Desde que ganó su paso a la segunda vuelta, la prensa internacional ha reseñado a Rodolfo Hernández como el “Trump colombiano”, por sus polémicas declaraciones y porque ambos saltaron a la política siendo empresarios millonarios. Pero no es solamente con el expresidente norteamericano que Hernández comparte rasgos de políticos populistas del continente.

“Aunque se pueden poner en diferentes puntos ideológicos, Hernández y otros políticos tienen una forma similar de hacer política y cómo se presentan en las elecciones”, dijo Juan Albarracín, profesor de ciencia política de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos. “Es una mezcolanza de diferentes direcciones. Eso es lo que uno ve en personas como Amlo en México, Trump y Nayib Bukele en El Salvador”.

Al revisar su pasado, propuestas y declaraciones, estas son las piezas del frankenstein populista que sería Rodolfo, a partir de siete rasgos que Rodolfo comparte con otros populistas del continente.

1. El uso de sus redes sociales.

Al igual que Nayib Bukele en El Salvador con Instagram, y Jair Bolsonaro en Brasil con Facebook, Rodolfo Hernández ha cimentado la mayor parte de su campaña política a través de transmisiones en vivo desde Facebook (la red social más popular en Colombia) y videos de Tik Tok, donde se autodenominó “el rey” de esa red social que ven más que todo los jóvenes.

“Es una oportunidad de establecer un vínculo directo y personal con el electorado”, dice Luke Melchiore, profesor de la Universidad de los Andes e investigador de populismo. “Pero no permite que se haga un escrutinio real de las propuestas que el candidato hace. Son mensajes simples y efectivos”.

Rodolfo arrancó sus videos en vivo en Facebook desde que fue alcalde de Bucaramanga y es así como ha logrado adeptos en zonas a las que ni siquiera visita en campaña, como Vichada o el sur del Cesar. Y así como lo hace Bukele —de quien Hernández es un abierto admirador— al conceder entrevistas con influenciadores tipo Luisito Comunica, Rodolfo también se acerca al público joven, como la adhesión de famosos en instagram como el influencer Jefferson Cossio.

“Es una forma más eficiente de hacer campaña, por menos dinero”, como dice Víctor Mijares, profesor de la Universidad de los Andes. “Son mensajes simples que apelan a un público no sobreeducado”. 

2. El empresario candidato.

Tanto Hernández como Donald Trump comparten el pasado obvio de ser empresarios millonarios que saltaron a la política. Hernández como constructor y su exitosa empresa la Constructora HG, y Trump con sus diversos negocios que iban desde los hoteles hasta los realities.

Ambos, apelan a la clase obrera y trabajadora de sus países con el discurso de exitosos empresarios que hacen gala de sus millones y enfilan su estilo gerencial contra la clase política que, a su juicio, no hizo nada por esas poblaciones.

“Entré a la arena política para que los poderosos no puedan aprovecharse de quienes no pueden defenderse”, dijo Trump, en campaña en 2016. “Sí se puede barrer nuestro congreso de politiqueros y corruptos”, dijo en un video el candidato Hernández.

Y aunque Trump y Hernández comparten ideologías diferentes (el norteamericano, un populismo radical de derecha y el colombiano un populismo más “puro” como explican las académicas Liza Zanotti y Sandra Botero en La Silla Llena), “el perfil de Rodolfo encaja en el del empresario que le tocó volverse político porque los políticos profesionales no supieron hacer su trabajo”, como indica Mijares, de los Andes.

3. Las proclamas de Bukele y Amlo

Hernández ha sido vocal en expresar su admiración por Nayib Bukele. “El presidente de El Salvador barrió el Congreso de politiqueros y corruptos”, dijo Hernández tras las elecciones legislativas de ese país, hace un año. “Y no sigan con la cantaleta de que es populista y autoritario”.

Esa admiración también va al parafraseo de Hernández de las frases de Bukele, quien se define como “el dictador más cool del mundo mundial”. En su línea de política anticorrupción, el plan de gobierno de Rodolfo arranca con la frase “donde nadie roba la plata alcanza”. Bukele, al criticar al Congreso por no pasarle plata para atender la pandemia dijo en 2020 “el dinero alcanza cuando nadie se lo roba”, una frase que se volvió viral.

Asimismo, el lema de Rodolfo de “no robar, no mentir, no traicionar” es el mismo que utilizó para su guía de gobierno de 2018 el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien también ha hecho uso de las redes sociales y la estigmatización a la prensa (como Bukele) para calificar a sus enemigos políticos y críticos.

“Esto es tradicional de los populistas: Bukele se siente ahí para salvar a El salvador de una clase política corrupta, que le ha robado y Hernández se plantea y se ve como eso mismo”, dijo el profesor Albarracín.

4. La familia metida en los negocios y la política

Al ser personalidades que desconfían de las instituciones y desdeñan de los partidos, sus familias terminan siendo claves en la forma en que toman decisiones y se involucran en sus vidas públicas y privadas. “Confían mucho en la familia”, dice Albarracín. “No le gustan otras instituciones políticas porque regulan y contienen”.

Aunque estas familias están en muchos gobiernos (el ejemplo más cercano en Colombia es la relación de Enrique Santos con el inicio del proceso de paz del gobierno de su hermano Juan Manuel) en los gobiernos populistas, las familias actúan casi que como un “poder a la sombra”.

Los tres hijos de Rodolfo Hernández han tenido vidas estrechamente ligadas al candidato y, si llega a la Presidencia, lo seguirán estando. Como ocurre con Rodolfo José, quien es su heredero empresarial y su sombra en la campaña. Y su hermano, Gabriel, quien fue el artífice de su campaña a la Alcaldía en 2015 (aunque ahora están distanciados).

Algo similar a lo que ocurre con los vínculos familiares de otros políticos de corte populistas como Donald Trump, cuyos hijos Donald e Ivanka, y Jared, su yerno, fueron asesores presidenciales y además controlaron parte de sus negocios privados mientras estuvo en la Casa Blanca.

En El Salvador, como contó El Faro, los tres hermanos de Bukele son un “poder en la sombra” y uno de sus primos dirige el partido que fundó. En Brasil, los tres hijos de Bolsonaro son ahora un clan político que está involucrado en decisiones importantes para ese mandatario, como la estrategia de comunicaciones. 

5. Discurso antiestablecimiento para acercarse a la clase trabajadora y obrera

El discurso anticorrupción de Rodolfo Hernández, que se basa en decir que “todos los políticos roban” es clave para su campaña. Es esa la razón por la cual, por ejemplo, votantes de él en primera vuelta en Vichada apoyaron su candidatura, pese a que el mismo Hernández no sabe cuál es su capital.

“Rodolfo se ha embarcado en una cruzada en contra del político profesional”, dice Mijares de UniAndes. “Su estrategia es comunicar propuestas muy planas o muy llanas que apelan al cansancio de la gente con la clase política y una forma de comunicar que genera mucho ruido”.

Son expresiones sencillas de captar por los votantes y similares a las que usaron políticos como Trump, quien en 2016 hizo famosa la frase “Drain the swamp” —“drenar el pantano”, en alusión a arreglar los problemas que tenía el establecimiento gringo—, o el uso de Amlo de la palabra “conservadores” para referirse a sus críticos y opositores.

6. Movimientos políticos hechos a la medida

Las dos campañas que ha hecho Rodolfo —a la Alcaldía de Bucaramanga y a la Presidencia— las ha hecho bajo movimientos que él ha creado: Lógica, Ética y Estética en 2015 y la actual Liga de Gobernantes Anticorrupción (Liga) para 2022. En ambos movimientos, Rodolfo dice que son “un movimiento significativo de ciudadanos que lo respaldan, evocan y representan los más de 11 millones de ciudadanos que votaron en el 2018 el histórico Referendo Anticorrupción”. Con esta independencia y apoyo de la ciudadanía, entró en la carrera presidencial al entregar casi 2 millones de firmas.

La creación de un nuevo partido o movimiento que se aleja del establecimiento, que está completamente apoyado en los ciudadanos y financiado por los propios candidatos es un elemento que Rodolfo comparte con Jair Bolsonaro y Nayib Bukele.

En 2019, un día después de oficializar su salida del partido Partido Social Liberal, que lo llevó a la presidencia, Bolsonaro empezó la gestión para fundar uno nuevo. En menos de seis meses reunió medio millón de firmas en seis meses para poder registrarse para las elecciones municipales del 2020. Su nuevo partido, la “Alianza para Brasil” (APB), se hizo a su semejanza con tres objetivos principales: encontrar “el lugar de Dios” en la sociedad, promover “la defensa de la vida” y ”divulgar las verdades sobre los crímenes de los movimientos revolucionarios, como el comunismo, el globalismo y el fascismo”.

Cuando todavía era alcalde de San Salvador en 2017, Nayib Bukele fue expulsado de su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) después de haber incumplido los estatutos de este partido. Quince días más tarde, Bukele anunció por redes sociales la creación de “Nuevas Ideas”, el movimiento ciudadano que en tres días recogió las 50 mil firmas que necesitaba para inscribirse como partido político.

7. La infalibilidad del líder.

En un artículo publicado por el Washington Post, Rodolfo dijo que su efecto sobre sus seguidores era mesiánico, para luego asegurar que tenían el cerebro lavado y se parecían a los terroristas que participaron en el atentado del 11 de septiembre de 2001. “Lo que estoy comparando es que después de entrar en ese estado, no cambias de posición. No lo cambias” dijo.

Para Luke Melchiorre este efecto mesiánico sobre sus seguidores es muy similar al que Donald Trump aseguraba que tenía por la fidelidad que tenía su electorado . En enero de 2016, durante un discurso de campaña Trump dijo: “las encuestas dicen que yo tengo al electorado más fiel y leal. Yo podría pararme en medio de la Quinta Avenida en Nueva York, dispararle a alguien y no perdería ningún voto” 

YouTube video

Este mensaje mesiánico, como dice Trump, está fundamentado en una obsesión por cómo lo ven sus seguidores y qué dicen de ellos. Por esta razón las encuestas se vuelven un elemento central en la campaña de estos candidatos.

En esta obsesión por la imagen que tienen sus seguidores de ellos entra Nayib Bukele. La ex abogada del presidente, Bertha Deleón, le dijo a El País que “Bukele es un tipo adicto a las encuestas sobre su imagen y lo que piensan de él en la calle”. 

Soy la editora de la sección En Vivo, coordinadora de podcast de La Silla Vacía y dirijo los Huevos Revueltos con Política. Soy periodista de la Santo Tomás y tengo una maestría en ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario. Fui reportera política en El Nuevo...

Soy periodista del En Vivo y también escribo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Estudié historia y ciencia política, con énfasis en relaciones internacionales y periodismo, en la Universidad de los Andes.