Ricardo Roa.

La salida de Felipe Bayón de la presidencia de Ecopetrol es un paso más del presidente Gustavo Petro para alinear la empresa más grande del país según su visión de la transición energética. 

La noticia fue anunciada por Ecopetrol el jueves, en un comunicado cargado de elogios. Pero Petro solo hizo un comentario político en su cuenta de Twitter, en respuesta a un mensaje de Fico Gutiérrez, el candidato del uribismo en campaña.

Bayón estará en el cargo hasta el 31 de marzo. Su retiro, pedido por el gobierno, que es el accionista mayoritario con 88 por ciento, es el paso siguiente a reafirmar el poder en la compañía. Un camino que empezó con el cambio de la junta directiva y la elección de Saúl Kattan, uno de sus aliados de confianza, al frente de esta.

La siguiente pregunta es quién va a reemplazar a Bayón. El nombre que más suena es el de Ricardo Roa. Ha estado en boca de fuentes internas de Ecopetrol, en el Ministerio de Hacienda, en los gremios y en los medios. Coinciden en que la apuesta del gobierno apunta a Roa, exgerente de la campaña presidencial de Petro y su hombre de confianza en la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) cuando fue alcalde. Roa también fue empleado de William Vélez, un megacontratista con el que Petro chocó en el pasado.

Pero no tendrá el camino fácil. Nombrar un presidente a dedo no es fácil en Ecopetrol. Sería un nombramiento que tensaría la cuerda del gobierno corporativo de una compañía de más de 18.000 empleados. Sobre todo, caería mal en la junta, la entidad que escoge al nuevo presidente, organiza su selección y le da credibilidad en el mercado, donde transa en las bolsas de valores de Colombia y Estados Unidos.

Una fuente enterada de lo que ha pasado en esa instancia y que pidió reserva para dar detalles, dijo que “poner alguien a dedo” puede romper a la junta. Es decir, varios integrantes a quienes no les gusta ese nombre están dispuestos a renunciar si no pasa por un proceso de selección.

Sería una tensión mayor que la que generó en noviembre la salida después de solo un día en el cargo de Carlos Gustavo Cano como presidente de la junta. Cano fue sustituido por Kattan, el elegido de Petro. Kattan, según la fuente interna mencionada, le dijo a la junta que él no quiere aspirar. Y si lo hiciera, tendría que renunciar a su actual posición.

El segundo obstáculo para Roa es que tendría que someterse a un “riguroso proceso de selección”, como dice el comunicado de Ecopetrol publicado ayer. Ese proceso, según confirmó La Silla, lo hará una firma cazatalentos y en principio participarían otros candidatos.

Y el obstáculo final de Roa es que su eventual nombramiento a dedo provocaría un ruido que no le caería bien a los mercados, que ya están nerviosos con las ideas de transición energética de Petro y su ministra de minas y energía, Irene Vélez.

La oposición al nombre de Roa entre los miembros de la junta pondrá a Petro ante un dilema con su Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien tiene más cercanía con la junta que el presidente y en varias ocasiones ha sido un muro de contención para el Gobierno, incluso en temas como la transición energética.

Minhacienda tiene un voto clave en la decisión del nuevo presidente. Ocampo intervino frente a Ecopetrol, por ejemplo, cuando se opuso a que nombraran a Edwin Palma, hoy viceministro de trabajo y antes presidente de la Unión Sindical Obrera, en la junta de Ecopetrol. El ministro ganó esa pelea y llegaron a la junta personas de su cuerda como Mauricio Cabrera y Mónica de Greiff.

Roa “no sabe nada de petróleo” y viene de trabajar con un enemigo de Petro

La principal razón por la que una parte de la junta de Ecopetrol rechaza a Roa es su perfil. “No conoce del negocio principal de Ecopetrol que, a pesar de los avances en transición energética, seguirá siendo central por muchos años más”, le dijo a La Silla una fuente cercana a la junta que pidió reserva de su nombre.

Roa es un ingeniero mecánico, especialista en sistemas gerenciales sin experiencia en temas petroleros y con una carrera en la que ha escalado a partir de sus alianzas con padrinos políticos de todas las corrientes ideológicas.

Aunque ahora es un hombre de confianza de Petro, su anterior cargo fue como mano derecha de uno de los mayores enemigos políticos del hoy presidente: el contratista William Vélez, cercano a Álvaro Uribe, y con el que Petro libró una guerra política en la Alcaldía para quitarle el negocio de las basuras.

Petro ha acusado a Vélez de pagar sobornos en Guatemala y de ser testaferro de paramilitares, pero Roa saltó de su puesto en la EEB (nombrado por Petro) a trabajar con Vélez en Honduras.

En 2019 Roa se convirtió en empleado de Vélez, como gerente de la Empresa de Energía Honduras (EEH), que maneja la distribución eléctrica en ese país.

Es un negocio que era controlado por Vélez. En 2019, cuando estaba a punto de perderlo por un incumplimiento decretado por el Gobierno de Honduras, Vélez recurrió a Roa como gerente para tratar de evitarlo. No lo logró y el Estado hondureño intervino la empresa.

Luego de esto, Roa se mantuvo en los afectos de Petro, quien lo nombró gerente de su campaña a la presidencia en 2022, un cargo de máxima confianza. Si es candidato de Petro para Ecopetrol, medirá el talante del presidente frente al gobierno corporativo de las empresas estatales y su relación con el sector liberal del Gobierno. 

Soy cofundadora de Economía para la pipol. Antes trabajé en la revista Forbes Colombia, El Tiempo y Portafolio. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Externado, y una especialización en periodismo digital de la U. Tadeo por una beca de Google y la Asociación de Medios de Información...

Estudié periodismo en la Universidad de Antioquia y allí hice un diplomado en periodismo literario. Antes cubría el poder en Antioquia para La Silla. Trabajé en El Colombiano y fui subeditor del impreso de El Tiempo. En 2022 participé en el libro 'Los presidenciables' de La Silla Vacía y en 2020...