Heredero de uno de los clanes más poderosos que ha tenido el Atlántico y luego de ocho años de ejercer su labor legislativa con discreción, el senador José David Name será el próximo presidente del Congreso en un momento histórico para esa corporación. Contra más de un pronóstico y después de semanas de división, logró unificar la bancada del Partido de La U en torno suyo y ganarle la dignidad a Armando Benedetti y a Mauricio Lizcano. Lo que le espera ahora es nada menos que el reto de cumplirle a su región y a la coalición de gobierno en una etapa clave y demostrar que sí tiene la madera para lidiar el “toro bravo” que será este Legislativo.

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José David Name es la tercera votación del Partido de La U, colectividad que ayudó a fundar su padre José Name Terán. Fotos: Santiago Mesa

Heredero de uno de los clanes más poderosos que ha tenido el Atlántico y luego de ocho años de ejercer su labor legislativa con discreción, el senador José David Name será el próximo presidente del Congreso en un momento histórico para esa corporación. Contra más de un pronóstico y después de semanas de división, logró unificar la bancada del Partido de La U en torno suyo y ganarle la dignidad a Armando Benedetti y a Mauricio Lizcano. Lo que le espera ahora es nada menos que el reto de cumplirle a su región y a la coalición de gobierno en una etapa clave y demostrar que sí tiene la madera para lidiar el “toro bravo” que será este Legislativo.

¿Cómo logró unificar una bancada que estaba rota hasta hace pocas horas y que todos sus colegas lo apoyaran?

Se decía que una de mis debilidades es que yo era muy conciliador. Al final, yo creo que esa fue la virtud porque fui el punto de encuentro entre todos los sectores: el de Armando, el de Mauricio y el mío. Hablando, dialogando, conciliando, logré que ellos se dieran la mano. Yo creo que ellos entendieron que era mi momento y que si se está hablando de paz no podemos entrar nosotros a no dar ejemplo.

Trascendió que el Gobierno veía con mejores ojos la candidatura de Benedetti, supongo que también por eso fue todo un reto su acuerdo…

Eso fue un rumor. Yo hablé con el señor Presidente hace más de un mes y todo el tiempo él lo único que me dijo es “siga hasta el final”, y doy fe de que él fue imparcial. Y creo que esa imparcialidad fue la que también nos llevó a buscar los votos, a que no se definiera tan rápido esto. Él ha sido muy equilibrado, a veces demasiado equilibrado. Demasiado imparcial. Yo creo que si de pronto él hubiera tomado partido nosotros hubiéramos definido lo de la presidencia hace varios días. El tema de que tenía un guiño Armando no es cierto. Tanto es un rumor que se logró llevar a Mauricio para el segundo año con todos los inconvenientes.


“Soy liberal de corazón, pero de mente, espíritu y educación, de la tercera vía de Juan Manuel Santos”– JDN

¿No le parece que, a pesar del acuerdo de última hora, se evidencia una fractura en el partido mayoritario de Santos?

El viernes pasado hubo un cisma muy grande al interior, pero lo que pasó nos sirvió para darnos cuenta de que estábamos por fuera de la realidad del país, de lo que quieren los colombianos. Nosotros no nos podemos poner a pelear dignidades y puestos. Y la opinión de la gente en las redes sociales fue fundamental. La gente está cansada de las peleas. La gente quiere la paz. Por eso precisamente eligieron a Juan Manuel Santos, aunque les toque hacer algún sacrificio frente a su principal enemigo que han sido las Farc durante tanto tiempo.

Queda la Costa empoderada, además, con el representante cordobés Fabio Amín de presidente en la Cámara, representante como usted de una casta de políticos tradicionales…

Quedamos es con una responsabilidad muy grande. Todos los que estamos en el Congreso de la República somos políticos. No es que los Name o los Amín son los políticos. Aquí están los Galán, los Serpa, Navarro Wolff, Álvaro Uribe Vélez… aquí está la clase política. Estamos representados los colombianos en todo sentido. El reto es porque en las costas Caribe y Pacífica están esperando mucho del presidente del Senado, no sólo en tema de proyectos, sino en salud, educación e infraestructura. Para nadie es un secreto que son las regiones más atrasadas del país. Así es que el toro es bravo. El asunto no es que hayamos quedado empoderados, quedamos es comprometidos. Y creo que si no lo sacamos adelante nos lo van a cobrar.

El toro es bravo para usted en general, no sólo por ser de la Costa…

Sí, pero yo le tengo es respeto al compromiso de mi región. Sinceramente no le tengo temor al tema de Uribe ni de la plenaria ni nada de eso. Creo en mis capacidades. Yo soy un hombre respetuoso. Hasta el día de hoy nadie me ha faltado al respeto en el Congreso ni yo tampoco se lo he faltado a nadie, y esta no va a ser la primera vez.

Igual, usted va a ser el presidente del Senado en un momento histórico y acaso el mayor reto será presidir cuando se discuta la reglamentación del marco jurídico para la paz. Uno de los temas más álgidos será la discusión de los criterios de elegibilidad de los guerrilleros según los delitos que hayan cometido. Me gustaría saber su opinión sobre ese tema puntual…

Yo le he escuchado al presidente Santos que la impunidad no va a ser premiada. Es más, Colombia tiene firmado el Pacto de Roma. Nosotros no nos podemos quitar de encima a la Corte Penal Internacional. Por supuesto que nadie se entrega si no le van a dar garantías políticas y eso es lo que está esperando la guerrilla y nosotros los colombianos debemos estar preparados si queremos una paz a hacer sacrificios. Yo estoy dispuesto a hacerlos. Creo que el Congreso ha demostrado madurez y ha mandado mensajes muy claros de que queremos hacer esfuerzos para la paz.

Pero, de entrada, ¿cree que los guerrilleros que hayan cometido delitos de lesa humanidad no deberían tener permitido llegar al Congreso o en eso es flexible?

No, yo no soy flexible en eso. Pero, bueno, ahí hay unas votaciones, yo lo que tengo que ser es imparcial y en su momento votaré y mi voto será válido. Pero creo que ni ellos mismos están pensando en que vayan a llegar al Congreso guerrilleros que hayan cometido delitos de lesa humanidad.

Hablando conceptualmente, ¿cree que en el país hay una amenaza terrorista o un conflicto armado?

Las dos cosas. A ver, yo creo que todas esas bacrim, esos grupos agresivos, delincuentes comunes, en algunos casos rayan en terroristas. Trafican con drogas y compran armas, eso está claro. Y hay un conflicto armado con las Farc y el ELN. El ELN tiene una ideología de los hidrocarburos, un pensamiento sobre ese tema y hay las dos cosas en Colombia. Pero hay conflicto armado, eso no lo podemos negar.

 Se decía que una de mis debilidades es que yo era muy conciliador. Al final, yo creo que esa fue la virtud porque fui el punto de encuentro entre todos los sectores”

¿Cómo va a garantizar el trámite de estos temas vitales para el país con una oposición tan particular, por decir lo menos, encabezada por Uribe? Sobre todo habiendo sido usted, como lo fue hasta el presidente Santos, un uribista declarado…

Con los votos. Nosotros tenemos la mayoría, nosotros aprobamos los proyectos. El día que en la plenaria no tengamos la mayoría, no se pueden aprobar los proyectos. Así de sencillo.

¿Cómo está su relación con Uribe?

Tengo mucho rato que no hablo con él, tal vez el mismo tiempo que tiene Juan Manuel Santos. Yo nací en el Partido de La U, un partido que crearon Santos y Uribe, pertenezco a la Unidad Nacional de Santos. Lo que siempre he dicho es que les voy a respetar los derechos, no sólo a Uribe sino a todos los congresistas.

Otro tema que podría pasar por sus manos como presidente es una eventual reforma a la justicia. Las últimas decisiones del Consejo de Estado apuntan a evitar esa reforma, porque evidencian que las cortes pueden subsanar sus vicios. ¿Cuáles cree que deben ser los criterios y el contenido básico de una nueva reforma a la justicia?

Primero que todo eso se hablará en su momento con el señor Presidente y con las altas cortes.  A mí me gustaría que si aquí hay una reforma a la justicia sean ellas mismas, las cortes, las que nos presenten un proyecto de ley y que sean ellas mismas las que se auto reformen. Sería lo mejor.

¿Y no se correría el riesgo de que quede como un traje a la medida de los magistrados, similar al adefesio de la vez pasada?

Ese adefesio iba a ser una buena reforma a la justicia. Si usted le quita las cuatro o cinco cosas que le metieron a última hora yo creo que hubiera sido muy buena.

A propósito de que en agosto se viene la elección del nuevo contralor, ¿cree por ejemplo que las cortes no deberían seguir ternando a los jefes de los organismos de control?

Ellos habían dicho eso ellos mismos. Por eso te digo, esa reforma podría tener como una iniciativa por parte de las cortes.

¿Tiene algún candidato ya para la Contraloría?

No he hablado con ninguno. Conozco al doctor Maya desde niño, pero no he hablado con ninguno de ellos.

El presidente dijo en campaña que está a favor de revisar las facultades del Procurador, ¿le sonaría algo así?

Estos poderes que ha tenido la Procuraduría son los mismos poderes que han tenido todos los procuradores. Eso es un tema que se va a tocar en su momento. El mismo procurador Ordóñez pidió que sacaran la investigación disciplinaria de los congresistas de la Procuraduría, así que en su momento se tocará el tema.

Hablemos de la oposición, uno de los toros más bravos que tendrá que torear, y de su estatuto. ¿Qué cree que debería tener?

Si te digo algo al respecto te estaría mintiendo porque todavía ese tema no lo he mirado.

Hablando de la oposición, los uribistas temen que la aplanadora santista no les agende los proyectos y debates o se los deje de último en el orden del día. ¿Usted se compromete a algo en ese sentido?

Eso no es cierto, aquí hay deberes y derechos. Lo que ellos no pueden aspirar es a que todos los debates los van a hacer ellos. Cada semana tendrá un partido derecho a un debate de control político, pero además es la plenaria la que aprueba. No el presidente del Senado. Si pasan proyectos buenos ten la seguridad de que se los vamos a aprobar y si no, no. Yo he votado proyectos del Polo y he apoyado proposiciones de ellos. Además, los periodistas se han centrado en el tema de Uribe, pero ahí hay gente de mucho talante. Navarro Wolff, Claudia López, Horacio Serpa, ellos también van a presentar proyectos.


Si consigues un empleado mío, un familiar en grado décimo (en Cormagdalena), te entrego mi credencial de senador”– JDN

Precisamente, ¿cómo cree que va a cambiar la dinámica de un Congreso en el que el Gobierno va a tener mayorías más apretadas?

Nosotros tenemos las mayorías en el Congreso. No tan amplias como antes, pero las debemos tener. Viene una dinámica que va a ser buena para el país. La oposición es necesaria. Mire lo que ha pasado en Venezuela en donde la han minimizado.

Claro, pero esta vez, aunque la oposición siga siendo minoría, ustedes se van a enfrentar a unos tigres además de Robledo…

Esta vez son cuatro o cinco minorías. Antes la oposición era el Polo o la izquierda, ahora va a estar la ultra derecha y la ultra izquierda oponiéndose al presidente Juan Manuel Santos.

La bancada uribista no sólo hará oposición dentro del Congreso, por ejemplo con Uribe en la comisión séptima, sino en las regiones, ¿cree que ahora se va a hacer oposición desde el populismo?

Creo que Uribe escogió la comisión séptima porque su proyecto madre cuando fue congresista fue la reforma a la salud y querrá volver a mirar cómo presenta un proyecto para eso. Claudia López es una mujer combativa y también hará lo suyo. Lo que creo es que cada uno buscará el tema en el que se ha especializado.

¿Cómo está el tema en la coalición de Gobierno con los conservadores?

Sí, ellos van a entrar.

¿Y usted está de acuerdo con eso a pesar de que algunos de ellos no votaron por Santos?

Los que no votaron por el Presidente, ellos mismos se encargarán de ese grupo y los otros que sí votaron estarán con nosotros.

Uno de los temas que marcó el Congreso que termina es el de la llamada mermelada, ¿usted cómo mira ese tema?

El tema de la mermelada son todos los proyectos que se hacen en el país, no es un tema de Santos, es un tema de Uribe, y antes de Pastrana y antes de Samper y antes de Gaviria. Los congresistas son los que le dicen al Ministro de Hacienda “mire, ahí hay una vía que no se ha construido”. Es como una retroalimentación continua. Lo satanizaron ahora en el Gobierno Santos, pero también lo hizo Uribe.

Claro es inversión regional en un mundo ideal, pero también se habla de compra y venta de contratos y de coimas por entregar los negocios…

Ah eso sí, el que esté en eso tendrán que denunciarlo. Pero tu no sabes lo importante que ha sido para mi región el tema de las vías terciarias. Una cosa es la inversión y otra la de las coimas, que es un delito.

Usted es el jefe de un importante movimiento en el Atlántico y le achacan, entre otras cosas, que puso al director que nombró Santos en Cormagdalena, ¿cuál es la verdad de esa versión?

Augusto García (el director) fue embajador alterno del presidente Juan Manuel Santos en España. Es de mi región, pero si investigas, él fue senador por el movimiento de mis mayores adversarios políticos que son la familia Char. Así que yo no estoy tan loco para que el día que el presidente me pida un nombre o me quiera dar una representación en su Gobierno, yo voy a sugerir a Augusto García. Tenlo por seguro. Han regado ese rumor, te invito a que le hagas la entrevista a él mismo. Si consigues un empleado mío, un familiar en grado décimo (en Cormagdalena), te entrego mi credencial de senador de la República. Si tu consigues una grabación o un libro en donde esté registrado que yo visité Cormagdalena en los últimos cinco años, te entrego mi credencial de senador. A mí ese es un tema que no me trasnocha.

También dicen que su tío David Name está detrás de usted como político…

Sobre el tema de David Name, él es un contratista desde antes de que yo naciera. Yo no estoy en capacidad de decirle a él, quien entre otras cosas no votó conmigo sino con mi primo Iván Name, sálgase y no trabaje más. O sea, será para que se quite la correa y me de dos correazos. Yo ni vivo de él ni él vive de mí, sino que tenemos una relación familiar cuando nos vemos. Él participa, pierde y gana licitaciones y yo no lo puedo controlar.

Se atrevería a contarnos en dónde tiene entonces representación, aparte de lo que tiene La U…

Me ha ido mal por ser buen amigo del Presidente. Porque el Presidente siempre llama, y esto lo digo con mucho cariño, siempre llama es a los que no han estado con él o no han votado con él. Los llama al Gobierno. Mi amigo era el doctor Sergio Díaz-Granados cuando estaba en el Ministerio de Comercio Exterior. Siempre he creído también que la doctora Cecilia Álvarez representa al Partido de La U. Aurelio Iragorri representa al partido y es amigo mío personal.

¿En qué consistió el apoyo que le dieron para llegar a la presidencia del Senado los exsenadores Juan José García y Dilian Francisca Toro?

Mira, en eso estás equivocada. Sí hubo reunión en El Nogal pero Juancho García, o Juan José García, no estuvo en El Nogal. Yo no entiendo cuál es el apoyo porque el apoyo directo no me lo pueden dar porque no votan. Yo, como es natural, me reuní con todos los senadores. Por supuesto, fui a hablar con Roosvelt Rodríguez y fui a hablar con Andrés García, como fui a hablar con Musa Besaile y con Bernardo Elías. Yo le pedí el voto a todo el mundo. Eso no es ningún delito.

Nosotros no dijimos que García estuvo en la reunión de El Nogal, en cualquier caso nos dijeron que él y Dilian lo apoyaron…

Ellos no votaron y el apoyo de ellos, si me estás diciendo a mí que porque el hijo o el senador me apoyaron, eso es hilar muy delgado. Ahora fíjate que no hubo votación en el partido sino que me escogieron de manera unánime. Yo siempre supe que iba a tener el respaldo de todos los congresistas. Y esa es la forma de elegirse uno.

¿Ya decidió secretario general?

No se ha tocado ese tema.

¿Qué tan liberal es usted, siendo hijo de un barón liberal?

Mi corazón es rojo, pero un rojo chillón. Soy liberal de corazón, pero de mente, espíritu y educación, de la tercera vía de Juan Manuel Santos.

A pesar de ser un Name, hasta ahora usted había tenido un bajo perfil. ¿No teme que le cueste subirse el perfil ahora, como lo ha pasado a otros congresistas?

El que se mete en esto sabe que le va a cambiar la vida. Yo no es que haya tenido un perfil bajo, yo lo que pasa es que no he tenido ningún inconveniente ni ningún problema en mi carrera política. Porque yo he presentado proyectos importantes y he tenido en mis espaldas proyectos importantes como el Código de Minas y la reforma a las regalías.

¿Cómo quiere ser recordado y qué les dice a los que no confían en su capacidad de oratoria para liderar en el Congreso?

Como el presidente que sacó las reformas que les cambiaron la vida a los colombianos en la salud y en la educación y el que logró llevar a buen término el proceso de paz. A los que no confían, les digo que para ser presidente del Senado no se necesita capacidad oratoria, se necesita decisión. Pero también tengo capacidad oratoria y los invito a ver la cantidad de horas que hay en youtube.

 

“Entre 1981 y 2012, el GMH pudo identificar 16.340 acciones de asesinatos selectivos que produjeron 23.154 víctimas. De este total, 8.903 personas fueron asesinadas selectivamente por grupos paramilitares, lo que corresponde al 38,4%; 6.406, es decir el 27,7% de las víctimas fueron asesinadas por grupos armados no identificados; 3.899 o el 16,8% fueron víctimas de las guerrillas; 2.339, correspondientes al 10,1% del total de asesinatos selectivos, los causaron miembros de la Fuerza Pública; 1.511, es decir el 6,5% de las víctimas fueron asesinados por desconocidos, 83 asesinatos, o el 0,4% del total, fueron el resultado de acciones conjuntas de grupos paramilitares y miembros de la Fuerza Pública; y finalmente 13 asesinatos fueron perpetrados por otros grupos.”

“Al 31 de marzo del 2013 el Registro Único de Víctimas de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas reportó que 166.069 civiles fueron víctimas fatales del conflicto armado desde 1985 hasta esa fecha. Sin embargo, este balance es parcial debido a que el marco legal solo reconoce a las víctimas a partir del 1 de enero de 1985, lo que excluye a 11.238 víctimas documentadas en la base de datos del Grupo de Memoria Histórica entre 1958 y 1984.
Estas dimensiones del conflicto armado ponen de manifiesto la brecha entre lo conocido y lo ocurrido. Estudios de notable esfuerzo estiman que tres de cada cuatro homicidios han quedado por fuera de las estadísticas”.

“Íbamos por la mitad del río, íbamos bogando con las manos y unos pedazos de palo, y recuerdo que apenas veíamos que cruzaban las balas por encima nosotros, y nosotros les gritábamos: “¡Ay, de por Dios! Nosotros somos civiles, tengan com- pasión…!” Y yo recuerdo que del lado de allá nos gritó uno: “¡Qué civiles, sino paracos es que serán!” ¡Imagínese dudando de uno en medio de toda la balacera y de todo el sufrimiento…! Y ahí íbamos cuando tiraron la pipeta [cilindro de gas], ¡uy!, y yo no sé si cayó en la iglesia o ahí cerca, ¡pero de allá era que salía el humo! Y ahí yo dije: “Acabaron con mi pueblo…! Ay mamá, acabaron con el pueblo…!”
Víctima de la masacre de Bojayá (Chocó)

“Salir sin nada y dejar todas mis cositas, el comedor donde mis hijos se sentaban, que tenían una habitación para cada quién porque ya tenía una casa, ya no tenía el rancho de madera, sino una casa ya hecha con tanto sacrificio y que ya mis hijos se sentían felices, entonces eso lo extraño mucho”
Víctima desplazada de San Carlos (Antioquia)

“Ellos llegaban, se tomaban las casas y la gente se teniía que ir. Quién iba a llegar a decirles nada, ellos armados, quién iba a decir qué”. Si la casa era del gusto de los combatientes, estos desalojaban a dueños y moradores: “Casas que les gustaban, lo iban sacando. A lo que les gustaban, a ellos lo iban sacando”
Víctima de masacre de El Placer (Putumayo)

“Si, por otra parte, la población desplazada fuese concentrada en un asentamiento urbano, este se convertiría en la segunda ciudad más poblada del país después de Bogotá. Para entender la dimensión del desplazamiento forzado bastaría con imaginar el éxodo de todos los habitantes de capitales como Medellín y Cali.

De hecho, las proyecciones de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), para el periodo 1985-1995 estiman que 819.510 personas fueron desplazadas como consecuencia del conflicto armado. Esto sugiere que la cifra de desplazados podría acercarse a las 5.700.000 personas, lo que equivaldría a un 15% del total de la población colombiana.”

“En cuanto a los roles de participación social y política de las víctimas, el GMH pudo documentar el asesinato selectivo de 1.227 líderes comunitarios, 1.495 militantes políticos, 685 sindicalistas y 74 defensores de Derechos Humanos. También se cuentan 1.287 asesinatos de funcionarios públicos y/o autoridades políticas. Entre los militantes políticos asesinados, cinco de cada diez participaban en partidos o movimientos políticos de izquierda. Entre los movimientos y partidos políticos, la Unión Patriótica registró 503 víctimas de asesinato selectivo, seguida del Partido Liberal con 329; el Partido Comunista con 158; el Partido Conservador con 151; y Esperanza, Paz y Libertad con 110.”

“Yo me acuerdo que yo recé por ahí 500 Padre Nuestros y mil Rosarios porque si salían los paramilitares de pronto me mataban, si salía la guerrilla también, y si salía el Ejército también. Entonces me vine, llegué a mi casa, no tenía nada que comer porque la guerrilla no dejaba, los paras no dejaban entrar comida. Me fui para mi finca, me quedé allá, cuando me levanté yo sin saber dónde comer porque yo tenía como catorce o quince años cuando eso. Entonces me levanté, cuando vi que venían yo estaba solo, yo estaba en una selva solo en una selva, ¿cierto?, porque ya toda la gente se había ido ya, prácticamente quedábamos dos o tres personas allá.”
Víctima desplazada de San Carlos (Antioquia)

“Si bien las grandes masacres, los atentados terroristas o los magnicidios fueron los hechos más visibles durante la investigación del GMH, distaron de ser los más frecuentes y los más letales contra la población civil. Los asesinatos selectivos, las desapariciones forzadas, los secuestros y las masacres pequeñas son los hechos que han prevalecido en la violencia del conflicto armado.

 

Estas modalidades configuran una violencia de alta frecuencia y baja intensidad, y hacen parte de las estrategias de invisibilización, ocultamiento o silenciamiento empleadas por los actores armados. De hecho, fueron precisamente estas modalidades que poco trascendieron en el plano nacional, pero que tuvieron un alto impacto en el ámbito local, las que invadieron de manera duradera la cotidianidad de las víctimas.”

“Las masacres pequeñas son más comunes que las grandes masacres, y por lo tanto más representativas de la modalidad. Dichas masacres, junto con prácticas como los asesinatos selectivos, fueron la modalidad más recurrente entre los paramilitares para mantener o construir un orden territorial. En efecto, la mayor parte de las masacres paramilitares documentadas por el GMH registran entre 4 y 6 víctimas (es decir, 880 masacres, que equivalen a un 75,5% del total acopiado para el periodo 1980-2012). Esta manera de operar refuerza la tendencia antes descrita de invisibilización de la violencia.”

“La desaparición forzada entró a conformar los repertorios de violencia de los actores del conflicto armado en la década de 1970. Su hito fundacional es la desaparición de la militante de izquierda Omaira Montoya ocurrida el 9 de septiembre de 1977 en Barranquilla. Este fue el primer caso denunciado formalmente, y el primero por el cual la Procuraduría General de la Nación sancionaría a funcionarios por desaparición forzada.

Con respecto a las desapariciones forzadas existe una notoria precariedad de información sobre los perpetradores. Sin embargo, de acuerdo con las denuncias de las organizaciones de Derechos Humanos y de familiares de desaparecidos, la presunta autoría de estas acciones estaría concentrada en la Fuerza Pública y en los paramilitares.

De los 5.016 casos documentados por las organizaciones mencionadas, se logró establecer al presunto autor en solo 689 casos. De este total, 290 fueron desaparecidos por miembros de la Fuerza Pública, lo que corresponde al 42,1%; 246, lo fueron por grupos paramilitares, lo que equivale al 41,8%; 137 desapariciones, es decir el 19,9%, fueron atribuidas a otros grupos armados; y finalmente 16 o el 2,3% del total fue atribuido a las guerrillas.”

“El siete me madrugué, en el carro que sale a las cinco y media de la mañana, a buscarla y encontré todo revolcado, no había nadie. Esta gente me dijo que no indagara tanto porque o si no me raspaban. Lo único que quería era que me entregaran los huesitos, que me dijeran dónde la habían tirado… Yo me tuve que devolver con las manos vacías porque aquí, en San Carlos, quedaba el resto de la familia.

Adonde me dijeron que había algún pedacito de información, allí fui”

Pastora Mira, líder de víctimas de San Carlos (Antioquia)

“Desde la desaparición de mi hijo mi vida cambió totalmente, porque día tras día lo añoro, todos los días lo espero y con la zozobra de que mi hijo todavía esté vivo y de que en cualquier momento aparezca. A veces me levanto tarde en la noche al baño y me asomo por la ventana con la ilusión de verlo venir. Es muy difícil aceptar la realidad, pero aún más difícil aceptar la incertidumbre de querer saber dónde está mi hijo y saber realmente qué fue lo que hicieron con él, si está vivo o está muerto.

Me pongo a pensar si mi hijo murió qué me le hicieron, cómo me lo mataron o me lo masacraron, cómo serán los sufrimientos de mi hijo. Si lo hubiera encontrado al menos sabría que de verdad lo vi muerto. Pero de esta manera es imposible la tranquilidad, mi corazón se desangra cada vez que lo traigo a la memoria diariamente. Porque todos los días se lo encomiendo a Dios. Sufro la agonía y la tristeza de saber que lo arrebataron injustamente sin tener culpa de nada solo porque iba con el padre como acompañante ese día.”

Víctima de la masacre de Trujillo (Valle)

“Es importante recordar, para que nuestros hijos, nuestros veci- nos y todos los que nos rodeen algún día puedan decir que lo que se vivió aquí no fue algo tan fácil, fue algo muy difícil. Que días nos tocaba salir de nuestras casas, que teniendo propiedad teníamos que abandonar nuestras casas. Pero aquí estamos, fui- mos valientes y resistimos a esos altibajos que hubieron”

Víctima de la masacre de El Tigre (Putumayo)



“De cada diez masacres seis fueron perpetradas por los grupos paramilitares, dos por las guerrillas y una por miembros de la Fuerza Pública.”

“Estás tranquilo en tu casa, llegan y te matan a tus familiares, se los llevan y los torturan, no sabes y no vuelves a saber de nada. ¿A dónde vas? Te vas donde la Policía, que supuestamente es la gestora de mantener el orden público. Llegas allá y te dicen: “vea cállese la boca, porque si no usted también se la pueden llevar”. Una decepción completa.”

Víctima de la masacre de Trujillo (Valle)

“De los 27.023 secuestros reportados entre 1970 y 2010,19 las guerrillas son autoras de 24.482, lo que equivale al 90,6%. Los paramilitares han realizado 2.541 secuestros, correspondientes al 9,4%, mientras que otros grupos armados han secuestrado a 578 personas, con un total del 2,6%. Lo anterior significa que de cada diez secuestros, aproximadamente, las guerrillas son responsables de nueve y los grupos paramilitares de uno.”

“Digamos que estos son los costales donde los empacaban [a las víctimas]. Después de amarrados les llenaban la boca de agua y ahí comenzaban con una motosierra a cortarles todos los miembros del cuerpo. También llegaban y los cogían con unas navajas y les cortaban el cuerpo, los miembros, les echaban ácido y de ahí con uno de fuego [un soplete] les quemaban las heridas.”

Víctima de la masacre de Trujillo (Valle)

“Mataban gente, la enterraban en fosas y a los seis meses la desenterraban y de una iba para la candela. Otras veces abrían los cadáveres, sacaban lo que tenían adentro y cuando estaban secos los picaban y bien picados iban al horno. Con decirle que a esto por acá le decían ‘el matadero’. Nadie abría la boca, nadie decía nada. Imperaba la ley del silencio y del terror.”

Víctima de los paras en Norte de Santander

“Para el periodo comprendido entre 1981 y el 2012, el GMH ha documentado 588 eventos de violencia en los cuales hubo huellas o marcas de sevicia en los cuerpos de 1.530 personas. De la totalidad de los casos de sevicia, 51 433 fueron asesinatos selectivos y 154 masacres.

Entre los casos documentados de sevicia, el GMH ha podido identificar como mecanismos de violencia el degollamiento, el descuartizamiento, la decapitación, la evisceración, la incineración, la castración, el empa- lamiento y las quemaduras con ácidos o sopletes. A la utilización de armas cortopunzantes que han acompañado estas prácticas de crueldad extrema, se sumó el uso de herramientas agrícolas que se erigieron como símbolos del terror: la motosierra y el machete.”

“Sobre el puente del río [Guamuez], nosotros logramos recuperar siete cuerpos. Esos cuerpos estaban abiertos por el tórax. Otros estaban degollados. Lo que nos contaba un muchacho que logró salvarse, era que los paramilitares empezaban a bajar a cada persona de las camionetas y con hachas y cuchillos abrían el estómago. Les enterraban el cuchillo en el estómago, al filo del ombligo, y recorrían con él hasta el cuello, luego los lanzaban al río. Así estaban todos los cadáveres que encontra- mos en el río. No sabemos cuántas personas más echaron al río, por eso decimos “los que viven en el río”. Es incontable saber cuántas personas viven en este río.”

Víctima de la masacre de El Tigre (Putumayo)

“La verdad es que estoy muy triste y desilusionada, como no había estado en años, ni si quiera cuando vi correr la sangre por los canales de la que era mi casa, esta tristeza sumada a cansancio y rabia me lastiman profundamente. La guerra se ha propuesto joderme la vida y no se cansa de hacerlo, estoy harta, ya no tengo 35 años como cuando me desplacé, a veces me pregunto ¿cuál ha sido mi pecado?, ¿cuál ha sido mi error?

Yo me he tenido que enfrentar a un Estado y una sociedad podridos, a un sistema macabro en donde sobrevive el que tiene los medios para someter al resto. […] no le estamos quitando la tierra a nadie, tenemos derechos, solo queremos que se nos garantice el acceso a esos Derechos”

Testimonio de una mujer en la Costa Caribe

“El Registro Nacional de Desaparecidos reportó, hasta noviembre del 2011, 50.891 casos, de los cuales se presume que 16.907 corresponden a desapariciones forzadas, mientras que el RUV [Unidad de Víctimas] registra 25.007 personas desaparecidas forzosamente como producto del conflicto armado.

Esta elevada magnitud solo puede comprenderse cuando se constata que tal delito rebasa lo ocurrido en las dictaduras militares del cono sur de América Latina: 485 desapariciones forzadas en Paraguay entre 1958 y 1988; 979 en Chile entre 1973 y 1990; 63 y cerca de 9.000 en Argentina durante la dictadura militar entre 1976 y 1983.”

“A los hombres les miraban las manos a ver si eran trabajadores, porque los guerreros tenían que tener las manos ampolladas y todo eso, reventadas. Revisaban los hombros a ver si tenían bien marcados los hombros de cargar los maletines. O si tenían alguna cicatriz les ponían problema porque decían que la guerrilla tenía cicatrices.79

Ahora, a los hombres, ellos cargaban la bomba de fumigar que les hace una seña aquí [señala el hombro] y como a los guerrilleros se les hace una seña por el morral, si lo miraban le quitaban la camisa y miraban, “tiene la seña”, entonces era guerrillero que porque ahí cargaba el fusil y, mentira, había sido la bomba de fumigar.”

Víctimas de la masacre de El Placer (Putumayo)

“Desconfiábamos de toda persona extraña, de cualquier vendedor que llegara allá [al pueblo]. Era una desconfianza tremenda porque quedamos con ese recuerdo, esa memoria de escuchar las ráfagas de metralletas, las granadas, todo eso. Cuarenta y siete personas asesinadas, gente que uno conoció, que compartió con ellos. Entonces, uno pensaba que todo el que llegara allá iba a hacer daño

Y qué tristeza, porque a uno le daba miedo el amigo. Porque uno no sabía si estaba torcido o no. Eso se jodió… Yo todavía le tengo mucho miedo a la gente.”

Víctima de Remedios y Segovia (Antioquia)

“Ella se entregó a ese dolor, ella no hablaba, se quedaba callada o lloraba, tardó mucho tiempo llorando, no salía casi de la casa, a pesar de que yo le insistía que lo hiciera. Mantuvo la ropa de mi papá por mucho tiempo y guardó el luto hasta el día de su muerte.

Se volvió muy taciturna y comenzó a manifestar los achaques del paso del tiempo pero con mayor rapidez e intensidad, se enfermaba más frecuentemente, tuvo úlceras, se volvió algo adicta al tabaco, y esto la llevó a que se manifestara mucho más rápido un cáncer que le generó la muerte”.

Víctima de la masacre de La Rochela (Magdalena)

Fue periodista de historias de Bogotá, editora de La Silla Caribe, editora general, editora de investigaciones y editora de crónicas. Es cartagenera y una apasionada del oficio, especialmente de la crónica y las historias sobre el poder regional. He pasado por medios como El Universal, El Tiempo,...