Desde que renunció al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano se desapareció del mapa político, se dedicó a su hija y le ayudó en el empalme al nuevo ministro, Carlos Costa. Sin embargo, en una temporada de descanso en Nueva York, Lozano logró reunirse con el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, quien sólo le puso una condición para que se encontraran por casi hora y media. “Sólo lo recibo si hablamos en español”, fue la curiosa exigencia del alcalde empresario. En la reunión, en donde estuvo el profesor de Bloomberg también, no se habló ni una sola palabra en inglés y todo con un propósito electoral. Bloomberg cree que para poderse ganar los votos latinos, en su intento de repetir por tercera vez mandato en Nueva York, necesita llegarles a los “hispanos” en su propio idioma.