El medicamento se consigue en cualquier puesto de votación, hasta el 30 de mayo. Se trata de la Petricina: aceite-propaganda que ahora hace parte de la imagen publicitaria de la campaña de Petro. Como un agua de rosas, pero con la cara de Petro ‘pop’, la Petricina augura quitar el odio y repartir amor. Además, promete mejorar la concertación y cambiar el futuro. Mientras inventan el polovoto, habrá que ver si con este ungüento pacífico le alcanza para llegar a segunda vuelta.
