Desde hace 19 años el Congreso está buscando aprobar una Ley de Ordenamiento Territorial. Una ley que reglamente los artículos de la Constitución de 1991 sobre la descentralización. Sin embargo, como esta ley puede implicar la reorganización de las fronteras departamentales buscando crear regiones más grandes que puedan ser autónomas, los congresistas han archivado los 18 proyectos que han sido presentados. A ellos no les conviene que una reforma les toque su territorio y les revuelva sus fortines electorales.

Pero la llegada de los nuevos ha despertado esperanzas. La elección de varios ex gobernadores y ex alcaldes como senadores puede ayudar. Entre los ex gobernadores elegidos están Amparo Arbeláez, quien fue la cabeza del Quindío y entró en la lista del Partido Liberal; Eugenio Prieto, nuevo senador rojo que fue gobernador de Antioquia; y Jorge Eduardo Londoño, quien gobernó Boyacá y fue elegido senador por los Verdes.

Por otro lado están los ex alcaldes: Olga Suárez Mira, conservadora quien fue burgomaestre en Bello, Antioquia y el liberal Honorio Galvis, que dirigió Bucaramanga. También llegó John Sudarsky, quien fue asesor del Departamento Nacional de Planeación y consejero de Planeación Participativa Local durante el segundo período de Antanas Mockus en Bogotá.

Además de los nuevos nombres, hay otro incentivo para hacer el revolcón territorial. La bancada costeña está presionada para promover que los 8 departamentos de la Costa se conviertan en una sola región autónoma. El pasado 14 de marzo estos departamentos depositaron más de un millón de “votos caribes” en un ejercicio pedagógico para pedir que la Costa sea una región autónoma.