El cuñado del Gobernador del Chocó y un ex candidato a la Alcaldía de Quibdó compiten por reemplazar a la actual directora de la Unidad de Víctimas. Ambos respaldados por congresistas del Partido Liberal.
La Unidad de Víctimas del Chocó está a punto de quedar sin cabeza por la renuncia de su actual directora, Betty Moreno. La vacante despertó una puja entre los políticos del Chocó que están buscando aprovechar la oportunidad de quedarse con un fortín burocrático que atiende a 147.273 víctimas en el Chocó, que viaja por todo el departamento y que a partir de enero podrá nombrar nuevos contratistas.
Los que están detrás
Hasta ahora y durante los últimos cuatro años desde que se creó, la Unidad de Víctimas en Chocó estuvo a cargo de Betty Eugenia Moreno, chocoana, administradora de empresas con una maestría en ciencias económicas y la única mujer negra en una dirección regional de la Unidad.
La semana pasada, Moreno renunció porque se va a trabajar como la secretaria general del Ministerio de Ambiente, en cabeza del también chocoano, Luis Gilberto Murillo. Ya hizo la rendición de cuentas de su período y sale del cargo definitivamente a finales de diciembre.
Se va con muy buena imagen y resultados. Durante su administración que ninguna de las seis fuentes que consultó La Silla para esta nota desacreditó, hubo un diseño institucional pensado para la población étnica que en el Chocó es el 98 por ciento y se avanzó en la atención a casos emblemáticos como el plan de reparación de las víctimas de la masacre de Bojayá. Además, la Unidad ya ha indemnizado a más de 6400 víctimas en el departamento según dijo el director nacional, Alan Jara en agosto de este año.
Sin embargo, su salida es un triunfo para los políticos chocoanos que hasta ahora, según supo La Silla por una fuente que lo conoce de primera mano, habían intentado presionar sin éxito a los gobernantes de turno exigiendo su cabeza porque ella no les daba representación burocrática en la entidad. Esos mismos políticos se están disputando hoy la Unidad.
Como se sabe, la Unidad de Víctimas en todo el país ha estado rotulada al Partido Liberal desde que se creó, y hoy tiene de director nacional al ex gobernador del Meta por ese partido, Alan Jara. En Chocó el partido es fuerte pero sólo tiene un representante a la Cámara: Nilton Córdoba Manyoma. Por eso, se esperaba que fuera él quién recomendara al nuevo director.
Sin embargo, le apareció competencia. El otro político que está peleandose el cargo es el diputado de Cambio Radical, Gonzalo Copete Asprilla. Como Copete no es liberal, está compitiendo por el cargo en alianza con el senador antioqueño rojo Luis Fernando Duque con quién ya ha hecho política en el Chocó y que hoy es el senador electo liberal que más votos sacó en el departamento en las elecciones de 2014: 2.348 votos.
El senador Duque le negó a La Silla esa alianza, que en cambio confirmaron tres fuentes consultadas por aparte (dos políticos chocoanos de distintos partidos y una fuente de la Unidad) que conocen de primera mano la puja política por la Unidad de Víctimas del Chocó.
Las fuentes dijeron, además, que Duque y Copete son amigos personales y se han ayudado mutuamente en al menos las dos últimas campañas políticas al Congreso y a la Gobernación el año pasado. Tanto, que como contó el períodico local Chocó 7 días, Quibdó estuvo empapelado de afiches de Duque durante las elecciones al Congreso en marzo del 2014.
Los candidatos
Ambos grupos ya tienen candidatos disputándose el puesto. Aunque según una fuente que lo sabe de primera mano, ninguno cumple con las condiciones para ser nombrado en el cargo que requiere como mínimo 8 años de experiencia en cargos directivos y cuatro años trabajando con víctimas.
Por el lado del representante Córdoba está Dorton Pino Serna, abogado con maestría en derecho público del Externado. Ha sido profesor universitario y defensor público y en el 2011 se lanzó a la Alcaldía de Quibdó por el Partido Liberal y perdió contra Zulia Mena con 5.544 votos. Luego pasó a ser secretario general de la Universidad Tecnológica del Chocó.
La Silla supo además que Córdoba tiene otros dos candidatos en remojo si no despega el nombre de Pino: la psicóloga de Vigía del Fuerte, Sandra Tatiana Palacios y la abogada Lisa Figueroa.
El otro candidato fuerte que suena hoy en Chocó es Edison Jair Quintero Peña, el cuñado del actual gobernador Jhoany Alberto Palacios y respaldado por la alianza Copete-Duque, según las tres fuentes consultadas por La Silla para esta nota.
Quintero, mejor conocido en el Chocó como ‘Bimbier’ es de Tadó, el mismo municipio del diputado Copete. Es hijo del dirigente conservador del Chocó Raúl Quintero y hermano de la primera dama Farly Quintero, que desde enero oficia como gestora social del departamento. Además, es abogado y ha ocupado cargos públicos: fue director de Indecho, el Insitituto de Deportes del Chocó y personero del municipio de Tadó.
Esa cercanía de Quintero con el Gobernador del Chocó podría darle una ventaja extra para quedarse con el cargo, según las fuentes. “Eso son favores políticos del gobernador. Te digo que no tiene un paso bravo en temas de política del departamento”, opinó una de ellas.
Sin embargo, el apoyo del senador Duque le puede jugar en contra porque se da justo en momentos en que la rivalidad entre Chocó y Antioquia por el corregimiento de Belén de Bajirá está al rojo vivo.
Como contó La Silla Pacífico hasta el 16 de diciembre hay plazo para que el Congreso apruebe un proyecto de ley de los antioqueños para permitir una consulta popular para que los pobladores decidan a qué departamento quieren pertenecer. De lo contrario, la decisión se tomará con los límites que diseñó un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac, que beneficia a Chocó. En medio del afán, los gobernadores de lado y lado y los congresistas de los departamentos han desatado una guerra epistolar que tiene como destinatario al presidente Juan Manuel Santos, para presionarlo para que defina el lío limítrofe.
En todo caso, el nuevo director de la Unidad de Víctimas del Chocó llegará en un momento clave cuando están a punto de implementarse los acuerdos de paz de la Habana en el departamento. Y cuando en esa oficina, la anterior directora logró gestionar que se aumentara la capacidad de contratación de la Unidad que pasará de tener 30 a 67 contratistas y que ella no alcanzó a nombrar, según supo La Silla.
Todo eso, además, en medio de las dificultades que ha dejado este año la falta de articulación entre la Unidad y la Gobernación, según supo La Silla por una fuente en la Unidad de Víctimas del Chocó.
Por ejemplo, según la fuente, este año se citó solo a un comité de Justicia Transicional para abordar las emergencias humanitarias en el departamento, cuando usualmente las autoridades se sientan al menos cuatro veces. Eso es particularmente grave este año porque ya se han emitido 16 alertas tempranas por casos de desplazamientos forzados que han causado los combates entre la guerrilla del ELN y la avanzada de las bandas criminales, especialmente del Clan Úsuga.
Por ahora, según las fuentes, cualquiera puede ganar. Faltará ver entonces en manos de quién queda la Unidad de Víctimas del Chocó ahora que se quedó sin cabeza.