Tras el nombramiento de la nueva junta directiva de Ecopetrol suena el nombre de Ricardo Roa para reemplazar al actual Felipe Bayón, quien viene desde el Gobierno de Iván Duque en la presidencia de la empresa más grande del país. El nombre de Roa se lo mencionó a La Silla dos personas, una cercana a Ecopetrol y otra al Ministerio de Hacienda. También ha sido mencionado por otros medios, como la revista Semana y Blu Radio.
Se trata de un hombre con un perfil político paradójico cercano al presidente Gustavo Petro, que también trabajó con uno de sus rivales más fuertes durante la alcaldía de Bogotá, el contratista William Vélez, cercano a Álvaro Uribe.
En 2012, como alcalde de Bogotá, Petro nombró a Roa como gerente de dos de las mayores empresas públicas de la ciudad: el Grupo Energía Bogotá (EEB) y la Transportadora de Gas Internacional (TGI). Y en enero de este año lo nombró gerente nacional de su campaña a la presidencia.
Poco después de trabajar con Petro en Bogotá, Roa se convirtió en empleado del contratista Vélez, como gerente de la Empresa de Energía Honduras (EEH), que prestaba el servicio de electricidad en el país centroamericano, donde también se vio envuelto en controversia por la calidad del servicio público prestado por la empresa del contratista, al punto de verse intervenidos por el Estado hondureño.
El escudero de William Vélez
El capítulo más reciente y controversial de la gestión de Ricardo Roa se dio después de gerenciar la Empresa de Energía Bogotá (EEB) bajo la alcaldía de Gustavo Petro, de donde salió a administrar para William Vélez, megacontratista y empresario a quien el propio Petro tuvo entre ojos durante su administración. Desde 2016 que Roa fue destituido al llegar Peñalosa al Palacio de Liévano como presidente de EEB y en su reemplazo fue nombrada Astrid Álvarez por pertenecer al círculo íntimo del nuevo alcalde, no se tuvieron noticias de él hasta que se supo que el empresario y megacontratista William Vélez lo había nombrado como gerente de una de sus empresas de energía, esta vez en Honduras.
William Vélez es ingeniero y uno de los mayores contratistas de las últimas décadas, poseyendo el grupo empresarial ETHUSS, donde coordina la prestación del servicio de aseo con Interaseo y especialmente del alumbrado público, en varias ciudades del país y también en megacontratos como la ampliación del Aeropuerto El Dorado, la doble calzada Bogotá-Girardot e incluso Hidroituango.
Vélez es además uno de los poderosos a la sombra que respaldaron el proyecto político de Álvaro Uribe desde la Gobernación de Antioquia, financiando parte de su campaña como lo reconoció en su momento Fabio Echeverry y aumentando súbitamente su portafolio de contratos con el Estado desde la elección de Uribe en 2002, llegando a salpicarse de presuntos vínculos con las Autodefensas Unidas de Colombia y posteriormente por mensajes de Vélez en favor de la campaña política del condenado exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, acusaciones de las cuales Vélez ha salido en limpio hasta ahora.
Al haber sido uno de los operadores de las basuras durante la alcaldía Petro, llegó a volverse su némesis, a quien continuó criticando aún después de lograr sacar a Vélez del esquema de basuras de la capital:
El modelo de aseo que ha escogido el alcalde y el reciclaje perjudican intereses económicos de William Velez y Alberto Rios.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 21, 2012
Peñalosa revivió el cartel de la contratación. El hecho mas corrupto es la asignación a William Vélez del metro elevado.
Duque negoció con los Chinos de manera predeterninada la designación desde arriba de quien haría el metro elevado y le puso de socio, al socio de Uribe. https://t.co/7afR0v3i77
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 19, 2019
Roa entró de nuevo a la escena con la concesión entre una de las empresas de Vélez, Empresa de Energía Honduras (EEH) y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica de Honduras, que dejó en manos de la EEH de Vélez toda la distribución eléctrica de ese país. No obstante la concesión ha estado llena de escándalos, ineficiencia y aumento de costos, y en 2019 Vélez nombró a Roa gerente de la EEH para evitar que el Estado hondureño los interviniera.
Pero Roa no pudo evitar que la Superintendencia de Alianzas Público-Privadas interviniera el proyecto, lo que calificó como “no es más que un acto de expropiación”. Inclusive llegó a interponer una demanda de $800 millones de dólares por el supuesto incumplimiento del contrato por parte del Estado hondureño, pero el 22 de enero renunció a la gerencia de la EEH afirmando que “se me ha presentado una mejor oportunidad en Colombia”, como gerente de la campaña de Gustavo Petro.
Experto en electricidad y contactos políticos
No obstante, revisando la hoja de vida y cargos anteriores en la carrera de Roa se demuestra una combinación de formación técnica con cercanía a varios pesos pesados de la política nacional a lo largo de su carrera. Es ingeniero mecánico y técnico electromecánico de la Universidad Nacional, especialista en Sistemas Gerenciales de Ingeniería de la Javeriana y aspirante a la Maestría en Estudios de Política en la misma universidad. Asimismo ha sido catedrático de la universidad Nacional, Antonio Nariño y Externado de Colombia.
Ha desarrollado su carrera en el sector de la electricidad, tanto en el sector público como en el privado. En 1998 Roa entró a ser director de Andesco, el gremio de las empresas de servicios públicos en el sector energético. A partir de allí impulsó su carrera conociendo funcionarios en comisiones de regulación y el propio Ministerio de Minas y Energía.
Cinco años después, en 2003, Roa fue designado gerente de comercialización de la Empresa Electrificadora de Santander (ESSA), usualmente reducto burocrático clientelar de la clase política santandereana. Roa fue nombrado por el exsenador conservador José Vicente Villamizar, quien era el gerente general. Roa luego ascendió a la gerencia general cuando Villamizar renunció en medio de acusaciones de usar la empresa para impulsar la campaña de Didier Tavera a la Gobernación. (Villamizar además fue coordinador de campaña de Petro en Santander y hoy es consejero de la Presidencia para articular el PND en Santander).
No obstante, en la subida de Roa a la gerencia de la Electrificadora estuvo involucrado el senador santandereano Óscar Reyes del partido Convergencia, electo en 2006 y condenado en 2012 por parapolítica, que habría sido el intermediario con el gobierno Uribe para nombrar a Roa como gerente general de la Electrificadora.
Roa se defendió en los medios, negando cualquier conexión con Reyes o cualquier otro político. “Yo no soy cuota ni he tenido nexos con ningún partido político”, dijo a El Espectador.
El giro hacia Petro
En 2009 Roa salió de la Electrificadora cuando EPM compró la mayoría de acciones de la ESSA. Posterior a su salida de la Electrificadora trabajó en el sector privado, como director de comercialización y gerente de negocios de energía, de los ingenios Incauca y Providencia del Valle del Cauca, pertenecientes a la Organización Ardilla Lülle.
Luego de su paso por el sector privado, en 2012 Roa fue designado presidente de la empresa de servicios públicos Transportadora de Gas Internacional (TGI) cuya junta directiva en ese momento presidía Gustavo Petro como alcalde de Bogotá. TGI fue financiada por la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) como accionista mayoritario y opera varios gasoductos que transportan el gas al centro y sur del país.
De manera similar a cómo ascendió en Santander, Roa pasó de ser presidente de la TGI a presidir toda la Empresa de Energía de Bogotá en 2017, cuando la EEB compró todas las acciones de TGI y la anterior presidenta, Sandra Fonseca, salió repentinamente por “razones políticas”. Según Roa, su ascenso a presidente de la EEB se dio por “una directriz diferente, que busca un mayor crecimiento del portafolio de EEB”.
Como presidente de la EEB Roa se adecuó al objetivo de movilidad de Petro de que la EEB impulsara la electrificación del transporte público y que fuera la base para crear un operador público de Transmilenio. Si bien Roa no logró su objetivo ya que Petro ni siquiera logró lanzar la licitación, la confianza con el hoy presidente se mantuvo hasta el punto de que le dio a Roa el manejo del presupuesto de su campaña presidencial.
La trayectoria de Ricardo Roa ha sido una constante de ascender mediante la experticia técnica de saber dirigir (aunque con éxito mixto) empresas y proyectos de servicios públicos. Su llegada al círculo de confianza de Petro se ha dado a la sombra de múltiples poderosos, evadiendo las aguas turbulentas de la política electoral y moviéndose por la menos agitada escalera de la tecnocracia.
Como presidente de Ecopetrol tendría a cargo la ambiciosa propuesta de Petro de implementar la transición energética sin desestabilizar la economía nacional, y su historial como gerente y ejecutor de empresas de servicios públicos indican resultados mixtos, por lo que la asesoría y acompañamiento técnicos a la hora de dirigir Ecopetrol serían vitales para garantizar una buena gestión.