Noemí Sanín sacudió el debate ayer, cuando acusó a Juan Manuel Santos de ofrecer “dádivas” para que apoyen su campaña.

Hasta anoche, Darío Montoya era un desconocido para la opinión pública. Pero en el debate de Caracol quedó claro que Montoya es un personaje interesante en esta campaña electoral.

Como ya ha salido en todas partes, Noemí Sanín acusó a Juan Manuel Santos de ofrecerle al director del Sena el Ministerio de Defensa. Santos lo negó y advirtió que si Noemí tenía pruebas, él renunciaría no solo a su candidatura sino a la vida pública. De lo contrario, Sanín sería quien tendría que bajarse de sus aspiraciones.

Sanín se ratificó hoy. Dijo que él – que es el papá de su asistente personal Laura Montoya – la había invitado a su casa a contarle que estaba muy confundido porque le habían ofrecido el Ministerio de Defensa y Noemí le había ofrecido ser su fórmula vicepresidencial.

Montoya aceptó ante los medios haberse reunido con Santos en dos oportunidades, la última vez el 16 de febrero. Declaró que sí se reunió con Juan Manuel Santos – junto con José Obdulio Gaviria (amigo suyo) y el ex presidente de Bavaria Augusto López – para hablar de vivienda, salud y asuntos relacionados con la entidad que preside.

También dijo que fue él y no Santos quien mencionó el asunto del Ministerio de Defensa: “A mucha gente le digo que el único ministerio que me parece emocionante es el de Defensa, los demás me parecen aburridores”, dijo a El Tiempo.

Saber quién miente y quién dice la verdad no será fácil. Pero lo cierto es que el director general del Sena, que está en su cargo desde que llegó Uribe al gobierno en 2002, ya había estado involucrado en otros episodios relacionados con temas políticos ajenos a sus funciones.

El Sena a favor de la reelección

En agosto del año pasado, cuando se debatía en el Congreso el referendo, el representante de Cambio Radical Jorge Enrique Rozo acusó a Montoya en la plenaria de la Cámara de haberle ofrecido a través de Juana Pérez, la subdirectora de Planeación del Sena, que apoyara el proyecto de referendo a cambio de favores burocráticos.

“En días pasados, el señor director del Sena me llamó a mi celular para decirme que recibiera a una de sus funcionarias, que quería comentarme un tema muy especial” (…) “Qué sorpresa me llevo cuando la funcionaria muy puntualmente llega a mi oficina (…) para decirme que el señor Presidente de la República había tomado la decisión de buscar una segunda reelección (…) y que me ponían a la orden el Gobierno Nacional”, dijo entonces Enrique Rozo.

Darío Montoya admitió que la funcionaria había visitado al representante Rozo, pero no a ofrecerle algo a cambio de su voto. “Fue un error de interpretación”, dijo Montoya. Aclaró que la funcionaria se había reunido con varios congresistas para las partidas presupuestales del Sena en el proyecto de ley del presupuesto. El ministro del Interior Fabio Valencia Cossio reiteró esa versión.

Montoya invita a apoyar a los candidatos que defiendan los parafiscales

El proyecto de reelección pasó en el Congreso, y no se supo más de Montoya hasta hace unos días cuando el director del Sena envió un correo a los estudiantes y funcionarios del Sena invitandolos a defender los parafiscales.

Luego de hacer un recuento sobre los logros del Sena, y explicar que eso ha sido posible “gracias al formidable presupuesto que ha facilitado el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez” y que este presupuesto se surte de los parafiscales que pagan los trabajadores de Colombia y los empresarios dice: “Con motivo de la campaña electoral algunos proponen acabar con los parafiscales o reducirlos sustancialmente, que es lo mismo que acabar con el Sena. Todos tenemos que participar en el debate: aprendices, instructores, funcionarios y la comunidad para defender al Sena. Que nos den la oportunidad de demostrar por qué la entidad requiere los parafiscales para seguir prestándole este servicio al país de educación de calidad, de oportunidades, de empleo, de emprendimiento, de trabajo”.

Aunque el director del Sena no mencionó ningún candidato en particular, algunos de los que recibieron el correo lo entendieron como una alusión a Antanas Mockus. Dado que la comunidad activa del Sena -entre estudiantes y profesores- supera el millón de personas, el correo de Montoya tuvo un efecto importante. En la sección de preguntas y respuestas de la página del candidato Verde la gente le pregunta si él piensa acabar con los parafiscales. Y en otros medios, comentaristas comenzaron a alertar que Mockus quería acabar con los parafiscales.

En una entrevista con Caracol Radio, Mockus aclaró que no tenía la intención de acabar con el Sena o con el ICBF. Explicó que la idea es buscarles a estas entidades otras fuentes de financiación diferentes a los parafiscales. Si esta no era posible, esos impuestos continuarían. “Ya me están haciendo propaganda diciéndole a la gente que vamos a acabar el Sena”, dijo.

Los candidatos uribistas quieren mantener los parafiscales, y por eso aunque Montoya no dio nombres específicos fue fácil sumar uno más uno y entender que él estaba tratando de influir el voto de la comunidad bajo su cargo, una injerencia política prohibida por ley.

Quién es Montoya

La pregunta del millón es por qué en menos de un año el nombre de Montoya sale a relucir en la arena político-electoral cuando normalmente, los directores del Sena son invisibles para la opinión pública. La respuesta es fácil: votos.

Montoya, un ingeniero industrial antioqueño, especializado en finanzas, creó la ‘Incubadora de empresas de base tecnológica de Antioquia’, iniciativa que respaldó Álvaro Uribe cuando era senador. El proyecto los acercó y cuando Uribe se posesionó lo nombró en la dirección del Sena y allí ha permanecido hasta ahora.

Montoya le ha dado un vuelco al Servicio Nacional de Aprendizaje, que es la institución educativa más grande del país, con presencia en todas las regiones, y con una amplia oferta de cursos en areas técnicas y tecnológicas. Acabó el sindicato, flexibilizó los horarios de los cursos para aumentar los cupos, acortó los cursos, virtualizó muchas clases para que estudiantes en todo el país pudieran acceder a ellas, y creó un esquema mediante el cuál las empresas que requerían capacitación técnica para sus empleados prestan sus instalaciones para que más alumnos puedan recibir clase sin necesidad de que el Sena invirtiera en nuevos y costos equipos.

Con estos cambios en la institución, el Sena pasó de tener 176 mil cupos en 2002 a 634 mil estudiantes en 2009. Aunque algunas personas critican que el Sena se haya dedicado a privilegiar la cantidad en perjuicio de la calidad de los cursos, Montoya se ganó el respeto tanto de estudiantes como de empresarios que financian el Sena.

Su valor político

Montoya ha demostrado ser un muy buen gerente, pero posiblemente no es solo por eso que los candidatos uribistas lo estén buscando para atraerlo hacia sus campañas. Más atractivo que el mismo Montoya en plena campaña electoral podría ser la base de datos de alumnos, ex alumnos y profesores del Sena, en la que aparecen los nombres y teléfonos de por lo menos tres millones de colombianos que podrían votar el próximo 30 de mayo. Aunque no se puede decir que Montoya hubiera puesto esta base de datos al servicio de alguna campaña, por lo menos ya la uso una vez para referirse a un tema concreto de la campaña.

Nada es tan valioso para una campaña que tener una base de datos de personas que se pueden contactar uno a uno e invitarlos a votar personalmente en nombre del candidato. Muchos de los que contestan ya tendrán en mente un candidato, pero una información puede hacerles pensar dos veces. Por ejemplo, que tal candidato apoya los parafiscales que sostienen al Sena y que tal otro los piensa acabar. O incluso si no mencionan el Sena, solo recibir una llamada personal de una campaña puede halagar y picarle la curiosidad a un ciudadano para enterarse más sobre un candidato específico.

Por esta misma razón, la llegada a la campaña de Santos de Miguel Peñaloza, el ex coordinador de las regiones del gobierno y quien coordinaba toda la logística de los consejos comunales, incluido el giro de recursos a los alcaldes, puso tan nerviosos a los demás candidatos. Peñaloza tiene los contactos de todos los alcaldes del país donde se han realizado consejos comunales con el Presidente, y estos le pasan al teléfono, y pueden oír su opinión sobre el futuro de subsidios como Familias en Acción si gana su candidato o uno de la oposición.

Como lo denunció anoche Noticias Uno, miles de beneficiarios en Bucaramanga del programa de ‘Familias en Acción’ fueron convocados a firmar una planilla y en cambio terminaron en un evento de campaña de Santos. Uno de los participantes del evento dijo al aire que le habían dicho que si no firmaba la planilla no recibiría el subsidio para sus hijos.

Por esto, aunque la pelea entre Sanín y Santos podría parecer anecdótica y una distracción de lo ‘importante’ refleja un lado invisible de esta campaña y su relación con el gobierno de Uribe.
 

Soy la directora de la Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en Periodismo de la Universidad de Columbia. Después de trabajar en The Wall Street Journal Americas en Nueva York regresé a Colombia a El Tiempo, donde trabajé como editora de la Unidad de...