Al igual que todos los otros partidos minoritarios en el Congreso, los verdes están angustiados por las próximas elecciones legislativas, en las que tendrán la difícil tarea de replicar la ola verde que los vio nacer en 2010 y superar un umbral que ahora rondará los 450 mil votos. Y una de las principales cartas a la que le están apostando para sobrevivir al 2014 es traer de regreso a Compromiso Ciudadano y a los verdes cercanos a Sergio Fajardo, comenzando por su mano derecha Alonso Salazar.
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La idea de facilitar un acercamiento entre el Partido Verde y los verdes cercanos a Sergio Fajardo surgió del congreso nacional de jóvenes verdes en San Jerónimo. Foto cortesía Partido Verde |
Al igual que todos los otros partidos minoritarios en el Congreso, los verdes están angustiados por las próximas elecciones legislativas, en las que tendrán la difícil tarea de replicar la ola verde que los vio nacer en 2010 y superar un umbral que ahora rondará los 450 mil votos. Y una de las principales cartas a la que le están apostando para sobrevivir al 2014 es traer de regreso a Compromiso Ciudadano y a los verdes cercanos a Sergio Fajardo, comenzando por su mano derecha Alonso Salazar.
La Silla supo que los acercamientos entre los verdes y los seguidores del gobernador de Antioquia están avanzadas, aunque todavía no han llegado a ningún acuerdo. Las conversaciones entre ambos, que comenzaron como una iniciativa salida de las juventudes verdes, ya recibieron el apoyo de varias de las principales figuras nacionales del Partido y se comienza a mencionar la posibilidad de que el ex alcalde de Medellín ingrese a la dirección nacional de los verdes en representación de los fajardistas. E incluso se menciona en voz baja la idea de que se convierta en su próximo presidente y lidere el proceso de elaboración de listas al Congreso.

Foto: La Silla Vacía

Foto: Juan Pablo Pino

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Foto: Juan Pablo Pino
El regreso de Compromiso Ciudadano a los verdes se empezó a cocinar en enero durante el primer Congreso Nacional de Jóvenes, que ayudó a organizar el representante boyacense Carlos Andrés Amaya y que reunió a 27 delegaciones de todo el país en San Jerónimo (Antioquia).
Como contó La Silla, en ese momento Fajardo todavía estaba inconforme con algunas decisiones de la dirección verde, pero su asistencia al congreso -la primera vez en dos años que se sentaban juntas sus caras más visibles- fue interpretada como un mensaje positivo. Ese fue el primer paso para discutir el posible regreso de un sector que se apartó inconforme con la salida de Antanas Mockus, con el apoyo del ex presidente Álvaro Uribe a la campaña de Enrique Peñalosa a la alcaldía de Bogotá y con la manera cómo funcionaba el partido. Al final ese sector fue el único de los verdes en lograr un gran triunfo electoral en las últimas elecciones regionales.
“Desde el año pasado nos dimos cuenta de que, por esa fragmentación interna, nos íbamos a derrotar entre nosotros mismos. Y surgió un consenso entre los jóvenes de que para las próximas elecciones había que reunir las fuerzas que estaban apartadas”, le dijo a La Silla Ana María Hernández, una de las líderes jóvenes de Compromiso Ciudadano que participó activamente en los acercamientos.
“Salimos del Congreso con la idea de propiciar acercamientos con nuestros líderes naturales como Fajardo y Antanas. Pero queremos hacerlo de forma organizada, sin que se hieran susceptibilidades y siempre con una participación activa de los jóvenes”, señaló Natalia Rivera, otra de las líderes de las juventudes verdes en Bogotá.
Ese rol también se lo reconocen los dirigentes nacionales. “Este diálogo arrancó a partir del proceso de las juventudes y a instancias claras del Congreso de jóvenes en enero”, dice el concejal Antonio Sanguino.
A partir de ese momento, las conversaciones se fueron multiplicando y hace tres semanas, varias figuras reconocidas del partido le enviaron una carta a Salazar, invitándolo a volver a trabajar juntos.
Esa carta la firmaron los representantes Ángela Robledo y Carlos Andrés Amaya, los senadores John Sudarsky y Jorge Londoño, el concejal Antonio Sanguino, los integrantes de la dirección nacional Carlos Ramón González y Eduardo Andrés Garzón -hijo de Lucho– y dos representantes de los jóvenes. Dos fuentes verdes le confirmaron a La Silla que el representante Alfonso Prada también estaría a favor.
La Silla supo que Salazar aún no ha respondido la carta, pero ha venido organizando reuniones individuales con cada uno de los líderes del Partido. Y que varios de ellos se muestran muy optimistas con el posible regreso del ex alcalde y de los fajardistas a los verdes.
Pero primero pondrán varias condiciones. “Hay buen ambiente, pero no queremos que sea cosa de una facción y falta ver qué cambios está dispuesto a hacer el partido para parecerse a los que estamos en regiones. Por eso queremos sentarnos con toda la dirección nacional en Medellín para discutir la posición sobre el proceso de paz, sobre temas administrativos del partido, sobre el trabajo en regiones y sobre las juventudes”, le dijo a La Silla una persona cercana al ex alcalde.
Para los verdes, el regreso de Compromiso supondría no sólo el regreso de una de sus figuras históricas sino también de un capital político muy valioso, ya que Fajardo fue elegido gobernador de Antioquia con una votación de casi un millón de votos y cuenta con una imagen positiva cercana al 72 por ciento según la última encuesta de Invamer Gallup.
Además, su lista a las elecciones legislativas pasadas, que incluía a Beatriz White, Luis Eladio Pérez y Mapi Velasco, obtuvo 183 mil votos que no le alcanzaron para superar el umbral pero que podrían ser muy útiles para los verdes.
El problema es que es difícil medir el impacto que podría tener Compromiso a nivel electoral porque no es nada claro qué tan endosables pueden ser los votos de Fajardo para las legislativas. Sobre todo porque Fajardo no puede participar en política y porque varios de sus colaboradores más conocidos, como Iván Marulanda, Santiago Londoño o White, están trabajando con él en la Gobernación. Y el mismo Salazar fue inhabilitado por la Procuraduría para participar en política por 12 años, aunque su imagen favorable sigue siendo alta.
Por esta razón, más que el caudal electoral que los fajardistas podrían traerle al Partido para las próximas elecciones legislativas, el gran aporte de la llegada de Salazar podría ser ayudar a limar las asperezas que le han impedido marchar en una dirección única. Porque al interior de los verdes se sienten aún las diferencias entre peñalosistas, mockusianos y luchistas, y en Antioquia y el resto del país todavía existe la percepción de que el partido sólo tiene ojos para Bogotá. La condición de los fajardistas es parquearlas todas a un lado.
Según dos fuentes consultadas por La Silla, una eventual llegada del ex alcalde a la presidencia del Partido podría ser un paso en esa dirección, ya que el representante y actual presidente Alfonso Prada tendrá que concentrarse eventualmente en su campaña al Senado y se le complicaría la tarea de elaborar listas.
Aún no se ha fijado una fecha límite para concretar los diálogos con los fajardistas, pero todos coinciden en que los tiempos ya son estrechos si los verdes quieren presentarse unidos a las elecciones.
“La decisión de fondo tenemos que tomarla este mes porque necesitamos una presidencia y una dirección que estén dedicadas tiempo completo a organizar el Congreso Nacional del partido en septiembre. Y tenemos que tomar decisiones cruciales como si decidimos hacer alianzas de cara a las presidenciales”, dijo un reconocido líder verde.