Los progresistas tenían planeada hoy una reunión para decidir si se sumaban o no a la candidatura de Enrique Peñalosa a la Presidencia. Pero después de la decisión del presidente Juan Manuel Santos de no acceder a la solicitud de medidas cautelares de la Cidh, el tema que ocupa al partido de Petro es su sucesión. Y como en el debate frente a Peñalosa, los progresistas están divididos. Con un componente adicional: el caricaturista Vladdo. Y a nadie le conviene tanto este embrollo como al presidente Santos
Los progresistas tenían planeada hoy una reunión para decidir si se sumaban o no a la candidatura de Enrique Peñalosa a la Presidencia. Pero después de la decisión del presidente Juan Manuel Santos de no acceder a la solicitud de medidas cautelares de la Cidh, el tema que ocupa al partido de Petro es su sucesión. Y como en el debate frente a Peñalosa, los progresistas están divididos. Con un componente adicional: el caricaturista Vladdo. Y a nadie le conviene tanto este embrollo como al presidente Santos.


El exsecretario de gobierno de la Alcaldía de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, le dijo a La Silla que a pesar de que Petro dijo ayer que no iban a presentar terna, hay pesos pesados del progresismo como Antonio Navarro Wolff y el ex alcalde de Cali Jorge Iván Óspina que no están de acuerdo con esa posición.
“El Alcalde considera que hubo una usurpación. Entonces que hagan lo que quieran, si querían la Alcaldía, ahí la tienen. Yo respeto entonces lo que el Alcalde decida. Pero sí hay sectores que no están de acuerdo y creen que se debe presentar terna” dijo Jaramillo.
Esta división también fue confirmada por el representante electo a la Cámara por Bogotá, Inti Asprilla – hijo de Guillermo Asprilla, otro exsecretario de gobierno de la Alcaldía de Petro – y por Carlos Ramón González, el representante legal de la Alianza Verde.
González dijo que aunque en la Alianza van a respetar cualquier decisión que tome el sector progresista, consideran que sí se debería presentar terna para “mantener unos cuadros trabajando por los proyectos en la Alcaldía” con miras a las elecciones atípicas.
“Existen dos posiciones: la que está de acuerdo con Petro de deslegitimar cualquier decisión y una pragmática que considera que es una tontería renunciar a ese espacio tan importante”, le confirmó a La Silla la representante a la Cámara electa por la Alianza Verde, y que viene de Progresistas, Angélica Lozano. “Pero es una discusión un poco inocua porque el que no haya terna es un hecho cumplido”.
Sería un hecho cumplido porque Gustavo Petro ya dijo que ningún partido político o figura nacional lo representa o se puede abrogar el derecho de presentar la terna y de lo que pudo reportear La Silla, nadie en la Alianza Verde ni en Progresistas piensan contradecir a Petro, si éste no cambia de opinión. Pero el caricaturista Vladdo ya decidió que él sí enviará una terna si el Presidente se lo pide.
Resulta que Vladdo, Consuelo Ahumada, y Carlos Ossa fueron quienes inscribieron la candidatura de Petro a la Alcaldía en 2011 a nombre del movimiento Progresistas, que luego desapareció tras la fusión con el Partido Verde.
En enero, Petro los convocó a los tres al Palacio Liévano y, según le dijo Vladdo a La Silla, les dijo que ellos eran los “únicos representantes legítimos” de Progresistas y que fueran pensando en nombres para reemplazarlo ante su eventual salida.
“Por eso me sorprendió que ayer dijera que no había terna”, dijo Vladdo. “Es una más de las contradicciones habituales en él”.
Vladdo dijo a La Silla que es a ellos tres que el gobierno les va a mandar la solicitud de terna y que en caso de que sus otros dos compañeros decidan no pronunciarse al respecto, él sí daría los tres nombres.
“Yo no tengo interés en quitar o poner gente, pero es mi deber”, dijo. “Petro no es nadie. Es un ex funcionario. Y el que traicionó a Petro y a Progresistas fue Petro”.
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Vladdo, quien fue uno de los que inscribió a Petro como candidato, pondría su propia terna.
Vladdo dice que él redactó la declaración de principios de Progresistas con Daniel García-Peña, que fue presentada a los medios con base en las ideas de concordia y de ser un movimiento en el que todos cabían que promovía Petro en ese momento. Pero que el Petro de hoy no se parece al de hace tres años.
Vladdo dice que él nunca volvió a hablar con nadie de Progresistas después de inscribir a Petro pero que iba a buscar a Navarro, por lo que el senador de la Alianza Verde y fundador de Progresistas sí cree que deberían presentar una terna.
En todo caso, el caricaturista de Semana ya tiene unos nombres en mente para su terna: Antanas Mockus sí está en capacidad de ser alcalde; la exministra Cecilia López; el concejal progresista Carlos Vicente de Roux; o incluso, el propio Navarro, si llegara a renunciar para aceptar este desafío. Son ideas, porque tampoco ha hablado con ninguno. Y tampoco quedó claro en esa reunión con Petro cómo sería el mecanismo para tomar la decisión entre los tres que lo inscribieron.
En cualquier caso, la decisión de Vladdo de entregar la terna chocaría de frente con los líderes de Progresistas e incluso de la Alianza Verde. Y también, de alguna forma, con el espíritu de la norma de que sea el mismo partido o movimiento que se ganó el derecho a gobernar el que lo continúe haciendo.
Y mientras resuelven este zaperoco, el gran beneficiario será el presidente Santos.

Al Gobierno lo que más le serviría sería que no se realizaran elecciones y que permaneciera en la Alcaldía su encargado. Esto evitaría que la ciudad corriera el riesgo -bastante probable- de quedar en manos del uribismo. Pero eso, jurídicamente, sería imposible, pues la ley es clara que si un alcalde es destituído cuando faltan más de 18 meses para terminar su mandato, toca convocar elecciones atípicas. Y a Petro todavía le faltaba ese tiempo.
Lo segundo que más le convendría es que las presidenciales no se cruzaran con las elecciones atípicas en Bogotá, máxime cuando no tiene un candidato fuerte para ganar.
Si no hubiera división entre los progresistas sobre la terna, y la enviaran el martes, Santos tendría que escoger a un ternando y convocar elecciones. Sin embargo, no tiene un plazo especifico para esto, y, como la hecho en otras ocasiones -en Choco y en Bogotá cuando suspendieron a Samuel Moreno -, podría darle vueltas al asunto con miras a que las elecciones se dieran después de las presidenciales, teniendo en cuenta que la Registraduría necesita 55 días para organizar la logística.
Así, entre los progresistas más se demoren en resolver el zaperoco de la terna, entre ellos mismos y con Vladdo y los otros dos, mayor maniobra tendrá el Presidente para demorar tanto la escogencia del ternando como la convocatoria de elecciones. Evitando, entonces, que las presidenciales se crucen con unas elecciones de Alcalde Bogotá donde correría el riesgo de que el candidato uribista derrote a su Unidad Nacional.
Así las cosas, el progresismo, que se puso como meta en la reunión de esta mañana “derrotar a Santos” le terminará ayudando por lo menos en esta partida.