En medio de los días difíciles que ha pasado el alcalde de Bogotá Gustavo Petro, por la novela de su destitución y la sanción de la Superintendencia por la aplicación del esquema de aseo, recibió un nuevo golpe. Esta vez de parte de la Contraloría Distrital que lo embargó a él (a Petro) y a su Secretario de Hacienda Ricardo Bonilla en medio de un proceso de responsabilidad fiscal por la reducción de tarifas de transmilenio. El proceso, le confirmó Bonilla a La Silla, es por más de 180 mil millones de pesos. La cuantía de los embargos no se pudo corroborar, porque el proceso se mantiene bajo reserva en la Contraloría Distrital. Pero el secretario Bonilla, por ejemplo, tiene congeladas sus cuentas y no pudo recibir su sueldo de abril.

Los embargos fueron confirmados por tres altas fuentes del distrito a La Silla.

Con esto el petrismo tiene más razones para alegar que el alcalde está siendo perseguido por el establecimiento, sobre todo cuando la decisión se da a raíz de rebajas en la tarifa de los pasajes de Transmilenio que benefició a muchos bogotanos y que Petro había prometido en campaña.  

La Silla no pudo conocer los argumentos de la Contraloría dentro del proceso, pero desde hace meses esta entidad ya venía cuestionando la reducción de tarifas decretada por el alcalde, la cual está vigente desde agosto de 2012.