Nombró nuevos directores de Fonade, el Sena y la Superintendencia de Notariado, que querían los conservadores, pero que quedó para un técnico cercano a Cambio Radical.
A 48 horas de Navidad y del receso de fin de año, el presidente Juan Manuel Santos entregó las cabezas del Sena, Fonade y la Superintendencia de Notariado, entidades apetecidas por políticos para el tramo final de su mandato y que estaban en interinidad. Y al hacerlo mandó el mensaje de que si está lejos de antiguos aliados es con los conservadores, que se quedaron sin un puesto que estaban buscando, que con Cambio Radical, el partido de su ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, que mantiene ese puesto.
Según las hojas de vida publicadas por Presidencia (que es el último paso antes de nombrar a las personas), en la Superintendencia de Notariado quedará su actual director de tierras y por unos meses superintendente encargado, Jairo Mesa, un técnico que es visto como de Cambio Radical.
Y esa es una noticia políticamente fuerte porque los conservadores querían ese puesto (y lo buscaron desde que estaban en la coalición, como contamos), Cambio lo tenía, y con la salida del partido de Vargas de la coalición legislativa santista, parecía venir ese cambio.
Mesa, abogado con especialización en gestión empresarial, llegó a la Superintendencia en 2011, poco después de la creación de la entidad, de la mano del director de entonces, Jorge Enrique Vélez, hoy presidente de Cambio Radical. Desde entonces es visto como una de las personas más cercanas a Vélez, y quien lo reemplazó como encargado cuando renunció el político antioqueño a la Superintendencia para pasar a manejar Cambio Radical, a inicios de este año.
Cuando Cambio salió de la coalición de Gobierno y Santos ordenó la salida de todas sus cuotas (al final solo salió una, el ministro de Vivienda Jaime Pumarejo, porque el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, renunció al partido), Mesa nunca se fue de la Superintendencia.
Aunque el viceministro de Justicia Carlos Medina lo reemplazó como Superintendente encargado, Mesa volvió a la dirección de tierras, que maneja el tema de formalización de predios de la mano de la Agencia Nacional de Tierras, clave para el aterrizaje del punto de reforma rural.
Por eso, que Santos mantenga a Mesa en la Súper puede tiene dos lecturas. De un lado, como nos dijo un alto funcionario del tema de tierras, significa que Cambio sigue en el gabinete y en un cargo clave para la implementación del Acuerdo que critica Vargas Lleras.
“Es un buen tipo, capaz. Pero también es muy cercano a Cambio”, dice otro alto funcionario del sector.
Pero, de otro, Mesa nos dijo que su nombramiento había sido por temas técnicos para asegurar que los proceso que están andando se pueden concretar, algo que tiene sentido para el alto funcionario que ve también un trasfondo político.
En todo caso, que termine encargado de la Superintendencia un funcionario que los políticos ven como de Cambio y sin duda es muy cercano al actual presidente de ese Partido, y que los conservadores se queden sin ella, muestra que los vientos burocráticos no soplan a favor de los azules.
Los otros dos
Los otros dos regalos tienen menos trasfondo político.
Para el Sena va José Antonio Lizarazo Sarmiento, un administrador de empresas especializado en derecho ambiental que este año cumplió 14 años como director del Sena en Norte de Santander, tras haber sido secretario de Tránsito y tesorero de Cúcuta cuando Manuel Guillermo Mora fue Alcalde de esa ciudad. Como contamos en el especial de cuotas políticas, su padrino político es el hoy senador Manuel Guillermo Mora, de La U, quien aspira a repetir en el Congreso.
Con esa decisión La U mantiene el Sena luego del escándalo cuando la ex directora María Andrea Nieto acusó a su antecesor, el hoy secretario general del Presidente Alfonso Prada, de querer seguir mandando en la entidad y de firmar contratos que no se habían ejecutado, y después de que Nieto declarara insubsistente al director regional de Santander.
Lo que La U ganó en el Sena lo perdió en Fonade.
La entidad que fue fortín del Ñoño Elías y Musa Besaile cuando ambos eran favoritos de Santos antes de caer en desgracia por Odebrecht, está cerca de quedar en manos de un economista con trayectoria en el sector financiero y sin color político, aunque tenga viejas relaciones con viejos políticos.
Se trata de Pedro Ignacio Malaver, un economista de La Salle que este año tuvo contratos con la entidad encargada de cofinanciar y manejar proyectos de los departamentos y municipios, va a manejar esa entidad en la recta final del gobierno Santos, a pesar de que tiene poca trayectoria en temas públicos y tuvo un problema en su paso por la Bolsa de Valores.
Ha trabajado en Fonade desde mayo de 2016, segùn la hoja de vida que publico Presidencia, y ahora es el candidato para dirigirlo sin color político.
Al final, con los nombramientos Santos muestra que la ruptura con Cambio no es un divorcio mal avenido, que La U sigue siendo importante y que los conservadores sí están caídos en desgracia. Todo eso justo para la campaña legislativa, y si nada cambia de acá a sus nombramientos.