samper estaba en la orilla de la oposición, sin mayor relevancia en los debates políticos y sin amigos en el gobierno.
Ahora tiene varios ex funcionarios en cargos clave (desde Juan Mesa, uno de los hombres que le habla al oído a Santos hasta su hijo Miguel, quien es viceministro de Justicia, pasando por los actuales ministros de Minas y Justicia), amigos con poder y entrada al gobierno, como Horacio Serpa; y ahora tiene a un amigo personal, Juan Fernando Cristo, designado como nuevo Ministro de Interior.
Y, encima, Santos lo impulsó para convertirse en Secretario General de Unasur.
Andrés Pastrana
Cuando Santos asumió el gobierno en 2010, Pastrana era su aliado. Ahora es uno de sus grandes críticos. En el intermedio, el ex presidente conservador perdió poder e incidencia.
Esa cercanía de hace cuatro años se notaba en que en el equipo de gobierno había varios antiguos funcionarios de Pastrana, encabezados por el mismo Santos, quien fue su Ministro de Hacienda. También estaban Angelino Garzón, vicepresidente de Santos y ministro de Trabajo de Pastrana; Juan Carlos Echeverry, respectivamente ministro de Hacienda y director de Planeación; Juan Camilo Restrpo, de Agricultura y de Hacienda. La amistad era tal que Santos estuvo en el matrimonio del hijo mayor de Pastrana, Santiago, en 2012.
Ahora Pastrana quedó en la otra orilla. Desde que se cruzaron acusaciones por el resultado del litigio con Nicaragua sobre San Andrés, Pastrana pidió a los conservadores salirse del gobierno, vaticinó el fracaso de la reelección y terminó apoyando a Óscar Iván Zuluaga para la segunda vuelta. Y varios de sus aliados, como Mauricio Cárdenas o Juan Gabriel Uribe, terminaron quedándose con Santos en medio de la disputa, lo que dejó a Pastrana más débil que en 2010.
Tema
Razón
Seguridad ciudadana
Las estadísticas de seguridad ciudadana muestran que estamos peor a como estábamos en 2010.
Aunque hay una mejora notable en homicidios (a 30 de junio sumaban 6.539, lo que augura una cifra sustancialmente menor a los 15.817 de 2009 y a los 15.459 de 2010), especialmente en los últimos meses gracias a las reducciones en Cali, Medellín y Barranquilla, en muchos de los otros delitos que afectan el día a día de las personas los índices de han deteriorado mucho.
Por ejemplo, la extorsión ha pasado de 1.373 denuncias en todo 2009 y 1.335 en 2010 (luego de un récord de solo 830 en 2008), a 1.556 hasta el 30 de junio de este año; el secuestro extorsivo iba en 146 casos a 30 de junio de este año por lo que tiende a superar los 282 casos de 2010 y los 213 del récord en 2009; y el hurto de motocicletas a junio sumaba 10.409 casos, lo que podría indicar una reducción frente a 2012 y 2013, pero es un incremento sustancial frente a los poco más de 13 mil casos en todo el año en 2009 y 2010.Cifras similares muestran incrementos en el hurto a comercios; mientras que delitos como el hurto a residencias se han mantenido estables.
Educación
El gobierno Santos se la jugó por mejorar la cobertura de la educación, en lo que le fue bien, pero definitivamente olvidó la calidad. Mejor dicho, la situación es muy similar a la de 2010.
La excepción es que entre 2010 y 2013 la cobertura de educación superior (cuántas personas entre 17 y 21 años están matriculadas) pasó del 37,1 al 45,5, lo que equivale a más de 400 mil personas más en educación superior. En cambio, en educación básica primera y secundaria ha logrado, a grandes rasgos, mantener los aumentos de cobertura del gobierno Uribe.
Además, el esfuerzo en dedicarle más recursos a la educación se han mantenido. Pero eso no se ha reflejado en una mejor calidad. Los resultados de las pruebas Pisa, que fueron peores en 2012 que en 2009, son conocidos; las pruebas Saber del Icfes también muestran un estancamiento. Y aunque son el efecto de más de cuatro años de educación, no hay señales de mejoría.
Para eso no han ayudado las dificultades con estudiantes y docentes: los paros de unos y otros han paralizado la educación pública, el estatuto docente sigue en discusión y hay problemas financieros en la educación superior.
Empleo
Uno de los campos en los que más mejoría ha habido es en el del empleo. La cifra más usual para mostralo es la del desempleo abierto, que pasó de 12 por ciento en diciembre de 2009 a 9,6 en diciemrbe de 2013.
Pero no se trata solo de que haya menos gente buscando trabajo, que es a lo que se refiere esa cifra, sino a que efectivamente hay más gente trabajando. En diciembre de 2013 había 23.574.000 colombianos trabajando, un 64,2 por ciento de la población en edad de trabajar. En diciembre de 2009 esas cifras eran de 20.935.000, un 61,3 por ciento. Eso quiere decir que la cifra de desempleo se ha caído a la vez que más gente trabaja.
Ese resultado, que muestra una situación mucho mejor, se debe a una suma de factores, y el gobierno Santos tiene parte del mérito. No solo mantuvo una economía en buena marcha sin reclaentarse (ayudado, claro, por buenos vientos externos) sino que con políticas como la creación del servicio público de empleo o la formalización de las empleadas de servicio doméstico, buscó mejorar la cantidad y calidad del empleo.
Aunque falta mucho, la situación es, cuando menos, menos preocupante que hace cuatro años.
Vivienda
Con la Ley de Vivienda, que incluye las 100 mil viviendas gratis pero también la meta de construir un millón de viviendas, este sector ha vivido una gran mejoría frente a 2010.
Los indicadores clave han mejorado: entre 2006 y 2010 se construyeron 560 mil casas y entre 2010 y 2014 van a ser más de 900 mil; en 2009 se empezaron a construir 120 mil y en 2014 se llegó casi a 250 mil; si en 2010 había un déficit de un millón de viviendas, a fines de 2013 era de menos de 500 mil.
Aunque la Ley de Víctimas y la de Restitución de Tierras han tenido un arranque difícil y han arrojado resultados más lentos de los esperados, la situación de las víctimas en su conjunto es mejor.
Hoy son un grupo social reconocido y con poder político (no en vano han llenado titulares estos últimos días por el choque entre víctimas de las Farc y otros grupos), cuando en 2010 no tenían mayor relevancia entre el grueso de la opinión. Si bien los resultados de la Ley de Víctimas y de sus institucionalidad (encabezada por la Unidad de Víctimas) son aún pequeños, y muchos vienen de la aplicación de normas del gobierno Uribe, la decisión política de Santos de apoyarlas y apoyarse en ellas han sido fundamentales en este cambio.
Descentralización
Este es uno de los ítmes en los que más ha retrocedido el país. Con la reforma al sistema de regalías no solo se repartió mejor la torta en el país sino que se recentralizó la toma de decisiones sobre ellas.
Algo similar ocurre con los cupos indicativos o los contratos-plan: el Gobierno central, por diferentes vías, decide en qué se focaliza el gasto regional.
Y los cambios anunciados, como la ley orgánica de ordenamiento territorial o al reforma tribuitaria territorial, que podrían compensar esos cambios, no vieron la luz o se quedaron sin dientes.
Infraestructura
A pesar de que buena parte de los cambios tardaron en empezar a funcionar, por el esfuerzo en crear instituciones más adecuadas, hay una mejora en el sector.
Eso se nota, por ejemplo, en las leyes de Infraestructura y de APP, en la creación de la ANI, la ANLA y en el cambio en el manejo del Invías; y se concreta en la entrega de grandes grupos de obras como los Corredores para la Prosperidad y ahra la cuarta generación de concesiones viales. Si, además, finalmente se entrega la concesión para la recuperación y el mantenimiento del Río Magdalena (que está mucho más cerca que hace cuatro años) el cambio será total.
Además hay resultados claros como tener el triple de kilómetros de doble calzada de los que había en 2010 (lo que se debe en parte a los contratos firmados por Uribe, pero también a un mejor manejo de los mismos) y tener en camino la entrega de otro tanto.
Eso no quiere decir que todo esté listo. Sigue sin reglamentarse la consulta previa, no hay certeza aún del cierre financiero del programa de 4G y aún hay cierta falta de certeza sobre las licencias ambientales.
Pobreza
La apuesta del gobierno Santos para superar la pobreza y sobre todo la pobreza extrema, más el buen crecimiento económico, dejan al país en una condición mucho mejor de la que estaba en 2010.
En estos cuatro años Santos fortaleció la Red Unidos, creó el Departamento para la Prosperidad Social y, dentro de él, la Agencia para la Superación de la Pobreza Extrema, y profudizó el programa de ayudas focalizadas que heredó de Uribe (y que venía, en su semilla, desde el gobierno Samper).
Con eso logró sacar a más o menos 1,3 millones de personas – más que todos los habitantes de Bucaramanga – de la pobreza extrema (que incluía en 2013 a las personas que vivían con menos de $91.698 mensuales). Para la pobreza total (vivir en 2013 con menos de $206.091 mensuales), la reducción entre 2010 y 2013 fue del 6,6 por ciento, unas dos millones de personas.
Conflicto armado
El conflicto, a pesar de la reciente arremetida de las Farc y el ELN, tiene menos fuerza que en 2010. Una cifra lo ilustra con claridad: en ese año el conflicto produjo 196 mil víctimas, la cifra más baja desde 1998. En 2013, ese número bajó a 122 mil, según la Unidad de Víctimas.
Esa reducción ya venía de trás pero se encrementó: en el gobierno de Pastrana y el primer cuatrenio de Uribe cada año se produjeron 447 mil víctimas, mientras que en els egundo gobierno Uribe la cifra bajó a 351 mil y en los primeros tres años de Santos fue de 192 mil.
Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.
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