La muerte del patriarca liberal risaraldense, Óscar Vélez Marulanda “El Plumón” ha hecho que todos sus amigos busquen en el baúl de las anécdotas una de las tantas que salían de su boca e ingenio. , en su columna de El Tiempo, publicó la semana pasada una lista de chascarrillos de tan pintoresco personaje, pero una de antología se le quedó afuera. En medio de los tantos esfuerzos para convertir a su departamento en lugar atractivo para la inversión extranjera, llevó a un empresario estadounidense a conocer la región. En el periplo por Pereira se enteró que al invitado “gringo” le gustaba jugar golf, entonces le dijo que a él también… “Claaaaaro, yo soy handicap 5 y todo”. Así, se comió al “gringo” a punta de cuento y planeó la jugada con varios amigos, pero el día de la cita para demostrar sus destrezas y para no hacer el ridículo con los palos y las bolas, se hizo enyesar un brazo y llegó diciendo “no se imaginan la caída que me metí”.