A esta hora el contralor distrital sigue en la audiencia de rendición de cuentas en el Concejo de Bogotá. Durante el debate se han conocido nuevos detalles sobre su vida, pero no ha salido a relucir cuáles fueron realmente sus acciones frente a los contratos de Transmilenio en los que participaron los Nule.
Resulta que en junio de 2009, tres meses después de que Miguel Ángel Moralesrussi anunciara que investigaría las pruebas que le había llevado un periodista de CityTV sobre la irregularidad por parte del Distrito en la contratación de la Fase III de TransMilenio, la Contraloría Distrital publicó una auditoría de todos los contratos celebrados en 2008.
En el informe sobre el contrato de las obras de TransMilenio por la calle 26 y la carrera 10, la Contraloría de Moralesrsussi concluyó que hubo varias deficiencias en los diseños y una carencia de estudios que “evidencian la falta de planeación y cumplimiento de los requisitos para la apertura del proceso de licitación”.
Sin embargo, la advertencia de esta auditoría fue ignorada. Al punto que la Contraloría de Bogotá sólo comenzó a señalar los problemas de la obra en enero de este año y sobre todo, quejándose de su demora.
Lo extraño es que según dijo Julio César Turbay en entrevista con El Tiempo, cuando la Contraloría General realizó un embargo a las empresas del Grupo Nule, dijo que no había intervenido antes en la situación de la capital, pues había hecho “un seguimiento a las auditorías realizadas por la Contraloría de Bogotá, sin que ellas evidenciaran hallazgos que generaran alertas sobre las irregularidades en la ejecución del contrato”.
¿Qué pasó con las objeciones iniciales de Moralesrussi?