Memo para Gustavo Petro: el país que recibe en temas rurales

Esta es una nueva entrega de la serie de “Memos al nuevo Presidente”, elaborada a partir de entrevistas con expertos de La Silla Llena y otros conocedores para abordar el país que recibe Gustavo Petro. El primer memo se enfocó en conflicto y paz; el segundo, en medio ambiente; y este tercer memo se ocupa de los temas rurales.

Fecha: 25 de julio de 2022

Memo dirigido a: Gustavo Petro, presidente electo, y Cecilia López, designada ministra de Agricultura y Desarrollo Rural.

De: La Silla Vacía, con base en entrevistas a Felipe Roa-Clavijo, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes; Gonzalo Mejía, doctor en ingeniería y profesor de la Universidad de La Sabana; Santiago Flórez Gómez, consultor en competitividad agropecuaria; Diana Isabel Güiza, exinvestigadora en DeJusticia y estudiante doctoral de la Universidad de Notre Dame; Tatiana Alfonso, profesora de derecho de la Universidad Itam (México) y especialista en estudios de raza, etnicidad y desarrollo.

Asunto: el país que recibe en temas rurales.

Introducción

La agenda rural fue una de sus banderas más importantes de campaña y ya se comprometió con sacar adelante la reforma agraria durante su primer año de gobierno.

Usted ha enfocado esta propuesta en dinamizar la productividad del campo, un objetivo que pasa por desincentivar los latifundios improductivos, fomentar la asociatividad campesina, garantizar la participación de comunidades campesinas y étnicas, recuperar los cultivos ancestrales, atender la situación de orden público y robustecer la institucionalidad agraria, entre otros. Las políticas que ponga en marcha no pueden prescindir de la participación de las comunidades rurales y étnicas.

Antecedentes

  1. Hay una gran desigualdad en la tenencia y en la tributación de la tierra. El coeficiente de Gini en la ruralidad en Colombia está cerca de 0,9. Existe, además, una desigualdad en el recaudo de impuestos: grandes propiedades que no tributan lo que deberían y se benefician de falta de actualización predial. 
  2. No existe una política rural moderna. La ruralidad se ha manejado reaccionando a crisis con subsidios, sin una política moderna de desarrollo del campo. La mayor parte de los propietarios de tierras son minifundistas que utilizan poca tecnología, no tienen capacitación ni información para producir lo que se necesita, y cultivan lo que han cultivado toda la vida. Estamos muy rezagados en industrialización y logística agrícola, y esto impacta directamente (y negativamente) en la productividad.
  3. La promesa de una reforma rural integral. El Gobierno Duque tuvo poco compromiso político con el Acuerdo de Paz y dejó una implementación de la Reforma Rural Integral a medias; solamente les dio visibilidad y presupuesto a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet). La deuda con lo acordado es grande. 
  4. El país rural está movilizado. La última década ha estado marcada por importantes movilizaciones que han nacido de reclamos de comunidades campesinas y étnicas, que también han construido agendas políticas amplias que tocan, entre otros, la redistribución de la tierra. Gracias a estas movilizaciones han cobrado un reconocimiento como actores políticos que se debe traducir en participación efectiva en las decisiones que les conciernen. 
  5. Una institucionalidad agraria débil y desarticulada. En el papel, la institucionalidad existe, pero en la práctica tiene pocas capacidades. El ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural es una de las carteras con menos presupuesto. Adicionalmente, se han creado diversas instituciones encargadas de temas agrarios y rurales que no tienen músculo en los territorios y sufren de poca coordinación entre sí. La jurisdicción agraria no ha sido creada y es una de las promesas del Acuerdo de Paz.

Las principales resistencias

  • Políticos de oposición. Sectores de la derecha asocian su proyecto a una pretensión de expropiar a los terratenientes y acabar con el libre mercado en el campo. Lo asimilan con un discurso de izquierda con el que tradicionalmente se han enfrentado y que temen que se instaure en el país (como ocurrió en Venezuela) con su llegada a la Presidencia. El Centro Democrático ya se declaró en oposición al Gobierno. Adicionalmente, los políticos cuyas campañas son financiadas por terratenientes, también pueden ser un obstáculo.
  • Grandes terratenientes. Las élites económicas rurales regionales han sido muy resistentes a las reformas agrarias, sobre todo en cuanto a políticas de redistribución de la tierra. En particular, los terratenientes con grandes extensiones de tierra improductiva.
  • Grupos armados ilegales. Son los principales interesados en que el campo no se desarrolle y que las comunidades rurales tengan como única opción de vida dedicarse al cultivo de uso ilícito.

Victorias tempranas en el primer año

  • Consensos políticos amplios alrededor del agro. Su agenda para el agro es de largo plazo, pero para implementarla va a tener que lograr desde el comienzo unos amplios consensos políticos alrededor de la dinamización productiva del campo.
  • Un plan de choque contra el hambre. Los productores agropecuarios en Colombia, en especial pequeños productores y campesinos, producen una parte muy importante de los alimentos que consumimos en el país. Si bien la situación de inseguridad alimentaria en el país obedece a problemas estructurales, requiere medidas rápidas. Lograr ofrecer un plan bien diseñado alimentaria, sobre todo de las poblaciones más vulnerables, sería una victoria temprana importante.
  • Involucrar desde el comienzo a las comunidades étnicas y campesinas. Las comunidades deben contar con mecanismos de participación desde el diseño de las políticas rurales. Darles la visibilidad y el reconocimiento en el Plan Nacional de Desarrollo es fundamental. Por ejemplo, uno de los objetivos que se ha trazado es recuperar los cultivos ancestrales. No solo es un tema de seguridad y soberanía alimentaria, sino que puede ser aprovechado como un detonante del agroturismo. Lograr involucrar a las comunidades en este tipo de políticas es importante no solo porque constituye una fuente de recursos para ellas, sino porque repercute positivamente en el sentido de pertenencia de estas comunidades tradicionalmente invisibilizadas.

Aliados claves

  • Los movimientos agrarios. Varios de sus líderes llegaron como congresistas de su coalición, el Pacto Histórico, y serán aliados clave para discutir y aprobar la reforma agraria.
  • Los empresarios rurales. Aunque muchos tienen temor de la reforma agraria, les conviene que el campo se desarrolle. Es importante encontrar puntos de consenso como la reducción de la reducción de la pobreza rural o, sobre todo, de la dinamización de la productividad en el campo. Son aliados para probar e implementar tecnologías que pueden mejorar la productividad.
  • Los excombatientes reinsertados y comprometidos con proyectos de desarrollo rural. Son personas que conocen el terreno donde antes operaban como miembros de los grupos ilegales. Este conocimiento debe aprovecharse para plantear mejores proyectos de desarrollo rural en esos territorios.
  • Las autoridades locales. Son la primera fuente de información: conocen el terreno, las condiciones climáticas, los actores sociales. Y son los primeros interesados en que los terratenientes tributen lo que les corresponde, pues el predial va para los gobiernos locales.

Desafíos que encontrará

  • Cambiar la mentalidad sobre el campo. Usted ha dicho que Colombia debe pasar de una economía extractiva a una economía productiva. Uno de los desafíos más grandes para consolidar ese tránsito es lograr que los pequeños productores del campo se conciban a sí mismos como empresarios; que pasen de una agricultura de subsistencia a una productiva y de negocio. Eso se logra garantizando educación de primera calidad, acceso a tecnología e información, mejorando la infraestructura y llevando inversión. Ese cambio tomará tiempo, su desafío es comenzarlo.
  • Lograr acceso a tierras sin caer en nuevos ciclos de violencia. El tema agrario ha sido causa de conflictos por la tenencia de la tierra. El reto estará en involucrar a las élites económicas que ya tienen tierra y a los sectores que no, sin generar violencia.
  • La falta de información. No hay un catastro multipropósito completo que indique quién es dueño de qué tierra y que facilite el recaudo de impuestos a los propietarios de las grandes extensiones de tierra. Hoy es muy difícil saber quién tiene qué tierra y cuánto debería pagar, y esa carencia obstaculiza cualquier política pública en el campo.
  • El cambio climático. La agenda rural no puede estar desligada de acciones de adaptación y mitigación al cambio climático, porque el agro es el sector más afectado por este fenómeno: disminuye la productividad de los suelos, acaba con la biodiversidad, detona desastres, inundaciones, etc. 

Indicadores de éxito

  • Aprobación de la reforma agraria en el Congreso. Es una de las grandes reformas que prometió, y no lograr que el legislativo la apruebe implica un fracaso del Gobierno porque la reforma le entregará, esencialmente, dos herramientas que necesita para avanzar en su agenda rural. La primera será la generación de ingresos para dinamizar el mercado de tierras y, en segundo lugar, el avance en la titulación de tierras al campesino.
  • Menores indicadores de pobreza en el campo. Colombia está comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A 2030 pretende haber erradicado por completo la pobreza extrema y a la mitad la pobreza multidimensional. Eso no solo implica un esfuerzo más grande en el campo, donde la pobreza es mayores que en las zonas urbanas, sino que avances en la reducción de la pobreza rural reflejaron una mejora gracias a su política para el agro.
  • Infraestructura vial. Mejorar las vías terciarias (que unen cabeceras municipales con veredas o veredas entre sí) es importante para reducir los costos logísticos y de transporte de alimentos, algo crítico para los pequeños productores. Además, impactaría favorablemente la calidad de vida.
  • Productividad en el campo. Los indicadores clásicos son el número de toneladas producidas por año. Como la apuesta es consolidar una economía agrícola productiva, este indicador es un termómetro del éxito o fracaso de su política agraria.

Conceptos claves en los que debe hacer énfasis

  • Soberanía alimentaria
  • Conexión campo-ciudad
  • Productividad
  • Infraestructura agrícola
  • Redistribución de la tierra
  • Participación política rural
  • Libre determinación
  • Seguridad táctica sobre la propiedad del territorio

Soy el gestor de proyectos de La Silla Vacía. Entré a La Silla como editor de La Silla Llena en septiembre de 2020, y desde agosto de 2023 estoy a cargo de los convenios de cooperación internacional y otras alianzas. Soy filósofo de la Universidad Nacional de Colombia, tengo una maestría en filosofía...

Soy periodista del En Vivo y también escribo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Estudié historia y ciencia política, con énfasis en relaciones internacionales y periodismo, en la Universidad de los Andes.