La transmisión de televisión fue uno de los preparativos que mayor trabajo ocasionó al equipo de Juan Manuel Santos. El equipo, dirigido por Ricardo Galán, durmió apenas una hora anoche para no dejar nada al azar. La consigna era que nada podía fallar y por ello casi cincuenta personas estuvieron haciendo pruebas, ensayando y probando micrófonos.