Narcos, corruptos y malos cirujanos plásticos buscan borrar su pasado en internet

A través de Eliminalia, una empresa con sede en Barcelona, por lo menos 40 colombianos han pagado miles de dólares para eliminar cientos de artículos y posts que los mencionan en internet. En muchos casos lo han logrado, en otros han estado cerca.

Un extraditado por narcotráfico logró bajar una publicación del Departamento de Estado. Un cirujano plástico eliminó denuncias de prensa de malas prácticas. Un confeso corrupto pagó 2.550 dólares para borrar dos notas sobre su desfalco. 

La organización sueca Qurium Media Foundation, dedicada a la defensa de derechos digitales y seguridad en internet, hizo un estudio sobre Eliminalia como parte de su lucha sobre operaciones que buscan reducir la información digital. Entre otras cosas, encontró una lista de los clientes en Colombia de Eliminalia. 

Qurium compartió la lista con La Silla Vacía, que revela en esta investigación algunos nombres y los diversos métodos que esta empresa ha utilizado para limitar el debate público, la memoria histórica y vender olvido en internet.

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Pagar para borrar un desfalco al PAE

En abril del 2019, Germán Trujillo Manrique, esposo de la ex gobernadora del Huila Cielo González, aceptó cargos ante un juez penal por irregularidades en un contrato de 36 mil millones de pesos para el plan de alimentación de los niños en las escuelas públicas de Santander. 

Sus maniobras corruptas, como sobrecostos e incumplimientos, afectaron la alimentación de casi 125 mil niños. Fue condenado a más de tres años de prisión y la Fiscalía le extinguió el dominio de bienes por 33 mil millones de pesos. 

En marzo de 2017, cuando ya había firmado el contrato, Trujillo pagó 2.550 dólares a Eliminalia para borrar el reportaje de El Tiempo “Tras el zar de la contratación de las raciones alimenticias en el país” y la columna de Edgar Artunduaga del Diario “Los González Villa y el cartel de los alimentos”.

Hoy la de El Tiempo aparece al hacer una búsqueda en Google, pero la de Artunduaga no aparece en las búsquedas y tampoco carga poniendo su dirección exacta (URL) en el navegador. Ni siquiera se llega a ella cuando aparece en un trino que sigue al aire.

Los González Villa y el cartel de los alimentos http://t.co/wsFKXDVnLo vía @diariodelhuila

— jorge diaz (@opita73) October 15, 2015

De hecho, aunque Artunduaga publicaba sus columnas también en Todelar y el medio local 180 grados tiene publicado un enlace a la versión en ese medio de la misma columna, tampoco aparece el contenido.

Sin aparecer en los buscadores y cuando el enlace no sirve, se puede decir que desapareció de internet. (Wayback Machine, un servicio de la ONG archive.org para preservar la memoria digital guardó la versión de Todelar de la columna).  

Sacar de internet esa columna en ese momento ocultó una información que podía alimentar un proceso judicial que estaba en curso. Eso es contrario a lo que se supone que hace Eliminalia, que dice promover el derecho al olvido digital, la idea de que, con el paso del tiempo, no sea pública información cierta sobre hechos del pasado que afecten a una persona. Su argumento es que la gente tiene el derecho a que se olviden cosas, como que fue condenada por un delito después de haber pagado su pena.

En Colombia, la Corte Constitucional ha privilegiado el derecho a la información. Por eso, la posición de La Silla Vacía ha sido la de negar las solicitudes que hemos recibido al respecto, ya que publicamos información de interés público.

Algunas de esas solicitudes que hemos recibido vienen de Eliminalia, con correo electrónico lleno de argumentos jurídicos sobre el derecho al olvido.

Esas solicitudes son la punta de un iceberg. 

La lista de sus clientes en Colombia muestra que algunos buscan borrar comentarios infundados o errores privados del pasado que no tienen interés público, como fotos eróticas, para lo que el derecho al olvido tiene todo el sentido. Omitimos revelarlas.

Pero también revela que en muchos otros casos quieren enterrar hechos de relevancia pública o hacer más difíciles, e incluso imposibles, investigaciones periodísticas o penales de hechos que siguen ocurriendo. El de Trujillo no es un caso aislado. 

 Megacontratista de licores señalado en escándalo, a ocultarlo

Mauricio Botero Restrepo es un gran contratista del Estado que mantiene un bajo perfil pero ha aparecido en investigaciones diversas. Para ocultarlas, pagó más de 33 mil dólares a Eliminalia, que tenía un directorio de 60 direcciones de internet para eliminar.

Varias de ellas tenían que ver con el escándalo de la empresa Furel que estalló a inicios de 2018 por hechos de corrupción en la alcaldía de Armenia y en San Andrés.

Una es “Los incómodos socios del poderoso ‘zar’ del aguardiente”, un reportaje de la unidad investigativa de El Tiempo que reveló que un testigo en ese escándalo señalaba a Botero de financiar campañas políticas en los dos lugares, y que a cambio recibió contratos públicos de forma irregular y a precios inflados.

Otra, de Asuntos Legales, de La República, titulada “Los tentáculos económicos y políticos del empresario antioqueño Hernán Moreno, dueño de Furel“, contaba que Moreno “es socio de Mauricio Botero”.

En esos casos Eliminalia tenía como objetivo otras versiones de esas notas. Como la que retomó el blog NoticiasLaft (acrónimo de “lavado de activos y financiación del terrorismo”), la de Periodismo Investigativo (que la eliminó), el enlace que publicó en su cuenta de Facebook del político sanandresano Kent Francis James y notas breves en esa red de medios locales como Entre La Catedra Y MI PAIS.

Si bien esas notas siguen al aire, logró eliminar otras. Como una del Diario del Huila que cuenta que la Fiscalía esperaba llamar a Botero a interrogatorio por el escándalo de San Andrés (se puede leer en Wayback Machine).

Por otro lado, Eliminalia le apuntó al cubrimiento que, entre 2018 y 2019, hizo el periodista Germán Jiménez, en El Colombiano sobre las relaciones entre la FLA y sus distribuidores.

Están “Temor en el Idea por crédito de 480.000 millones de pesos a distribuidores de la FLA”; “La FLA apretó a sus distribuidores”(de la que logró que la revista Gerente y La Prensa Web eliminaran las notas que la retomaban ) y “Sin nada a cambio, la FLA dio “boni” de $4.200 millones”.

Esa última contaba que la FLA dio a Dispresco una bonificación unilateral de 1.554 millones de pesos. Y recordaba que la esposa, hijas y una cuñada de Botero eran accionistas de Dispresco, que él era socio de Furel, y que el entonces gerente de la FLA venía de gerenciar Furel.

De nuevo, buscaron sitios que las retomaran como el servicio Pressreader, la página del diputado polista Luiz Peláez.

Eliminalia logró que Expedientes.co, un servicio de revisión de procesos judiciales, sacara del aire dos procesos, cuya información no pudimos obtener, así como un documento en Scribd que se llamaba “Oficio de aclaración y justificación de contrato publicitario” y que aparece eliminado “por solicitud de la Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia”.

Aunque los señalamientos a Botero siguen visibles en internet, el objetivo era ocultar hechos de interés público que podían dar pistas para investigaciones vigentes. Como con Trujillo, este caso muestra que Eliminalia y sus clientes muchas veces buscan directamente limitar el debate público. 

Y lo hace incluso utilizando la mentira, como vivimos  en la Silla Vacía en carne propia y como documentó Qurium en otros casos.

Las estrategias: abusando del derecho de autor 

Los correos con argumentos jurídicos parecen tener poco impacto entre los medios más grandes y sólidos, que suelen tener apoyo jurídico, pero asusta a otros más pequeños. De las casi 800 páginas que Eliminalia tenía como objetivo, en estos 39 clientes, es más usual que notas de medios como El Tiempo, Caracol, o Semana sigan al aire, a que lo hagan las de blogs, medios pequeños u otras páginas. 

Por ejemplo, los datos de Qurium muestran que Eliminalia buscó invisibilizar 37 páginas relacionadas con Juan Gonzalo Ángel, un empresario de la tv por cable que ha sido señalado varias veces de haber tenido vínculos con Pablo Escobar, algo que él siempre ha negado.

Solo tres se han eliminado: una de El Espectador (que se puede leer en Wayback Machine) y dos de medios más pequeños: el portal venezolano Redpres.com  y Prensa Rural, cuando retomó textualmente una nota de El Tiempo que sigue al aire.

Esa capacidad limitada de asustar no ha impedido que Eliminalia siga buscando su meta, con estrategias que incluyen mentiras.

Una, que vivimos en La Silla Vacía, es enviar correos electrónicos que aparentan ser de una autoridad pública europea, de direcciones que terminaban con @abuse-report.eu o legal-abuse.eu, como explicó Qurium. A raíz de eso, la Comisión Europea la investiga por suplantación.

El otro, que también vivimos y explicamos acá, pasa por abusar de la ley de derechos de autor en internet de Estados Unidos, conocida como Dmca por sus siglas en inglés, que busca evitar las copias en internet o el uso sin permiso de videos, musicas u otras creaciones.

Esa ley crea una herramienta muy fuerte de la que abusan servicios como Eliminalia. Basta con que pongan una queja ante las empresas que alojan las páginas web, para que éstas deban eliminar una nota acusada de plagio, sin que los medios involucrados se enteren o tengan derecho a defenderse.

Para eso, como muestra Qurium, en servidores registrados a nombre de Eliminalia y de World Intelligence Ltd (empresa del mismo dueño de Eliminalia, Didas Sánchez) alojaban unos 300 medios falsos desde donde se hacen las solicitudes ficticias de violación de derechos de autor. 

Esos medios falsos suben copias de las notas que quieren eliminar, y argumentan que fueron los otros medios los que cometen plagio. Cuando la nota original es eliminada, Eliminalia borra la versión plagiada y la noticia desaparece de internet.

Entre los medios falsos estaban diariobucaramanga.co , cartagenadeindiasnews.co , eltiempo-noticias.com o noticiasmedellin.com. Aunque tras la publicación de Qurium fueron eliminados, acá se pueden ver sus portadas de mediados de abril.

Los datos de Qurium muestran que Eliminalia ha presentado quejas de Dmca ante Google en por lo menos cinco casos más sobre Colombia, usando algunos de esos portales:

  • Alegaron que la publicación del escrito por el que la Fiscalía pidió detención preventiva a dos ex gobernadores de San Andrés era un plagio a Noticias Politica. Ese argumento, que evidentemente no tiene piso pues es un documento público, buscaba tumbar esta entrada del blog académico Derecho Penal Colombiano. Ahí aparece mencionado el cliente de Eliminalia, Mauricio Botero Restrepo, como parte de un cartel de corrupción.
  • Argumentaron algo similar en dos notas que narran la historia de señalamientos al bananero Felipe Echeverri, por haber ocupado tierras despojadas por paramilitares. Una es esta del reputado medio chileno Ciper, que ya no aparece (se puede leer en Wayback Machine), la otra es de Verdad Abierta. En ambos casos afirmaron que eran plagios a Noticias-Mundo, acá y acá.
  • Dijeron que una entrada que ya no existe del blog Grupo Empresarial Sky, que señala a Harold Arango (su cliente) de estafar modelos en Medellín, era de Información Dura.
  • Indicaron que esta nota del diario El Tiempo era un plagio a Noticias Neiva. El Tiempo reveló una denuncia de la empresa Carbosan contra su antiguo gerente, Mauricio Suárez Ramírez, de haber robado plata. Suárez no aparece como cliente de Eliminalia.

Es posible que hayan enviado más quejas de Dmca, ya que esas son solo las que dirigieron a Google, y en nuestro caso la dirigieron a Liquid Web Hosting, la empresa que alojaba nuestra información en internet. 

Cirujanos plásticos de mala calidad, a callar las denuncias

Francisco Sales Puccini es un médico que trabaja como cirujano plástico, al igual que su hermano Carlos. Los dos han sido denunciados penalmente por varias mujeres por mala práctica. Estas denuncias tuvieron eco público gracias a la visibilidad que logró una de las víctimas, la periodista Lorena Beltrán.

En septiembre de 2016, tras varios meses de escándalo, Fransico Sales contrató a Eliminalia por 6 mil dólares. 

El objetivo: eliminar o invisibilizar más de 50 páginas de internet, desde notas periodísticas sobre el escándalo (como esta, esta, esta o esta) hasta entradas de Sales en bases de datos empresariales o portales virtuales de páginas amarillas, pasando por sus propios blog y perfiles en Facebook y LinkedIn.

Incluso intentó eliminar la sentencia de una tutela que falló la Corte Constitucional en 1996, en favor de los hermanos Sales y otros médicos y contra varias sociedades científicas del Atlántico. 

En la mayoría de casos, no logró su cometido pero logró que desaparecieran noticias de medios menos conocidos sí (como acá, acá y acá).

Sin embargo, Noticias Uno, que lideró las revelaciones, contó en su momento de las solicitudes de Eliminalia.

Así intentan censurar #CirugíaSeguraYA en medios de comunicación: con una empresa española y amenazando con ley que NO existe en Colombia. pic.twitter.com/HeRqdUs1xf

— Lorena. (@LoreBeltran) September 20, 2016

Así, al final Eliminalia logró reducir la información a la que se accede en internet respecto de un cliente que está en procesos judiciales: el penal sigue pendiente de sentencia, y en el civil, de Lorena Beltrán, Sales perdió en primera instancia.

Narcos y lavadores, a borrar su pasado 

Un capítulo doloroso pero importante de la historia contemporánea de Colombia es el narcotráfico. Si Eliminalia hubiera logrado su cometido, empezarían a desaparecer piezas importantes para recordarlo y entenderlo. La han contratado por lo menos 10 personas señaladas, acusadas o condenadas por delitos vinculados al narco.

Un caso es el de Jorge Mauricio Sánchez Vidal, quien en algunas notas aparece como Sánchez Cristancho. Capturado en 1999 como encargado de traer dólares de México a Colombia producto de la exportación de cocaína, buscó eliminar 32 páginas con información sobre su captura en 1999 y su extradición.

No lo logró con todas, pues están al aire dos de El Tiempo (acá y acá), dos de La Voz de Galicia (acá y acá) o la noticia de Caracol Radio del visto bueno de la Corte Suprema para extraditar a Sánchez a Estados Unidos en 2011.

Pero otras ya no aparecen, como la entrada “Con la muerte en el bolsillo” del blog Lector Incurable, que presentaba un resumen de un libro con el mismo nombre, que es sobre narcos en México y mencionaba a Jair Sánchez Cristinacho (no a Jorge Mauricio). La entrada se puede leer en el caché (memoria) de Google.

También dos publicaciones del servicio de documentación Vlex (una tutela de Colombia y una copia de una nota periodística del peiódico Reforma que se puede leer en el caché de Google y menciona el trabajo de Sánchez como parte del cartel).

Incluso buscó “eliminar” páginas del Departamento de Estado gringo, como la que se refiere a su extradición, que sigue al aire, y otra que ya no aparece.

Cosas similares ocurren con: 

  • Denis Gómez Patiño. Sobrino de Víctor Patiño Fómeque, lideró el Cartel del Norte del Valle. Se entregó en 1998 en plena guerra que llevó al asesinato de Helmer Pacho Herrera y Orlando Henao Montoya. Buscó eliminar varias notas de El Tiempo y El País de Cali que cuentan de la persecución en su contra, la guerra en la que se dio su entrega, la captura de su hermano y la extinción del dominio a predios suyos.
  • Notas sobre los hermanos Luis Agustín y Juan Francisco Caicedo Valencia. Juan Francisco, alias “El Ingeniero”, fue señalado de ser lavador de “El Loco Barrera”; Luis Agustín colaboró con la DEA y se entregó.
  • Walter Tabares Agudelo: logró tumbar las noticias de las decisiones judiciales sobre su solicitud de extradición en 2011 en servicios de documentación jurídica como Notinet, Redjurista, Vlex e incluso el Suin, que es público.
  • Jesús Enrique Archila Guío, logró eliminar, modificar o sacar de Google decenas de noticias y documentos públicos sobre empresas incluídas en la Lista Clinton, especialmente de las que Estados Unidos incluyó en 2008 como parte de la red de lavado del capo Carlos Alberto “Beto” Rentería, también conocido como William Torrijos.

La lista puede seguir, así como la de otros clientes que han sido sindicados de delitos. 
También la oferta de servicios de Eliminalia, por lo que probablemente sea solo cuestión de tiempo para que aparezcan nuevas estrategias, de esta u otras compañías, que pueden terminar produciendo una censura invisible.

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.