La encuesta Polimétrica de Cifras y Conceptos que salió hoy muestra que los escándalos que sacudieron la campaña la semana pasada aumentaron el rechazo por los políticos. Y, a pesar de eso, Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, los dos protagonistas, serán los que pasen a primera vuelta.

La encuesta Polimétrica de Cifras y Conceptos que salió hoy (y que es la primera de la avalancha de encuestas que habrá de acá al domingo, el último día en el que se pueden publicar encuestas antes de la primera vuelta) muestra que los escándalos que sacudieron la campaña la semana pasada aumentaron el rechazo por los políticos. Y, a pesar de eso, Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, los dos protagonistas, serán los que pasen a primera vuelta.

Estas son las principales conclusiones de la encuesta, que es la primera hecha después de los escándalos de la semana pasada:

1. Los escándalos golpean a todos los políticos

Aunque los escándalos afectaron directamente a la campaña de Zuluaga (por el “hacker” que trabajaba en ella) y de Santos (porque J.J. Rendón era su estratega), el rechazo de mucha gente fue a todos los políticos en su conjunto.

Empeoraron las imágenes de quienes no solo no tienen nada que ver con los escándalos sino que, además, criticaron la “guerra sucia”. Isabel Segovia, candidata vicepresidencial de Enrique Peñalosa, se quedó con la misma imagen positiva pero su imagen negativa creció tres puntos; Aída Avella, fórmula de Clara López, perdió cinco puntos de imagen positiva y ganó cuatro de negativa. E incluso el vicepresidente Angelino Garzón, que pidió parar la “guerra sucia”, cayó 17 puntos en su imagen positiva.

Los partidos también resultan aafectados: el porcentaje de encuestados que no se identifican con ninguno o no responden subió del 45 al 52 por ciento.

2. Y el más afectado es Santos

El Presidente – candidato es el más golpeado. No solo su campaña es la más señalada como responsable de la “guerra sucia” sino que su imagen positiva cae siete puntos y la negativa crece seis, con lo que pierde todo lo que había recuperado desde marzo. En contraste, Zuluaga pierde cuatro puntos de imagen favorable y crece tres de desfavorable.

Aunque es usual que cuando hay un mal momento entre la opinión cualquier presidente pague el costo, el efecto a 10 días de la primera vuelta y cuando su campaña está en el centro del escándalo es mayor, y borró cualquier posibilidad que le quedaba de ganar en primera vuelta.

3. Uribe, en cambio, incólume

El ex presidente, a pesar de haber protagonizado el contraataque al señalar a la campaña de Santos de 2010 de violar topes y recibir dineros de posible origen mafioso (y luego negarse a aportar una sola prueba), sale bien librado: su imagen positiva crece un punto y la negativa dos, movimientos dentro del margen de error. Mejor dicho, el senador electo tiene el capital político para seguir sirviendo de botafuegos contra Santos.

4. En Bogotá sí los golpeó más el escándalo

La encuesta muestra que en Bogotá el escándalo sí afectó: Santos y Zuluaga empatan con alrededor del 18 por ciento de la intención de voto, bastante menos que su promedio en el país, y los otros tres candidatos superan el 10 por ciento.

Con la carrera cerrada para segunda vuelta, los votos de Bogotá (que son más o menos uno de cada cinco) por candidatos diferentes a Zuluaga y Santos ganan peso. Por eso estrategias como la campaña de Pacho Santos por el lado uribista y los acercamientos con el petrismo por el lado de Santos podrían ser claves.

5. Pero, al final, votarán por ellos

A pesar de que los medios no han hablado de mucho más, solo un 42 por ciento de los encuestados dice que conoce el escándalo de los dólares de J.J. Rendón y Germán Chica, y apenas el 53 por ciento sabe del del “hacker”, lo que muestra el alcance limitado de esos escándalos.

Quizás por eso, o porque como dicen los políticos es “mejor que hablen de uno así sea mal”, los protagonistas de estos escándalos -según esta encuesta- tienen asegurado el paso a segunda vuelta. Aunque Santos frenó su crecimiento, sigue con una intención de voto suficiente para no poner en riesgo ese paso; y Óscar Iván Zuluaga se mantuvo en ascenso.

6. La tercería no capitalizó el asco

Mientras tanto, los otros tres candidatos no lograron aprovechar el papayazo  de la semana pasada: ninguno se movió más de medio punto porcentual en intención de voto, lo que esencialmente sepultó sus posibilidades de pelear el cupo en la segunda vuelta.

Aunque los resultados de Marta Lucía Ramírez seguramente serán mejores, porque esta encuesta solo incluye a las ciudades medianas y grandes y la candidata tiene el voto conservador que es fuerte en municipios pequeños, esa diferencia probablemente no es de los 10 puntos que necesita para quedar cerca de Zuluaga. Y en el caso de Clara López y Enrique Peñalosa, las opciones son aún más remotas, pues son más fuertes en las ciudades y, por su muestra, la Polimétrica le da más peso al voto urbano.

7. Pero se vuelve clave en la segunda vuelta

Aunque no pasen a segunda vuelta, los otros tres candidatos tiene juego en ella. Con los resultados tan apretados en todos los escenarios, y especialmente en el de Zuluaga vs. Santos, su apoyo podría ser definitivo, por pocos votos que movilicen.

Pero, en votos directos, la adhesión que tiene más peso es la de Clara López. La izquierda que vota por ella suele ser disciplinada y por eso su decisión puede pesar más que la de Ramírez (que tiene voto de opinión y voto conservador, que está dividido de entrada) y, especialmente, la de Peñalosa (cuyo fuerte es el volátil voto de opinión). Como López podría dejar en libertad a sus electores o pedir que apoyen a Santos por el proceso de La Habana, esa decisión será una de las más sonadas entre la primera y la segunda vuelta.

8. Y se pueden jugar su futuro político

Además de incidir en la segunda vuelta, los tres candidatos se juegan parte de su futuro político: no es lo mismo perder con el cuatro por ciento de los votos que hacerlo con el 15, como muestra el gran impulso que recibió la carrera política de Germán Vargas Lleras después de las elecciones de 2010.

Eso es especialmente importante para Enrique Peñalosa, que parece que va a reiterar su fama de mal candidato (o cadáver político, como él mismo se llamó hace un tiempo).

El probema es que, por ahora, el escándalo también los afectó en su imagen. Falta por ver si en la recta final aprovechan la posibilidad de distanciarse de la guerra sucia.

9. El voto en blanco se desinfla a pesar del escándalo

Aunque hace unos meses el voto en blanco parecía el fenómeno clave de las elecciones, y ganó para el Parlamento Andino, en estas elecciones no hace más que desinflarse. En la Polimétrica cae del 30 por ciento en febrero al 11,5 por ciento en mayo, con una tendencia cada vez más fuerte.

Entre abril y mayo, la caída fue de 6,5 por ciento y se trasladó a donde Zuluaga. Con eso se confirma que el escándalo en vez de inflar el voto protesta o el indignado (que es el voto en blanco), se fue a donde los políticos.

10. Pero los indecisos van a definir la segunda vuelta

El efecto de los escándalos fue cerrar la segunda vuelta en todos los escenarios: en el más probable hay un triple empate técnico entre Santos, Zuluaga y los indecisos. Por eso, ese 32 por ciento de indecisos se convierte en el ‘botín’ a conseguir entre el 25 de mayo y el 15 de junio.

La pregunta clave será si las dos campañas prefieren buscar hechos que seduzcan a los indecisos (como un nuevo acuerdo en La Habana para Santos) o si insisten en una campaña de señalamientos que puede erosionar los votos del rival pero no incentivar a los que no saben por quién votar.

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.