El Invima aumentó las exigencias sanitarias para los mataderos públicos, lo que ya ha llevado al cierre de 700 establecimientos de este tipo en el país. Pero el senador Jorge Enrique Robledo denunció que esta medida, fuera de encarecer los precios de la carne, pues los municipios que se quedaron sin matadero la tienen que traer de otras regiones, ha generado un peligroso monopolio. El Gobierno y Fedegan, con recursos del Fondo Nacional del Ganado, están construyendo nuevos mataderos, que ahora llaman frigoríficos. Estos cumplen todas las condiciones sanitarias que pide el Invima, pero los ganaderos están obligados a pagar una contribución para utilizarlos. Robledo denuncia que esto hace que el sacrificio de ganado se concentre en unas pocas manos, y por eso le envió una carta al Ministro Andrés Férnandez. En la misiva le cuenta el caso de un grupo de ganaderos del Magdalena Medio que se quejan por la construcción de uno de estos frigoríficos, pues les están exigiendo una cuota de 50 millones para usarlo. “Consideramos que esta capitalización no es democrática, al no estar al alcance de la mayoría de los ganaderos de la región (…) Con todo respeto, no aceptamos y consideramos un chantaje que se esté amenazando al gremio ganadero de no comprarnos los ganados si no somos accionistas de Friogan”, es la queja textual que hacen este grupo de ganaderos y que Robledo reproduce textualmente en su carta. (Ver carta completa de Robledo)