Siga la ruta del nuevo sistema de transporte público

“Con el SITP los transportadores competirán por las zonas ofreciendo las mejores tarifas para ganar la licitación” Fernando Álvarez, Secretario Distrital de Movilidad. Foto: Laura Rico Piñeres.

La semana pasada, la Alcaldía de Bogotá abrió la licitación pública más grande y más importante del país. Se trata del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá (SITP) que busca unificar y organizar la prestación del servicio de buses, colectivos, taxis, intermunicipales, junto con Transmilenio, y el futuro Metro y Tren de Cercanías.

El SITP es un proyecto ambicioso pues busca acabar con la guerra del centavo, reducir la accidentalidad en la ciudad, mejorar el aire y sobre toda las cosas, ofrecer un mejor servicio a los usuarios del transporte público. Además, el SITP busca acabar con los incentivos perversos que hoy dominan el sector del transporte público que recauda 8 mil millones de pesos al día: los dueños de las rutas ganan por cada bus que tienen operando y por lo tanto, quieren tener tantos buses como sea posible. Por otro lado, los dueños de los buses ganan por alquilárselos al chófer sin importar cuántos pasajeros recogen; y los chóferes, viven del número de pasajeros y por eso, la guerra del centavo.

Para lograr esta revolución en el transporte, la Secretaría de Movilidad no sólo tendrá que cumplir con las fases y tiempos del proyecto, sino que tendrá que demostrar una capacidad -que no ha demostrado todavía- de organizar al gremio de transportadores y empresarios que durante años han sacado ventaja del desorden de la ciudad y la falta de sanción que tiene el incumplimiento de las normas de transporte público. Ya los pequeños transportadores sentaron su grito de protesta frente al nuevo sistema alegando que los pliegos favorecen a los grandes empresarios y por ello han pedido la suspensión de la licitación. (Ver quejas)

El 30 de enero se abrieron los pliegos de condiciones para que empresarios, junto con propietarios de buses, entren a licitar por las 13 zonas de transporte público de Bogotá: Usaquén; Suba Oriental; Suba Pueblo; Calle 80; Engativá; Fontibón; Kennedy Norte; Kennedy; Bosa; Perdomo; Ciudad Bolívar; Usme y San Cristóbal. En julio se adjudicarán las licitaciones y a partir de ahí se definirá en manos de quién estará la responsabilidad de cumplir con los estándares de puntualidad, orden y seguridad a los que aspira al SITP.

Según las cuentas de la Secretaría de Movilidad, a partir de marzo y al finalizar octubre de 2011, comenzarán a operar las nuevas rutas integradas para Bogotá que incluyen la primera fase del SITP. Aunque la Secretaría no ha mostrado afán con este proyecto, implementar el SITP es prioritario pues su entrega hace parte de la agenda política prometida por Samuel Moreno.
 

Estos son los cinco grandes cambios que traerá el SITP (si funciona)

El control del Estado en las calles

El Distrito recuperará el control de la ciudad organizandola en 13 zonas operadas bajo contratos de concesión con empresas privadas. Cada empresa deberá ofrecer un servicio responsable, puntual y limpio y en caso de incumplimiento, la concesión podrá terminarse antes de que se cumpla su tiempo de vida de 24 años. Cada empresa podrá tener máximo tres zonas a su cargo. “Los que tienen multas por infracciones de transporte pierden puntos en la licitación”, dijo Javier Hernández, el gerente del SITP a La Silla Vacía.
 

Habrá chatarrización y buses más verdes

Hoy en día hay 16.500 vehículos circulando en Bogotá. Muchos de ellos andan en rutas piratas o por rutas que recogen una densidad baja de pasajeros. Según Javier Hernández, el gerente del SITP, Bogotá debe operar con 12.300 buses. Para lograrlo, el SITP chatarrizará 8.000 buses que tengan más de 12 años de existencia y sacará de circulación a otros 5.000 buses. Los buses nuevos que vayan entrando al SITP operarán con Euro Tres, el combustible más verde y más limpio que existe actualmente según la Secretaría Distrital de Movilidad.

Se acabará la guerra del centavo

Como el Distrito licitará las zonas de transporte de Bogotá a 13 empresas, estas, por primera vez en la historia de la ciudad, deberán garantizar los derechos laborales de sus conductores. Los conductores que antes trabajaban hasta 16 horas continuas y que se ganaban el diario según el número de pasajeros que recogían quedarán atrás. Bajo el SITP cada concesionario tendrá un contrato de trabajo con salario, prestaciones sociales y horarios por cumplir.

Se acaba el dinero y llega el pago electrónico

Con el SITP los conductores de bus no manejarán efectivo, al igual que los propietarios de buses. A través de tarjetas inteligentes de pago electrónico un usuario podrá montar en un colectivo que va por una vía pequeña o por una vía troncal, pagando cerca del 50% del valor total de la tarifa de la segunda ruta. Además, no habrá dinero para robarse en los buses o para ocultar en las cuentas del día pues habrá una fiducia contratada por el Sistema integrado de recaudo, control e información y servicio al usuario (SIRCI) que administrará el recaudo de las zonas de forma independiente a los concesionarios.

Habrá menos accidentes de tránsito

Si se elimina la guerra del centavo, la Secretaria de Movilidad también cree que se podrán disminuir notablemente los accidentes de tránsito. Ahora los conductores no tendrán afán de recoger más pasajeros, sino de cumplir con los tiempos y programación de sus rutas. Eso generará conductores más responsables obligados a parar sólo en los paraderos y sitios autorizados. Además del cambio en los conductores, los pasajeros también tendrán que cumplir las normas de tránsito y ser prudentes a la hora de coger el bus o espichar el botón para bajarse de él.

Actualmente trabajo como activista global de Avaaz.org abriendo ventanas para cambiar el mundo que tenemos, por el mundo de tolerancia, respeto y libertad que la mayoría queremos tener desde cualquier rincón del mundo. Trabajé como periodista y reportera gráfica en La Silla Vacía....