En el Casanare se está viviendo una historia inédita. Un político que se hace llamar el “canciller de Uribe” y con esa premisa ya arrancó su campaña a la Asamblea departamental, está en medio de un escándalo porque varios de sus copartidarios lo acusan de ser un extorsionista de las Farc. Él se defiende, dice que es una víctima de los guerrilleros. Esta es su historia.

En el Casanare se está viviendo una historia inédita. Un político que se hace llamar el “canciller de Uribe” y con esa premisa ya arrancó su campaña a la Asamblea departamental, está en medio de un escándalo porque varios de sus copartidarios lo acusan de ser un extorsionista de las Farc. Él se defiende, dice que es una víctima de los guerrilleros. Esta es su historia.  

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El canciller de Uribe en el Casanare se llama Jorge Enrique Ortiz Vélez. O “Segurito” como lo conocen todos en el departamento aunque las versiones sobre por qué no coinciden. Él dice que es porque es “experto en seguridad industrial”, pero cinco fuentes consultadas por La Silla, explican su apodo porque dicen que arrancó su carrera como guardia de seguridad de empresas petroleras.

Ortiz es un pequeño empresario vallecaucano que llegó al Casanare hace 24 años y empezó trabajando en el área de seguridad de distintas empresas del gremio petrolero. Así fue ascendiendo hasta montar una empresa pequeña de servicios de seguridad, luego de hacer una especialización en seguridad industrial.

Tres personas que lo conocen (un periodista y dos políticos uribistas que aspiran a cargos públicos en octubre) aseguran que quiere encabezar la lista a la Asamblea departamental del uribismo en el Casanare, el departamento donde Zuluaga le dió la tunda más grande a Santos en la segunda vuelta presidencial.

Aunque él lo niega y no tiene votos ni representación política en el Casanare, su cercanía con Uribe sí podría garantizarle uno de los primeros puestos en la lista a la Asamblea.

“Segurito” es un hincha furibundo de Uribe. Durante los ocho años de su gobierno, nunca se perdió un consejo comunitario del expresidente en el Casanare y según tres fuentes que lo conocen, Uribe siempre le daba la palabra. Incluso, uno de ellos cuenta que en una oportunidad a “Segurito” no lo dejaron entrar a uno de los consejos y el presidente mandó una de sus camionetas a que lo recogiera.

El año pasado, “Segurito” se metió de lleno a la campaña del uribismo para el Congreso. Hasta febrero, fue el coordinador de la campaña y luego acompañó a Zuluaga en todos sus recorridos. Desde el año pasado también, entró a formar parte del Comité Departamental Transitorio del uribismo que tendrá un papel clave en la conformación de las listas para las elecciones regionales de octubre.

Así, “Segurito” se ha convertido en una figura clave para el uribismo en el Casanare porque según las fuentes, se ha convertido en una barrera para llegar al expresidente Uribe (aunque La Silla no pudo verificarlo con el partido en Bogotá).

”Es que yo tengo palanca con el presidente”

Jorge Ortiz Vélez “Segurito”

“Se volvió un estorbo porque primero tienen que pedirle permiso a él para hablar con Uribe. Si no es por ese filtro, nadie puede meterse al uribismo. Uribe siempre lo pone de primero”, dice una fuente que conoce de cerca las movidas políticas en el departamento.

Él mismo alardea de serlo. “Es que yo tengo palanca con el presidente”, le dijo “Segurito” a La Silla.

Aunque todavía faltan más de 7 meses para las elecciones, este protagonismo ya le está causando problemas y rivalidades con sus otros compañeros de partido mientras su nombre está empañado por los rumores que lo vinculan con extorsionistas de las Farc.

La extorsión al Gobernador

Resulta que a mediados del 2013, justo después de las elecciones atípicas que ganó el actual gobernador Marco Tulio Ruiz, “Segurito”, que lo apoyó en su campaña, se reunió con él en su despacho. En un momento, “Segurito” se acercó a Ruiz y le metió en su bolsillo de la camisa un panfleto extorsivo del frente 28 de las Farc que delinque en la región.

De inmediato, el Gobernador llamó a un consejo de seguridad, le entregó el panfleto al Gaula para comprobar su autenticidad y dice haber denunciado el hecho ante las autoridades.

“Eso no pasó a mayores. Yo denuncié la extorsión pero me he mantenido al margen de la investigación. Ni siquiera me han llamado a declarar en ese caso”, le dijo Ruiz a La Silla.

Luego de ese consejo de seguridad, “Segurito”, puso el denuncio de la extorsión ante la Fiscalía y entregó otro panfleto también de las Farc, escrito con el mismo puño y letra que el del gobernador, en el que le exigían a él hacer el mandado de la guerrilla para extorsionar al Gobernador a cambio de su vida.

Tras su denuncia, “Segurito” trabajó con el Gaula y la Fiscalía del Casanare para dar con la captura, el 14 de mayo del año pasado, de los dos integrantes del Frente 28 de las Farc que estaban al frente de la extorsión.

Se trata de Pedro Nel Peña Soler y Alexander Carrillo Rosas, dos yopaleños de 39 y 35 años respectivamente que eran contratistas de la Gobernación y de la Alcaldía y según varios medios locales que cubrieron la noticia, tenían buenas relaciones con la clase política y con empresarios del departamento.

Según el Gaula, ambos eran integrantes de la red de apoyo del brazo financiero del Frente 28 de las Farc, al mando de alias “Elkin” y eran los encargados de conseguir a los “clientes” que la guerrilla podía extorsionar. De hecho, cuando fueron capturados se les encontró radios, celulares y documentos con información de empresas, contratistas, representantes legales y números telefónicos, además de recortes de prensa que relacionan noticias sobre adjudicación de recursos a municipios del departamento.

Uno de ellos, Pedro Nel Peña, fue capturado justo al frente de la casa de “Segurito”. Horas antes, Carrillo, desmovilizado del Bloque Centauros de las Autodefensas en 2005, ya había caído al frente de un restaurante en el centro de Yopal. “Segurito” fue quien entregó su ubicación al Gaula.

El episodio había pasado de agache hasta que en enero de este año, el Gobernador Marco Tulio Ruiz sacó a relucir otra vez el nombre de “Segurito” y su relación con la extorsión en una reunión con algunos miembros del Centro Democrático en el Casanare de cara a las elecciones de octubre, justamente cuando “Segurito” ha dicho que se quiere lanzar a la Asamblea.

“El mismo gobernador fue el que puso el tema sin preguntarle. Dijo que había sido “Segurito” el que le había puesto en su bolsillo esa extorsión y que después capturaron a uno de los extorsionistas en su casa. Dijo que él no quería a “Segurito” en su despacho”, le dijo a La Silla uno de los asistentes a esa reunión. Otra persona que también asistió dijo algo similar: “Nos dijo que nos apoyaba pero que no le pusieramos personajes como “Segurito”.

La Silla consultó al Gobernador Ruiz que se limitó a decir que él había mencionado que “le parecía extraño” que “Segurito” hubiera sido el emisario de esa extorsión. 

“Segurito”, ¿extorsionista?

La razón detrás de la desconfianza que ahora envuelve el nombre de “Segurito” es que entre los corrillos políticos del departamento se rumora que él estaba participando directamente en la extorsión. Dicen que él fue quien ayudó a redactar los panfletos y que él mismo pidió que le hicieran uno a él para justificar que fuera él quien le entregaba el panfleto al Gobernador. Así se lo dijeron a La Silla cinco políticos del departamento consultados y un periodista que conoce bien cómo se mueve la política en el Casanare.

“(“Segurito”) no esperaba que el Gobernador reaccionara  como reaccionó. Él creía que iba a pagar y ya porque él estaba participando directamente en esa extorsión”, le dijo a La Silla uno de ellos.

“Es que yo los entregué. Yo infiltré a las Farc y ayudé a desarticular a esa banda de extorsionistas. Yo soy un hombre valiente. El presidente me ha elogiado, me han dicho que soy un héroe. Pero es que sucede que a mi me tienen miedo que llegue a la Asamblea. Me han dicho que supuestamente yo puedo perjudicar al partido y me han pedido que me aparte”, le dijo Segurito a La Silla.

Aunque ninguno de las fuentes que acusan a “Segurito” tienen pruebas para sustentarlo, La Silla conoció que él sí tenía una relación de tiempo atrás con los extorsionistas de las Farc capturados, especialmente con Pedro Nel Peña.

En el 2006, mientras “Segurito” estaba haciendo campaña para la Gobernación del Casanare, Peña le aportó recursos a su campaña y le puso camionetas para hacer recorridos propios del proselitismo político. Peña en ese entonces era contratista y tenía negocios con “Segurito” relacionados con servicios para la extracción de petróleo en el Casanare como transporte de crudo, perforaciones e ingeniería civil.

“A mi oficina vino ese señor Peña a decirme que colaborara con la campaña de “Segurito”, que él seguro iba a ganar”, le dijo a La Silla una de las fuentes consultadas. Sin embargo, “Segurito” perdió con creces esas elecciones: se quedó con el último lugar entre los cinco candidatos con  332 votos contra casi 80 mil que sacó Raúl Flórez que se quedó con la Gobernación.

”Me han dicho que supuestamente yo puedo perjudicar al partido y me han pedido que me aparte”

Jorge Ortiz Vélez “Segurito”

A pesar de la derrota, “Segurito” siguió siendo amigo y socio de Peña después. “Hablábamos, lo normal. Él tenía una empresa que se llamaba Sumipet, de obras civiles y montajes. Negocios van negocios vienen, hasta que me quedó debiendo una plata de un negocio. Dejamos de hablar y perdimos el contacto hasta que un día cualquiera se me presentó en la casa a decirme que le tenía que colaborar a las Farc”, dice “Segurito”.

Pedro Peña se había convertido en extorsionista luego de que se ganó un contrato en el municipio de Nuchía, al norte de Yopal, en una zona dominada por el Frente 28 de las Farc donde sin el permiso de la guerrilla no se puede trabajar. Peña habló con el comandante “Elkin”, que lo dejó entrar a cambio de que colaborara con la guerrilla poniendo a su disposición nombres y datos de contactos de posibles víctimas de extorsión.  

Mientras tanto, “Segurito” siguió metido en la política. Cuatro fuentes que lo conocen dicen que él no desaprovecha la oportunidad de trabajar en las campañas políticas a pesar de que no tiene votos como lo demostró otra vez en el 2011, cuando se lanzó a la Asamblea por el partido de la U y sacó 505 votos. Según dos de esas fuentes, colaboró en las campaña del destituído gobernador Nelson Mariño y de su reemplazo, el actual gobernador Marco Tulio Ruiz.

“Es un politiquero, un oportunista político”, dice uno de los consultados.

“Yo tengo la imagen de una persona respetable, tengo amigos en el gremio petrolero. Pedro Peña quería que yo me convirtiera en el politólogo de ellos (de las Farc), me vendió para que yo accediera, o si no me mataban”, agrega. “Las autoridades ven la valentía mia. Yo les dije que yo podía ganarme la confianza de ellos”.

Con ese testimonio, “Segurito” se convirtió en el único testigo de la Fiscalía para ayudar a capturar a Peña y a Carrillo, después de que él mismo puso la denuncia tras el episodio del panfleto con el Gobernador. Durante el año trabajó con el Gaula, grabó videos de las reuniones con ellos y finalmente los citó en dos puntos de Yopal para que los capturaran.

La Fiscalía les imputó los cargos de extorsión tentativa (por la que le intentaron hacer al gobernador) y consumada (ya habían logrado extorsionar a una empresa de ingeniería civil llamada Mellán a la que le cobraron 50 millones de pesos), concierto para delinquir con fines extorsivos y constreñimiento ilegal (porque “Segurito”, quien fue quien hizo la denuncia, dijo que lo había hecho porque había recibido amenazas).   Sin embargo, ninguno de los dos aceptó los cargos, esperando lograr un preacuerdo con la Fiscalía para revelar todo lo que saben a cambio de reducciones en la pena.

“Los tipos van a cantar. Van a decir que él (“Segurito”) está implicado con ellos. Por eso, yo no creo que se termine lanzando”, le dijo a La Silla un político casanareño que conoce de cerca la historia. Otras dos personas que están involucradas directamente en el caso también lo corroboraron. “Pedro Peña dice que fue “Segurito” el que se inventó la idea de extorsionar al Gobernador. Ellos se sienten traicionados por él”, le dijo a La Silla uno de ellos, mientras que la otra fuente agregó, “Peña dice que él era el que le daba de comer a “Segurito” y eso es lo que le duele, porque Segurito entregó a los dos muchachos”.

Aunque por ahora, “Segurito” sólo está vinculado al caso como víctima del constreñimiento al que dice haber sido sometido por estos dos guerrilleros, siente que en su partido lo están presionando para que tenga que salir.

“He sido coaccionado por los de mi propio partido. Los opositores políticos sucios, porquerías dicen que supuestamente yo estaba con ellos. No tienen ni idea que yo soy una víctima, yo presenté todas las pruebas. Me hierve la sangre. Sé que hay un plan para asesinarme. La Unidad Nacional de Protección me dio protección por dos meses, después me la quitaron. Yo antes estoy vivo, con los ángeles de Dios”, dice.

Faltará ver entonces si la Fiscalía acepta los testimonios de los dos guerrilleros que salpican a este uribista que ha acumulado su poder a costa de una vieja amistad con el expresidente Uribe, mientras dentro del Casanare las viejas rencillas políticas salen a la luz en la pelea por los avales.

Nota de la editora:

Después de publicada esta nota, el pasado 19 de enero, Jorge Enrique Ortíz le envió a La Silla Vacía esta solicitud de rectificación. La Silla Vacía no la concedió por los argumentos expuestos aquí. Publicamos ambos argumentos para que los usuarios puedan armarse su propio criterio.

Fui periodista de La Silla Vacía a cargo de cubrir Bogotá, el Congreso y las movidas de poder en el Pacífico. Soy politóloga con maestría en periodismo. Me gusta el periodismo de datos, el reportaje y hago fact checking.