Aunque el periodismo digital en Colombia todavía es muy joven y apenas dos de cada tres habitantes urbanos tiene Internet en su casa, es cada vez mayor el espacio que ha venido ganando el periodismo que hacen portales digitales independientes (sobre todo La Silla, que es el más consultado de ellos) e incluso el que hacen ciudadanos corrientes en blogs.

Estas fotos del vertimiento de carbón de Drummond con las que el periodista independiente samario Alejandro Arias se ganó el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, la primera vez que un bloguero lo gana. 

?Aunque el periodismo digital en Colombia todavía es muy joven y apenas dos de cada tres habitantes urbanos tiene Internet en su casa, es cada vez mayor el espacio que ha venido ganando el periodismo que hacen portales digitales independientes (sobre todo La Silla, que es el más consultado de ellos) e incluso el que hacen ciudadanos corrientes en blogs.

Colombia aún está muy lejos de que el periodismo web tenga la capacidad de llegarle a toda la población nacional, algo que sí está sucediendo en países como Estados Unidos, donde el Huffington Post, Politico o el Drudge Report han llegado a rivalizar con el New York Times o el Washington Post en el número de visitantes únicos. Algo similar sucede con portales como Médiapart o Rue89 en Francia y Linkiesta en Italia, e InfoLibre o El Confidencial en España. Incluso en América Latina, El Faro es el medio más leído en El Salvador.

Hay varios factores que permiten ver cómo poco a poco los medios independientes colombianos están compitiéndole de tú a tú a los más tradicionales y convirtiéndose en referencia obligada para ciertos sectores de la población.

Los digitales pesan en los líderes

Todos los años la firma Cifras&Conceptos le hace un sondeo a 2 mil líderes de opinión en el país, en donde les pregunta por temas como la imagen del presidente Santos, lo que estarían dispuestos a aceptar en el proceso de paz, la empresa que más admiran o la gestión de sus alcaldes y gobernadores. Y se centra bastante en los hábitos de lectura de este grupo de políticos, empresarios, académicos, periodistas y líderes de organizaciones sociales en 16 departamentos.

La última versión de este sondeo -que se hizo pública esta mañana- muestra que los medios digitales ya se han vuelto indispensables para los formadores de opinión en el país. (Vea abajo el gráfico a de preferencia a nivel nacional).

En general, la tendencia de años anteriores se mantiene, incluyendo el hecho de que La Silla sigue entre los cuatro medios más influyentes del país en Internet (sólo por debajo de portales de medios tradicionales con la trayectoria de El Tiempo, Semana y El Espectador, y mucho más mencionado que otros medios digitales).

Portales digitales como Razón Pública, Kien&Ke y Confidencial Colombia aparecen con el mismo nivel de influencia que medios de mucha mayor cancha como La República, RCN, Portafolio, Dinero o El Colombiano, incluso a costa de medios fuertes a nivel regional como El Heraldo o Vanguardia, que no marcan en lo nacional.

En Bogotá, La Silla Vacía fue el tercer medio más consultado y fue mencionada por el mismo número de personas que Semana, mientras que Razón Pública y Kien&Ke le empatan a Caracol. Las2Orillas, el proyecto que lanzaron León Valencia y María Elvira Bonilla en junio de este año, ya tiene un tres por ciento de menciones, lo mismo que Portafolio y Dinero, y por encima de La República. En total, de los doce medios más citados por los líderes de opinión bogotanos, cinco son 100 por ciento digitales. (Vea abajo el gráfico a de preferencia en Bogotá).

La mayor novedad que trae la encuesta de este año está en que estos proyectos periodísticos independientes están ganando mucho terreno y muy rápidamente en las diferentes regiones del país, algo que no sucedía antes. Irónicamente su influencia se veía restringida a grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali pese a ser 100 por ciento virtuales y gratuitos, en parte porque tienen menos recursos y menos periodistas. Y en parte porque nuestros modelos de negocios todavía son frágiles y no nos permiten ser autosostenibles.

Pero en esta medición se ve que el crecimiento en los 15 departamentos es sostenido. La Silla aparece mencionado entre las páginas más consultadas en todas las regiones menos Cesar y en once de éstas figura entre el top 5. Kien&Ke aparece mencionado nueve veces en el top 15, Razón Pública y Las2Orillas cinco veces, seguidos por Verdad Abierta y Confidencial Colombia una vez.

Es decir, aunque El Tiempo sigue siendo el rey -tanto en el impreso como en Internet- los digitales están mostrando que pueden incidir más allá del centro.

La capacidad de poner agenda

Más allá de su tamaño o capacidad de producir volumen de noticias, el periodismo web está demostrando que tiene la capacidad de incidir en el debate público y está siendo reconocido por ese trabajo, como lo muestran los Premios Nacionales de Periodismo Simón Bolívar que se entregaron la semana pasada.

En los premios más importantes del periodismo colombiano, donde por primera vez hubo una categoría exclusiva para Internet, se vio que el trabajo de estos medios independientes le está compitiendo en calidad a las ediciones digitales de sus primos más grandes y con mayores recursos. Casi todas las categorías fueron ganadas por portales independientes y no por los .com de los grandes medios. (La Silla decidió no participar en los premios ya que su directora Juanita León estaba entre los jurados).

Un buen ejemplo es el de Daniel Pardo, el columnista de Kien&Ke que develó cómo la petrolera venezolana Pacific Rubiales estaba invirtiendo masivamente en medios de comunicación e incluso pagando publirreportajes que pasaban por notas periodísticas. La columna, que casi no sale publicada por oposición del medio y causó un fuerte debate nacional, le terminó costando a él su tribuna -ya que el suyo era precisamente uno de los medios cuestionados- y también el puesto a María Elvira Bonilla, su directora y cofundadora.

Algo similar ocurrió con el bloguero independiente Alejandro Arias, que ganó el premio por su serie de seis fotos que documentaron el momento -en enero de este año- en que una barcaza sobrecargada de Drummond tuvo que arrojar casi 500 toneladas de carbón a la Bahía de Santa Marta para evitar hundirse.

Sus fotos, que generaron una ola de indignación en las redes sociales y motivaron la suspensión del cargue de carbón de Drummond por un mes, sirvieron para dejar en evidencia que la minera estadounidense no había reportado el accidente como debía y puso la lupa sobre la baja capacidad de reacción y vigilancia que tienen las autoridades ambientales en el país.

“Desafortunadamente en este caso tenemos que decir que sí nos enteramos por los medios de comunicación”, reconoció en su momento Luz Helena Sarmiento, que entonces era directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y hoy es la Ministra de Ambiente de Santos.

Lo que no dijo o no sabía Sarmiento es que estas fotos no aparecieron originalmente en ningún medio, sino en el blog personal de Arias, el espacio donde este abogado y periodista samario ha venido haciendo denuncias sobre temas locales y ambientales como las irregularidades en torno a la licencia del hotel Los Ciruelos en el Parque Tayrona.

Ambos trabajos generaron fuertes debates públicos que posiblemente no habrían salido a la luz sin medios digitales. Aunque son un par de casos aislados, muestran que el periodismo en Colombia está comenzando a reconocer la calidad de esos proyectos más independientes, como está sucediendo en otros países.

En Estados Unidos, desde hace cuatro años varios medios digitales se están llevando algunos de los principales premios Pulitzer, el mayor galardón del periodismo estadounidense. El portal de periodismo investigativo ProPublica fue el pionero en 2010 al ganarse el mejor reportaje de investigación por su historia sobre un hospital en la crisis del Huracán Katrina y repitió un año después con una serie sobre las malas prácticas en Wall Street. Este año InsideClimate News -otro medio virtual y especializado en temas ambientales- se llevó el premio al mejor cubrimiento nacional, por su investigación sobre la regulación de los oleoductos en el país.

Los medios digitales también están mostrando que están siendo exitosos en crear comunidades de lectores activas, que interactúan y que participan en el proceso de construcción colaborativa de la información. Precisamente otro de los galardonados en los Premios Simón Bolívar fue Eduardo Briceño, un usuario de La Silla que escribió el reportaje “Los hijos de Orión” para nuestra sección ‘Historias de usuarios’ y ganó la beca al periodismo joven. Y de paso se convirtió en el primer Simón Bolívar -aunque sea indirectamente- para La Silla.

Sin embargo, hay otras señales que muestran que todavía hay espacios que el periodismo web no ha logrado conquistar. Por ejemplo, la lista de los ‘tuiteros’ más influyentes de Colombia -según los líderes de opinión- es una mezcla de políticos mediáticos y veteranos periodistas. Algo similar sucede con los columnistas de opinión más recordados, que siguen siendo -tanto a nivel nacional como regional- los mismos pesos pesados de los periódicos y revistas con mayor trayectoria.

Es decir, todavía no hay un ambiente que permita que aparezcan figuras ‘digitales’ capaces de forjar opinión, como sucedió en Estados Unidos con Nate Silver -el (único) estadístico que predijo correctamente los resultados de las presidenciales en 2008 desde su blog FiveThirtyEight– o el británico Andrew Sullivan, que se ha convertido en uno de los comentaristas de referencia de los conservadores.

Aún así, el hecho que los medios independientes sigan aumentando su visibilidad y consolidando ese espacio digital permiten hacer una evaluación optimista del rol que están cumpliendo.

Lea el sondeo completo aquí.

Fui periodista de La Silla Vacía especializado en temas ligados al Acuerdo de paz (desarrollo rural, política de drogas, justicia transicional y cómo las víctimas reconstruyen sus vidas) y al ambiente. Soy pata de perro y tengo más puestos que una buseta: soy editor del Centro Latinoamericano de...