Desde que los agentes del CTI llegaron al Congreso a llevarse al senador Javier Cáceres, investigado por parapolítica, reina el desconcierto por los próximos que pueden ser capturados; la tristeza, porque a Cáceres muchos lo quieren desde que fue presidente del Congreso; y la rabia, porque los de la Fiscalía le informaron de la captura al nuevo Comandante de la Policía del Congreso, el Coronel Zuleta, y él, en cambio de avisarle a la mesa directiva como es lo debido, les permitió a los agentes entrar y proceder con la captura.

Muchos congresistas están indignados con la forma cómo se realizó la detención, que no respetó la dignidad del cargo, y ya hay varios diciendo que se violaron las normas internacionales sobre respeto al trabajo legislativo.