El liberalismo se está envejeciendo. La generación que estudió derecho y economía pensando que alguna vez serían algo así como la segunda versión del famoso Kinder del Presidente Gaviria; los que reformaron los estatutos del partido en 2001 para crear directorios alternos de menores de 26 años; y los que abrieron las cuotas de jóvenes en todas las listas de concejos y asambleas y en la Dirección Nacional, ya no están con el partido. La razón: se cansaron de cargar ladrillos y de que la “vieja dirigencia” no los escuchara ni los dejara escalar a mejores posiciones.

El liberalismo se está envejeciendo. La generación que estudió derecho y economía pensando que alguna vez serían algo así como la segunda versión del famoso Kinder del Presidente Gaviria; los que reformaron los estatutos del partido en 2001 para crear directorios alternos de menores de 26 años; y los que abrieron las cuotas de jóvenes en todas las listas de concejos y asambleas y en la Dirección Nacional, ya no están con el partido. La razón: se cansaron de cargar ladrillos y de que la “vieja dirigencia” no los escuchara ni los dejara escalar a mejores posiciones.

Por la nostalgia del poder se les olvida que atrás viene una fila de gente preparada, con conocimientos técnicos y con ansias de escalar. A mí Cambio Radical me ha tratado de enamorar, pero yo soy un liberal muy terco, Boris Zapata. Fue subsecreatrio del partido y empezó en el liberalismo cuando era un adolescente como Secretario Municipal en Montería.

“Fui una de los 120 líderes que nos pusimos la camiseta y creamos la organización de juventudes liberales a nivel nacional. Pero ya todos estamos afuera. Perdieron esa semilla para hacer partido”, afirma Maryluz Ospina, actual presidenta del Concejo de Armenia por Cambio Radical, que tiene 28 años y llevaba 15 militando en el Partido Liberal.

Hace unos meses recibió en el Quindio a su actual jefe político Germán Vargas Lleras. Y tuvo un “flash back”: recordó que a los 20 años estaba en las mismas, recibiendo en el Aeropuerto el Éden al candidato Horacio Serpa. Maryluz lo esperaba con banderas rojas, pitos y platillos y una comitiva de 400 jóvenes que ella había convertido al liberalismo a punta de “rollo” y que ahora están con ella en Cambio Radical.

Cuando se acuerda de la figurita en plastilina de Serpa con bigote y camisa escarlata que uno de sus alumnos hizo en el semillero de niños liberales, dice: “Teníamos idealizado el partido. No vi los vicios de los adultos y cuando me di cuenta mis mayores contrincantes eran los miembros de mi partido. Los liberales de mi región no querían que yo ascendiera”, afirma.

“El padrino de todos nosotros fue Serpa”, afirma Ana María Almario, quien fue Secretaria de las Juventudes en el periodo 2003-2004 y ahora hace parte de los liberales que están con Samuel Moreno. Actualmente es Coordinadora Jurídica de la Alcaldía Local de Usaquén y como funcionaría tomó distancia del tema político.

Juan David Ortega, coordinador de juventudes en la campaña de Horacio Serpa en el 2002, también tocó otra puerta: ahora es Secretario del Ministerio de Agricultura, muy cercano a Andrés Felipe Arias y al conservatismo. William Reyes quien fue concejal y Presidente de la Asamblea de Arauca partió cobijas con el liberalismo cuando le dijeron que le faltaban votos y experiencia para ser alcalde. Él no se venció y se hizo contar con Alas Equipo Colombia. Ganó con 14.317 votos y dejó a los más experimentados caciques boquiabiertos.

Estoy alejada del partido liberal porque en mi región no he sentido el apoyo de los dirigentes del partido. Me siento más valorada por los líderes de otros partidos, Lina Arango (31 años). Fue candidata en el 2006 al Concejo de Pereira con el liberalismo, pero se pasó al uribismo. Es gerente del Centro de Servicios del Programa de Reinserción del Gobierno.

En la aspiración de su compañero de adolescencia Boris Zapata a la Secretaria General estos jóvenes vieron su oportunidad de tener voz y voto dentro del liberalismo. Las juventudes sacaron dinero de sus bolsillos para traer en buses a líderes de todo el país con la intención de sacar los votos que necesitaba Zapata, pero dos veces terminaron arrumados en una pensión del centro llorando la derrota. Zapata, ex subsecretario del partido, fue derrotado en dos ocasiones por José Noe Rios, representante de la dirigencia tradicional de 60 años.

En el 2005 perdieron por W-O, pues a pesar de que la votación estaba agendada, el Secretario General fue elegido a puerta cerrada. En el 2007 que sí hubo elección, Ríos le ganó a Zapata por 28 votos de 1500 asistentes. Zapata hoy ejerce su profesión de abogado en Montería, aunque está pensando en vincularse con una campaña presidencial.

Héctor Olimpo Espinosa, hijo de un representante a la Cámara y actual alcalde de Sincé, Sucre, y Germán Chica, que llegó a ser Secretario General en el 2003, fueron los dos únicos jóvenes que lograron llegar alto dentro del liberalismo.

¿A qué se debe este éxodo? En un partido que lleva más de doce años huérfano de poder, los cargos y los contratos son escasos. Por eso cuando jóvenes que no tienen apellido de cacique y que no son herederos de ninguna fortuna electoral crecen y empiezan a buscar posiciones dentro del partido que les de un sueldo y un destino profesional se encuentran con un muro que no pueden escalar.

Los pocos cargos que existen ya están reservados para los mayores electores: los congresistas y sus ahijados. Las cuotas especiales para juventudes en los espacios decisorios del partido están restringidas a menores de 26 años. Y al saltar a las urnas, los recursos para las campañas son limitados y los parlamentarios sólo comparten tarima con los jóvenes en los que ven lealtad, no necesariamente más preparación.

“Es ahí cuando estos líderes se vuelven vulnerables a ofertas de otros partidos. Las directivas debían poner más atención. Qué tal que se les vaya alguien que después sea Presidente de Colombia,” dice Fabian Salebe, quien próximo a cumplir 28 años encabeza el Directorio de Bolívar por el Partido Liberal.

No tienen un plan estratégico para construir cuadros. Es una fuga de talentos jóvenes y de ideas innovadoras que no ocurre en otros partidos como el conservador o MIRA donde si usan inteligentemente a las juventudes. Afirma Erika Benitez (30 años), quien fue la primera Secretaria de Juventudes mujer que tuvo el partido. Ahora es asesora de la Embajada de Estados Unidos en proyectos de cooperación internacional.

Por esta fuga de talentos, el Partido Liberal no sólo pierde los recursos que invirtió en la capacitación de estos jóvenes, sino que pierde votos futuros. Estas figuras están aportando en otras toldas el “know how” político de una década en el liberalismo, sus contactos y lo más importante: sus ideas. Mientras el electorado joven crece en proporción, el liberalismo pierde sus canales de comunicación con los votantes urbanos y de opinión. Sólo en Bogotá perdió más del 60% de su votación entre la elección presidencial del 2002 y de 2006.

Los que quedan se pellizcan

Los jóvenes que todavía están en el partido son concientes del problema. Por eso Jenny Lindo Diaz, la Codirectora Nacional por Juventudes del liberalismo, quiere reformar los estatutos para que el límite de edad para beneficiarse de las cuotas especiales que tiene el partido para jóvenes se alargue. Así, un joven de 30 años todavía tendría ventaja para ser elegido en los directorios locales y departamentales.

“No creo que esta generación de la que habla el artículo se haya ido del partido. Seguimos trabajando con ellos en muchos proyectos. Nosotros tenemos la organización más fortalecida. Tenemos 18 000 afiliados, 135 concejales y 35 diputados jóvenes. Y contamos con una escuela de formación política con sedes en seis departamentos con profesores como Rafael Pardo, Alfonso Gómez Méndez y “Pirry”, afirma Lindo quien en noviembre del año pasado reunió a 3000 jóvenes liberales en el Capitolio Nacional para redactar un documento en el que plasmaron su ideal de país. 

 

Hizo parte del equipo fundador de La Silla Vacía. Politóloga de la Universidad de los Andes y magíster en Políticas Públicas del Hertie School of Governance, Alemania. Co-fundadora del centro de internet y sociedad Linternaverde.co e investigadora asociada de Quantil. Ha trabajado como asesora en...