Ayer estuvieron en Cúcuta el candidato presidencial Gustavo Petro y la fórmula de Federico Gutiérrez, Rodrigo Lara. Los políticos que se movieron alrededor de ambas visitas dejaron en evidencia que uno de los electores fuertes de ese departamento, el exalcalde de Cúcuta condenado por homicidio Ramiro Suárez, está apostando a ambas campañas al tiempo.
En el desayuno de Rodrigo Lara en el Hotel Casablanca, estuvo el representante de Cambio, Jairo Cristo, quien se eligió en 2018 y se reeligió en marzo, apadrinado por Suárez.
Por otro lado, en la tarima del evento de Petro, estuvieron el exfuncionario de la Personería y pregonero Erick Pacheco, de las entrañas de Ramiro Suárez, y Eduardo Gerardino Mandón, quien si bien no es del grupo de Suárez, sí es aliado de Jairo Cristo.
Tal y como nos dijeron tres fuentes del petrismo en Norte de Santander, hace dos semanas que empezaron a llegar a la coordinación logística políticos que en esa región representan al exgobernador William Villamizar y a Suárez. Sobre todo, nos detallaron la llegada de Pacheco, quien en Cúcuta es muy conocido por su cercanía con el exalcalde condenado.
“Apareció en una reunión para coordinar la visita a Petro y se presentó como delegado del representante Jairo Cristo”, nos dijo una de esas fuentes. “No mencionó a Ramiro pero al decir Jairo, es una forma de identificarse inmediatamente”, dijo otra. Ambas hablaron a condición de no ser identificadas.
Pacheco llegó junto a Eduardo Gerardino Mandón. Según una de esas fuentes, Gerardino y Pacheco se comprometieron a coordinar la logística del evento de Petro, en la Ciudadela Atalaya, un sector popular y vulnerable que desde hace décadas es el fortín político de Suárez.
Intentamos hablar con Pacheco pero no atendió nuestras llamadas. Gerardino, por su parte, nos aseguró que llegó por cuenta propia y no por su amigo Cristo. Aunque no nos dijo que estaba a cargo del evento, sí aseguró que fue quien propuso que se hiciera en Atalaya.
En todo caso, ambos aparecieron en la tarima minutos antes de que se subiera Petro.
Un político del grupo de Ramiro Suárez y otro que trabajó con él, nos dijeron que la estrategia es mostrarse en ambas campañas, sin comprometerse oficialmente con ninguno.
“No es que haya una reunión o un acuerdo directo de Suárez con ninguna campaña pero sí envía el mensaje de estar respaldando. En un lado con su representante y en el otro coordinando con líderes para movilizar gente”, nos dijo uno.
Según el político del grupo de Suárez, el cálculo de Ramiro fue en función de quedar bien con Petro en caso de que llegue a la presidencia, y, a la vez, tener un pie donde “Fico” para no echarse encima a la gente de Cúcuta, cuyo voto es más conservador y antipetrista, producto del miedo al castrochavismo que allí está enquistado por la cercanía con la frontera.
“Tiene una pata donde Fico y una donde Petro, porque no le sirve irse a apoyar a ninguno como hace cuatro años. En lo local, si dice que por Petro, no le funciona porque Cúcuta no le vota, y en cambio sí es muy popular Rodolfo Hernández. Pero el otro opcionado es “Fico” y él se monta es a los carros ganadores”, nos dijo.
Una carta bien distinta a la que jugó en 2019. En ese entonces, el exalcalde le apostó a Vargas Lleras en primera vuelta, quien avaló a su candidato Jairo Cristo. En segunda, aunque no estaba convencido de votar por Iván Duque, la orden que dio fue apoyarlo porque “no hay otro palo con qué ahorcarnos”, como literalmente dijeron sus líderes en ese entonces. En 2022 Suarez se ahorca con dos.