Carlos Ardila Lülle, uno de los hombres más ricos del país, fue un empresario superpoderoso.
Nació en Santander el 4 de julio de 1930 y estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Según Forbes, para 2021, año en el que murió, ocupaba el puesto 1.362 en el escalafón de millonarios del mundo, y el sexto entre los colombianos.
Su fortuna estaba representada especialmente en RCN televisión, RCN radio, Postobón, los ingenios Cauca y Providencia y el Atlético Nacional.
Los inicios
Ardila arrancó su carrera en la industria de las gaseosas, que a mediados del siglo XX estaba en plena expansión a través de empresas medianas o pequeñas.
Se casó a los 23 años con Beatriz Gaviria, una joven cuyo padre, Antonio José Gaviria, era uno de los fundadores de la pequeña empresa Gaseosas Lux, fundada en 1925 y que competía con Refrescos Postobón, una empresa mucho más grande y con medio siglo de historia.
En 1953 Ardila llegó a Lux con la misión de montar una planta en Cali, como parte de una estrategia de expansión de la empresa.
Ardila se fue a Cali y al año siguiente lideró una decisión audaz para alguien tan joven: impulsó el lanzamiento de una bebida con sabor a manzana (Lux tenía cinco sabores en su portafolio), que terminó siendo un gran éxito y llevó a que la empresa creciera y a que Ardila terminara de presidente.
En los años siguientes creó una estrategia que a la larga fue clave. Gracias al éxito de manzana Lux, esta empresa y Postobón entraron en una fuerte guerra comercial y la decisión de Ardila fue tomarse a su rival.
Postobón, la catapulta
Las acciones de Postobón se cotizaban en la Bolsa de Medellín y Ardila decidió hacerse al control de la empresa con compras de bajo perfil. Con apoyo de su amigo y exsuperintendente de Sociedades Carlos Upegui fue haciéndose a una participación sustancial, pero no le alcanzaba para tener el control y sus dueños no querían venderle acciones para no perder el manejo.
Eso cambió gracias a otro empresario de su generación que también creía en la posibilidad de usar la bolsa para quedarse con empresas. Jaime Michelsen iba detrás de una aseguradora, Suramericana, que también estaba en la bolsa. Por un lado, Ardila compró acciones de Suramericana; por otro, Michelsen lo hizo con Postobón. Y luego intercambiaron.
Con esa movida, en 1968 Ardila se quedó con la gran empresa de gaseosas y entró en las grandes ligas.
Aprovechó que el negocio de las gaseosas tenía buena rentabilidad y le daba músculo financiero porque era en efectivo, para construir un conglomerado alrededor de Postobón. En una clásica estrategia de integración vertical decidió crear o comprar empresas que produjeran azúcar (inicialmente el Ingenio del Cauca), envases de vidrio (Peldar) y tapas para las botellas (Tapas La Libertad).
Eso lo convirtió en uno de los grandes jugadores, sobre todo en el sector industrial. Y más cuando en 1978 se quedó con el control de Coltejer, la textilera que en ese entonces era una de las empresas más grandes del país y uno de los íconos del poderío industrial antioqueño.
Su incursión en medios
Y también se la jugó por los medios de comunicación. Casi 20 años después de empezar su carrera en Lux, en 1972 compró su primera estación radial y fundó la Radio Cadena Nacional (RCN), que a punta de comprar estaciones pequeñas en diferentes lugares se convirtió en una de las dos grandes cadenas, junto con Caracol. Y en 1978 fundó la programadora RCN Televisión.
En los años 80 su poder se consolidó de forma relativamente tranquila. Ardila no entró en grandes pujas empresariales y se convirtió en uno de los dos hombres más ricos del país, junto con Julio Mario Santo Domingo.
Pero en los años noventa las aguas se agitaron de nuevo. Por una parte la apertura económica debilitó parte de su emporio industrial y sobre todo golpeó a Coltejer. Como Ardila se aferró a la empresa, su fortuna resultó golpeada.
Además, decidió abrir fuego contra Santo Domingo: con una millonaria inversión en equipos creó la cervecería Leona para romper el monopolio que tenía Bavaria, empresa de Santo Domingo, del mercado cervecero. La aventura duró poco, apenas de 1996 a 2000, cuando terminó por vendérsela a Bavaria.
Sin embargo, en esos años hizo otras dos grandes inversiones que se mantienen y que le han dado mucho más poder en la opinión. En 1996 compró Atlético Nacional, uno de los clubes de fútbol más famosos y con más hinchada en el país, y en 1998, cuando el gobierno licitó dos canales privados de televisión, se quedó con uno de ellos, RCN, que así pasó de ser programadora a canal.
Financiador y financiado
El poder que amasó Ardila corrió paralelo a su fortuna. Y a lo largo de su trayectoria se distinguió por financiar campañas políticas.
Por medio de diversas empresas del grupo aportó 500 millones de pesos a la campaña de Álvaro Uribe en las presidenciales de 2002. Y dadas las nuevas reglas de juego para la reelección de 2006, Ardila aportó, a nombre propio, 50 millones.
Cuando Uribe se reeligió, entre las primeras cosas que hizo fue ir a darle las gracias a Ardila Lülle. Y el noticiero de RCN Televisión sigue siendo hasta ahora un bastión mediático para el uribismo.
Ardila también se benefició de subsidios estatales. En Agro Ingreso Seguro (AIS), por ejemplo, su empresa Ingenio del Cauca recibió una cobertura cambiaria por casi 90 millones de pesos en 2008, mientras que Ingenio Providencia se benefició en el mismo año con un crédito a tasa preferencial por 1.105 millones y un subsidio para riego y drenaje por 598 millones. En 2007 había recibido otro crédito de la línea especial de AIS por cinco mil millones de pesos.
En todo caso, otros ingenios recibieron ayudas similares, como La Cabaña, que obtuvo un crédito por el mismo valor en 2007.
En total, entre 2008 y 2010 estas empresas del conglomerado de Ardila Lülle recibieron más de mil millones de pesos en subsidios, y créditos blandos por más de 6 mil millones.
Ardila tuvo más fuentes de poder en sus otras actividades.
Por ejemplo, su organización ha sido una superpoderosa en el mundo del deporte por controlar al Nacional y también al equipo de fútbol de Barrancabermeja, Alianza Petrolera, y porque Postobón es o ha sido patrocinador deportivo, por ejemplo de la liga de fútbol profesional.
En 2016 reforzó su incursión en medios de comunicación y compró el diario económico La República por 3 millones de dólares (unos 10 mil millones de pesos de la época). Al tiempo, RCN televisión se venía debilitando económicamente, y en rating, con cuentas en rojo que golpeaban al grupo.
Y una de sus actividades filantrópicas, la Fundación Oftalmológica de Santander Clínica Carlos Ardila Lülle, llegó a ser la quinta empresa en Santander en ventas con más de 260 mil millones de pesos en 2012, y el principal centro médico del oriente del país. A través de ella Ardila fue muy cercano a Virgilio Galvis Ramírez, que fue un super poderoso de ese departamento.
El 13 de agosto de 2021, a los 91 años, murió en Cali.