Con su entrada a la baraja de aliados del Gobernador de Norte de Santander, el senador conservador concretó una movida con la que no tiene margen político para perder.
Luego de varios meses de acercamientos, el senador conservador Juan Manuel Corzo y el gobernador de Norte, William Villamizar, finalmente concretaron una alianza y terminaron (por lo menos por ahora) con la guerra política que los había tenido en esquinas opuestas desde 2011.
Aunque la movida, que se selló con el nombramiento de Édgar Pallares en la Secretaría de Gobierno, les funciona a los dos, al final la sensación que quedó fue que Corzo salió ganando porque no solo inclinó la balanza a su favor, sino que lo hizo sin dejar tan claro que dejará de apostarle en contra a Villamizar.
La división
Aunque William Villamizar y Juan Manuel Corzo crecieron políticamente como aliados en el Partido Conservador, desde 2011 se distanciaron por la puja de los avales para las elecciones locales de ese año.
Mientras que para ese entonces Villamizar ya se había consolidado como un mandamás de los azules en Norte al haber sido gobernador con el aval de esa colectividad; Corzo estaba cruzando por la mejor racha de su carrera política y había sido elegido como Presidente del Congreso.
La pelea fue básicamente de egos. Mientras que Villamizar estando aún en el palacio de la ‘cúpula chata’ quería sacar su propio candidato al ruedo -Édgar Díaz- para sucederlo, Corzo tenía en mente una movida diferente y se le atravesó.
Ese divorcio fue tan llamativo como escandaloso dentro del Norte político debido a que además de que por la falta de apoyo en las toldas azules Villamizar dio su grito de independencia y prefirió probarse políticamente solo al sacar a su candidato por firmas, a la postre le ganó la pelea electoral de ese año a Corzo, cuya ficha -Juan Carlos García Herreros- terminó en segundo lugar con 90 mil votos por debajo.
De ese entonces para acá, la brecha entre los dos políticos creció y con las locales de 2015 pasó a ser un abismo, cuando Villamizar por segunda vez llegó a la Gobernación y de paso en una de sus principales movidas le quitó el dominio sobre Corponor -su principal fortín-.
Aunque así fue durante el primer año de Gobierno, desde que arrancó el 2017, el tablero de poder local empezó a variar motivado por un proceso en el Consejo de Estado que tiene en vilo la continudad de Villamizar en el cargo y que tras bambalinas ha sido impulsado por el grupo de Corzo.
Precisamente, cuando los fallos empezaron a ir en contra del Gobernador, entre los políticos de la región se corrió la voz de que Corzo y Villamizar estaban acercándose.
La razón oficial fue que querían trabajar juntos por el departamento, la extraoficial, que Villamizar estaba buscando a Corzo ara que dejara de moverle el proceso.
Los acuerdos
Con ese telón de fondo, las versiones sobre los acercamientos empezaron a sonar con más fuerza, y de hecho, como lo contó La Silla en el departamento se empezó a hablar de que iban tan bien que todo estaba dado para que una cuota del Corzo llegara a la Secretaria de Gobierno del departamento.
El acuerdo le daba aire tanto al Gobernador como al congresista.
Por un lado, Villamizar metía dentro de su baraja de aliados al único político de Norte que no estaba en ella y con eso -al menos políticamente- aseguraba que el proceso en el Consejo de Estado perdía impulso; y por otro, Corzo lograba figuración en vísperas de las legislativas de 2018 en momentos en los que su poder está disminuido en la región.
Aunque hubo demoras y de hecho hasta un nombramiento exprés en esa Secretaría que mostró que los acercamientos no iban por buen camino (dos políticos conservadores y uno cercano a Villamizar le dijeron a La Silla que la participación burocrática fue la que retrasó el acuerdo) al final sellaron el pacto y Corzo entró por la puerta grande a la Gobernación de Norte.
Después de que en el sonajero hubieran estado los nombres de su hermana Silvia Corzo y el del exprocurador regional Juan Carlos Bautista, Édgar Pallares, un abogado de Teorama que fue alcalde y personero de ese municipio, llegó a la Secretaría de Gobierno como su cuota.
El triunfo con ese cargo era doble, porque no solo significaba su entrada oficial a la repartija burocrática de su otrora enemigo, sino que lo hacía en la secretaría con más poder político de la Gobernación.
Según le dijeron a La Silla tres políticos de Norte, la otra parte del acuerdo está en que para las elecciones de 2018 Corzo contará con el apoyo de parte de la estructura del representante Ciro Rodríguez.
Rodríguez nos dijo que él no conocía de ese acuerdo; sin embargo, en el acto de posesión de Pallares apareció su hermano Leonel Rodríguez, quien es secretario de Desarrollo Económico de la Gobernación, fue el único del gabinete que asistió al nombramiento.
“Uno no aparece así porque sí a esos nombramientos. Tiene que haber interés”, le dijo a La Silla una fuente de adentro de la Gobernación.
Corzo le dijo a La Silla que el acuerdo electoral no era cierto, y que si se había sentado a hablar con Villamizar era para encontrar puntos en común sobre el desarrollo de Norte y para reforzar el Partido Conservador.
“Aquí se trata de mirar al futuro. Eso no quiere decir que todo esté acordado aún hay divergencias”, aseguró el Senador.
Sin embargo, no es tan claro el por qué Villamizar se sentaría a hablar con él sobre la región después de una rencilla tan marcada y teniendo en su bolsillo a casi toda la clase política del departamento.
El gana-gana
Más allá de los pormenores del acuerdo, lo que sí queda claro es que Juan Manuel Corzo no solo fue el que resultó más beneficiado, sino que arriesgó poco a cambio.
Además de que se quedó con la secretaría más importante del gabinete cuando la temporada electoral está a punto de comenzar, y de que recibirá apoyo en 2018, cuando su fortín iba de capa caída en el departamento; Corzo sigue teniendo capacidad de impulsar con su grupo el proceso en el Consejo de Estado contra Villamizar.
Dos fuentes muy cercanas a la demanda del Consejo de Estado, una de las cuales la sigue de primera mano, le dijeron a La Silla que hasta hace tres semanas Corzo seguía interesado en ella.
“El acuerdo es más que todo electoral, porque aquí no han cambiado las instrucciones de seguir con todo el proceso”, le dijo a La Silla una fuente que lo sabe de primera mano. “Esto es como apostarle a dos caballos en la misma carrera”.
De hecho, La Silla supo que hace tres semanas le pidieron al Consejo de Estado que la Sala Plena emitiera el fallo definitivo sobre la continuidad de Villamizar (actualmente está en la Sección Cuarta).
Como lo que está en trámite en estos momentos es la impugnación de una tutela que Villamizar interpuso contra el fallo que lo sacaba, en principio la decisión debería conocerse antes de mitad de año.
Si es adverso a Villamizar, Corzo gana al abrir espacio para competir con ficha propia por la Gobernación de Norte; si es a favor de Villamizar, también gana porque de cualquier forma ya entró en la repartición de poder.