
Si se cumple el cronograma, en los próximos días se sabrá si el Grupo Planeta, como único proponente, se queda con el Tercer Canal. Si eso es así, RCN y Caracol perderán una batalla que emprendieron desde el 2007, cuando les anunciaron que les iba a salir competidor.
Para evitar que se les dañe su cómodo duopolio y para no compartir el 82 por ciento de la torta de publicidad en televisión en el país (la cual asciende a un billón de pesos anuales), el grupo Santo Domingo (dueño de Caracol) y el conglomerado Carlos Ardila Lülle (propietario de RCN), han invertido en abogados y han sacado a sus directivos de las oficinas a hacer lobby contra la nueva concesión, incluso ante el Presidente Uribe.
Además de las tácticas jurídicas y políticas, estos dos canales también han utilizado el espectro electromagnético, que es un recurso público que ellos alquilan a través de una concesión, para hacerle guerra informativa a su potencial competencia, poniendo en ocasiones por encima del interés público de informar los intereses de su negocio. Un mal del que no se han salvado tampoco los medios que están interesados en que salga la licitación como El Tiempo y el Heraldo de Barranquilla, que hacen parte de Planeta, y Caracol Radio y varios diarios regionales que jugaban con Prisa cuando todavía era licitante.
Y es que en este proceso que termina con la entrega del tercer canal en una cuestionada subasta de un solo proponente, no sólo se sacrificó transparencia, sino calidad informativa.
Los dos canales privados, que son la principal fuente de información de los colombianos, en cambio de mejorar sus contenidos para prepararse para la competencia, han utilizado las siguientes estrategias para bloquear la licitación:
El anuncio del Gobierno de que estaba pensado en abrir la concesión para un Tercer Canal, fue simultáneo al proceso a través del cual la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) definió la prórroga de las concesiones de Caracol y RCN por 10 años mas. Definió que debían pagar 82 mil millones de pesos y que como ya se cumplían los 10 años de la concesión inicial perdían su derecho a la exclusividad. Desde ese momento, los dos canales le encargaron a Jaime Lombana y a Néstor Humberto Martínez (foto), dos abogados de marca mayor, la protesta por el precio de la prórroga, que consideraron muy alto y el bloqueo del nuevo competidor. La Silla Vacía llamó varias veces a Martínez para hablar sobre este tema, pero fue imposible comunicarse con él. Desde 2008, acciones de cumplimiento, tutelas, acciones populares y cientos de derechos de petición han sido interpuestos contra los miembros de la CNTV, que han tenido que dedicar una buena parte de su tiempo a responderlos en perjuicio de su otra función, que es velar por el buen contenido televisivo. Fuera de las cientos de objeciones que los canales, representados por Martínez, presentaron a los pre pliegos de la concesión, Lombana ha anunciado varias denuncias penales contra los miembros de las CNTV. (ver artículo La Silla Vacía) La primera no estaba relacionada con el canal pero ocurrió pocos días después de que la CNTV anunciara la posibilidad de un tercer canal. Fue la entrega de una licencia de televisión satelital a la firma Élite Entertaiment. (declaraciones de Lombana en La W). El abogado los acusó de lavado de activos y prevaricato al autorizar a una empresa inexistente la operación de la televisión por satélite. La Fiscalía sexta de Bogotá tiene el caso y aún no ha encontrado méritos para abrir una investigación formal sobre el tema por lo cual la movida de Lombana fue interpretada por algunos comisionados entrevistados por La Silla Vacía como el preludio de la ofensiva jurídica de los canales. Luego, Ricardo Galán y Juan Andrés Carreño , quienes han estado frente a la comisión y otros cuatro comisionados (Zulma Casa, Ilse Bechara (quien ya renunció), Alberto Guzmán Ramírez, Any Vásquez Pérez) fueron interrogados por la Unidad Especial Anticorrupción, por una denuncia penal de Lombana por supuestas irregularidades en su actuación frente a la licitación del Tercer Canal. | ||
Los dos canales han utilizado sus noticieros para publicar noticias que cuestionan a la Comisión de Televisión, árbitro en el proceso; la transparencia de la concesión; y los actuales proponentes. Al Grupo Planeta, que es el más opcionado, le han cuestionado sobre todo su cercanía con el Presidente Uribe. Es una crítica que mucha gente que no tiene intereses creados en el tema también ha hecho, pero la mayoría de las veces, los canales no aclaran que tienen un interés directo en que el proceso no avance. Por ejemplo, en el programa Código Caracol del 23 de junio, donde la periodista Silvia Corzo comenta noticias confidenciales del día, siembran sospechas sobre el hecho de que el Procurador Nacional, Alejandro Ordoñez, haya cambiado su concepto frente a la legalidad de entregar el canal solo con un proponente, después de haber estado visitando al Presidente Uribe. (ver video) Ese mismo día, en el segmento “La cosa política” del noticiero RCN, Vicky Dávila (en la foto) prendió las alarmas sobre la misma reunión y el concepto al otro día del Procurador. (ver video) En Código Caracol, después de esta noticia, pasan a criticar al periódico el Tiempo, que es del Grupo Planeta, por publicar el 23 de junio la noticia de que la concesión seguiría con un sólo proponente (que es Planeta), y por sacar en la misma edición una foto de Uribe recibiendo un premio al Personaje Público del Año de Colombia y España, entregado, entre otros empresarios, por el Grupo Planeta, insinuando que ambas cosas están relacionadas. El periódico El Espectador, que es del mismo grupo económico de Caracol Televisión, ha sido una de las publicaciones más críticas frente a la Comisión de Televisión. Pero sólo hizo explícito su conflicto de intereses cuando el proceso de entrega de la concesión ya estaba muy avanzado. La Silla Vacía habló con periodistas de El Espectador sobre este tema y ellos afirmaron que desde que el proceso de la concesión se formalizó están obligando a poner una nota aclaratoria. Y que si en algunas notas no la han puesto, es por olvido. | ||
En las noticias transmitidas por los canales privados, es clara la ausencia de fuentes a favor de la nueva señal. Las voces opositoras tienen el protagonismo. Hay notas donde aparecen como únicas fuentes los abogados de los canales, Lombana y Martínez. Los presidentes de Caracol y RCN, Paulo Laserna y Gabriel Reyes, también han sido citados extensamente por sus propios noticieros quejándose de la existencia de un nuevo canal. (ver nota Caracol TV 2008) Otra fuente frecuente es el ex comisionado Eduardo Noriega, quien cuando estaba en su cargo era el primer defensor de democratizar la televisión con un tercer canal y ahora dio un sorpresivo giro y se opone acérrimamente al proceso de concesión. Noriega, como representante de una veeduría ciudadana recién creada, también ha presentado varios derechos de petición señalando quejas y lunares del proceso licitatorio. Los comisionados son casi invisibles en el cubrimiento de RCN y Caracol. Varios miembros y ex miembros de la CNTV, le dieron esta queja a La Silla Vacía. Recientemente la única comisionada de la CNTV que ha sido enfocada por los dos noticieros ha sido Zulma Casas (en la foto), quien hace dos semanas sentó su posición en contra la apertura de la licitación pues todavía había temas sin definir en los pliegos. En la emisión del noticiero Caracol del 23 de junio, depués de leer la carta donde Casas especifica sus argumentos a favor de que el proceso se alargue, entrevistan otras dos voces que apoyan esta postura. Pero a nadie de la contraparte. Entrevistan al Presidente del Consejo de Estado, Luis Fernando Álvarez y al abogado Sergio Michelsen, representante del Grupo Prisa, quien ese mismo días se retiró de la licitación, alegando falta de garantías. (ver video) |