La elección de Viviane Morales como Fiscal General de la Nación fue sorpresiva. No era ni la más opcionada, ni la de más méritos profesionales de entre los candidatos. En el ejercicio del cargo resultó sorpresiva la manera como asumió los procesos contra varios de los más altos funcionarios del gobierno Uribe, a quienes hizo ir a la cárcel o se encuentran fugitivos. Todos se sorprendieron porque la Fiscal se reconcilió con su esposo, Carlos Alonso Lucio, quien ha tenido a lo largo de su vida vínculos con varias organizaciones delictivas. La nulidad de su elección no la esperaban muchos, el ponente había hecho una interpretación favorable y se consideraba que el Consejo de Estado se iría por esa línea más moderada. Toda una sorpresa.

Su origen, su desempeño, su vida privada convirtieron a Morales, de pronto sin proponérselo, en el centro de varias disputas políticas que siguen vivas y que se atizarán durante el proceso de sucesión de la Fiscal, pero que no explican por sí solas ni su llegada, ni su salida, ni sus decisiones.

1. Uribistas vs. antiuribistas

Morales había hecho parte de una Comisión de Reforma judicial nombrada por Álvaro Uribe y por ello se suponía que tenía simpatías de ese sector político. Sin embargo, la sola aceptación de su inclusión en la terna, considerada la mayor traición de Juan Manuel Santos contra el ex presidente, la puso en la larga lista de acusados de participar en una persecución contra los miembros de su gobierno.

Morales fue ganando posiciones en esa lista a la que también han entrado otros personajes, que como el Procurador Ordóñez o algunos magistrados de la Corte Constitucional, llegaron a sus cargos apoyados por Uribe, pero después han tomado decisiones en contra de funcionarios de ese Gobierno.

En su salida, la Fiscal convirtió los procesos contra los funcionarios de Uribe como su principal logro. Dijo que había demostrado que no había intocables. Justificó su renuncia en el hecho de la inminencia del inicio del juicio contra Andrés Felipe Arias y en la necesidad de que sea asumido por un Fiscal en propiedad para enfrentar “el poder de mis contricantes y la perversidad de sus aliados en los medios de comunicación”.

Que los uribistas estaban detrás de la demanda contra la elección de la Fiscal no es ningún descubrimiento, pero pretender que el Consejo de Estado decidió como lo hizo porque se dejó influenciar de ese sector político es razonar igual que Uribe, es decir partir del supuesto de que todas las decisiones judiciales se explican solo por la disputa entre uribismo y antiuribismo.

Como lo hace Uribe permanentemente, la Fiscal en su declaración de despedida mete a todos sus críticos en el mismo saco de la confabulación con fines políticos. Los miembros del Consejo de Estado, las periodistas que criticaron el hecho de su relación con un personaje como Lucio, el uribismo clase A e incluso al Alcalde de Bogotá que fue crítico de ella y de su esposo quedaron implicados en el mismo “complot”.

2. El samperismo vs. antisamperistas

La cercanía de Viviane Morales con Ernesto Samper es conocida. Eso convirtió a personas afectas a Samper y a él mismo en los principales defensores de la Fiscal. En columnas de opinión y aún en la asesoría jurídica y política para enfrentar el caso, estuvieron en la primera línea.

El hecho de que periodistas caracterizadamente contrarias a Samper como María Isabel Rueda y María Jimena Duzán hubieran llamado la atención sobre la inconveniencia de que la Fiscal General de la Nación estuviera casada con una persona con un pasado como el de Carlos Alonso Lucio, revivió viejas confrontaciones entre partidarios y críticos del ex presidente.

La defensa que Morales hizo tanto de Samper como de los congresistas que participaron en su absolución en el Congreso durante el proceso 8000 fue siempre un punto débil en la credibilidad de la Fiscal para enfrentar casos de corrupción.

3. Gobierno vs. Cortes

Una de las principales justificaciones de la Reforma a la Justicia es la de eliminar el efecto perverso que ha tenido en las altas Cortes su participación en la elección de altos funcionarios. Los miembros del poder judicial se oponen a la eliminación de esas facultades, pero el episodio de la elección y la caída de la Fiscal da más razones para pretender la modificación de esas normas.

Sin embargo, al menos por unos días, ni el Gobierno, ni el Congreso querrán enfrentar a la Corte, mientras se resuelve la sucesión de Morales. El tiempo para que pase la Reforma en el Congreso es corto y las primeras de cambio de este semestre coincidirán con la elección de un nuevo Fiscal y con las discusiones sobre el período para el cual se elige. Sobre esto último ahora hay tres teorías, una que será cuatro años, otras que es por 17 meses y otras que por cuatro años menos el tiempo que estuvo Morales en la Fiscalía.

Aunque el Presidente ha sido prudente, es evidente que en el Gobierno consideran que la decisión del Consejo de Estado tuvo motivaciones políticas y no precisamente para favorecer a Santos.

4. Uribe vs. Santos

El cambio de la terna de candidatos para Fiscal ha sido el principal punto de discordia de Uribe contra Santos. Lo considera una traición influenciada por Germán Vargas. Las declaraciones de Santos en las que resalta la labor de la Fiscal y su intención fallida de postularla nuevamente han sido tomadas como sal en la herida.

El Presidente, fiel a su estilo, tendrá que repetir muchas veces el mantra de “nopecu”, pero sobretodo tendrá que escoger nombres que Uribe no tenga previamente inscritos en la lista de enemigos y “complotadores” contra su gobierno.

Pocos episodios recientes han generado consecuencias tan extrañas en la minucia política como el de Morales.  Revivió viejas disputas, puso a contradictores del mismo lado, animó a los abogados a inventar teorías y revolvió las pasiones que ponen a todos a reaccionar en forma parecida.
 

Héctor Riveros Serrato es un abogado bogotano, experto en temas de derecho constitucional, egresado de la Universidad Externado de Colombia, donde ha sido profesor por varios años en diversos temas de derecho público. Es analista político, consultor en áreas de gobernabilidad y gestión pública...